Las autoridades rusas confirmaron 366 muertos y 7.717 nuevos casos de COVID-19 en las últimas 24 horas, fijando nueva marca inédita desde que comenzó la pandemia en marzo pasado.
Según las estadísticas oficiales, Moscú es el principal foco infeccioso con 66 decesos.
Con este nuevo máximo diario, Rusia acumula ya 27.301 fallecidos.
Pese al gran repunte de la epidemia en las últimas semanas, en las que casi se triplicado los contagios diarios, las autoridades de Rusia han descartado la adopción de medidas drásticas como el confinamiento, un toque de queda o la paralización de sectores económicos.
En Moscú, el Ayuntamiento prorrogó hasta el 29 de noviembre el teletrabajo para al menos el 30 por ciento de la plantilla de las empresas y organizaciones.
También se mantiene recomendación a los mayores de 65 años y enfermos crónicos de permanecer en sus domicilios y de salir a la calle solo en caso de absoluta necesidad.
Además, las autoridades impusieron en todo el país el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos.
«En la mayoría de los países del mundo se observa un aumento de los casos de covid-19 y Rusia nos es una excepción», afirmó este jueves el subdirector del Instituo de Epidemiologia de la Servicio de Defensa del Consumidor (Rospotrennadzpor), Alexandr Gorélov.
En opinión de Gorélov, el país se encuentra en una «fase de expansión» de la epidemia que «durará dos o tres semanas» más.
EFE
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