El líder independentista catalán Carles Puigdemont dejó formalmente el sábado la presidencia de su partido, cuya dirección recaerá ahora en la separatista de línea dura Laura Borràs y el antiguo miembro del gobierno regional indultado Jordi Turull.
AFP
«Este primer congreso mío presencial resulta que es el último como presidente», afirmó Puigdemont en su despedida como presidente de Junts per Catalunya, ante los militantes de la formación independentista reunidos en un congreso celebrado en la localidad francesa de Argelès-sur-Mer, a una treintena de kilómetros de la frontera española.
«Las organizaciones han de poder y han de saber hacer relevos, y en Junts per Catalunya lo estamos haciendo de fábula», agregó.
En una carta abierta a los militantes, Puigdemont, de 59 años, ya había anunciado el mes pasado que no optaría a la reelección porque la formación necesitaba «una presidencia más implicada» de la que él podía ofrecer.
Pese a que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) le devolvió provisionalmente la inmunidad como eurodiputado a finales de mayo, Puigdemont continúa en una compleja situación judicial.
Reclamado por España por delitos de sedición y malversación, el ex presidente regional sigue a la espera de que la justicia europea se pronuncie sobre el alcance de su inmunidad, y si esta puede protegerle efectivamente de la extradición que solicita Madrid.
Huido a Bélgica poco después de la fallida declaración de independencia en 2017, Puigdemont no pudo ser juzgado, a diferencia de nueve de sus ex compañeros del ejecutivo regional, condenados después a penas de hasta 13 años de cárcel.
Hace casi un año, sin embargo, el gobierno del socialista Pedro Sánchez indultó a todos los presos.
Entre ellos estaba Jordi Turull, quien fue oficialmente designado el nuevo secretario general del partido y formará un tándem con la presidenta del parlamento regional catalán Laura Borràs, representante del independentismo más duro.
Esto permitirá una representación equilibrada a las dos grandes corrientes de la formación.
Junts per Catalunya es el partido heredero de la antigua Convergència i Unió, que dominó el gobierno de esta rica región del noreste de España desde 1980, cuando se celebraron las primeras elecciones autonómicas tras la llegada de la democracia.
Actualmente, con 32 de los 135 escaños, es la tercera fuerza política del Parlamento catalán y socio minoritario del gobierno regional de coalición independentista con Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán).
Los choques entre socios son constantes, ya que Junts es muy crítica con la vía de diálogo con el gobierno central emprendida por ERC, apoyo de Pedro Sánchez en el parlamento de Madrid.
Uno de los más escépticos con esta negociación es Puigdemont, que ahora podrá centrarse en su rol como presidente del Consell per la República, una especie de gobierno catalán en el exilio con sede en la ciudad belga de Waterloo.
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