Cuatro Relatores Especiales de las Naciones Unidas (Libertad de Opinión y de Expresión, Reunión Pacífica y de Asociación, Defensores de Derechos Humanos y Derechos Humanos de los Migrantes) denunciaron el «patrón de persecución contra los defensores de derechos humanos cubanos, periodistas críticos con el régimen o (…) activistas por parte de las autoridades de Cuba y otras violaciones de sus derechos humanos».
En una resolución en respuesta a la denuncia realizada el pasado mes de junio por Cuban Prisoners Defenders (CPD), que publicó este lunes la ONG, expresaron preocupación por el «modus operandi generalizado de coacción, marcado por el uso de fuerza física, penas de prisión, allanamientos en sus viviendas, detenciones arbitrarias y amenazas de muerte, a fin de que explícitamente, dejen el país de forma definitiva».
Asimismo, mostraron alarma por la «carencia de una base jurídica de las expatriaciones o amenazas de expatriación, al no existir una sentencia judicial ni documento administrativo que justifique las coacciones o las expatriaciones mencionadas en Cuba. Asimismo, las vulneraciones a las que están sometidos después de salir del país».
Los relatores también advirtieron de la «participación de la aerolínea con mayoría de capital venezolano Aruba Airlines, que, de ser cierta, advertiría su implicación en las expatriaciones forzosas, actuando en contra de la defensa de derechos humanos».
También recogió la denuncia de que Eliécer Góngora Izaguirre, según sus testimonios, «fue llevado por la fuerza al aeropuerto, y posteriormente fue obligado a tomar un avión de Aruba Airlines con destino a Guyana, sin haber comprado y recibido personalmente un boleto de embarque, pese a que la aerolínea argumentara ulteriormente que sí existía un boleto de avión emitido a nombre del Sr. Góngora Izaguirre. La información disponible indica que dicho billete fue emitido por la compañía aérea una hora antes de haber sido pagado en efectivo».
De acuerdo con la información aportada por CPD, los relatores señalaron: «parecería que la aerolínea con mayoría de capital venezolano Aruba Airlines contribuyó a facilitar la expatriación forzosa de dos de los casos presentados con anterioridad» (Góngora Izaguirre y Daniel Llorente Miranda).
CPD precisó que la ONU envió la denuncia a las autoridades cubanas, así como a la Compañía Aruba Airlines. «Le informamos que también se ha enviado una carta sobre el mismo asunto al Gobierno del Reino de los Países Bajos», añadieron.
Según la ONG, el domingo La Habana no había respondido «asumiendo con su falta de respuesta lo que en sistema jurídico internacional se denomina la aceptación tácita de las acusaciones, o qui siluit quun loqui et decuit et protuit, consentire videtur, es decir, que si el que puede y debe hablar no lo hace, se ha de concluir que consiente».
Los cuatro relatores hicieron además una advertencia y llamada de atención al Gobierno de Cuba sobre las «amenazas llevadas a cabo por la aerolínea Aruba Airlines en contra de Javier Larrondo Calafat, defensor de derechos humanos y representante de las víctimas de las presuntas acciones mencionadas».
Larrondo, presidente de Prisoners Defenders, agradeció «el inmenso trabajo de documentación del Equipo de Procedimientos Especiales y del equipo del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en estos casos».
«Las Naciones Unidas se alinean, en base a crudas realidades, con el camino de relatoría de la Comisión InterAmericana de Derechos Humanos, la Organización de Estados Americanos, Amnistía Internacional, Freedom House, Civil Rights Defenders, Prisoners Defenders y muchas otras entidades, e incluso estados, como los EEUU», añadió.
«Todos ellos, conocen y denuncian las alianzas entre Venezuela y Cuba, y cómo este país no solo viola sistemáticamente los derechos humanos en su territorio, sino que lo exporta a naciones como Venezuela, Nicaragua, Bolivia, el Brasil ya perteneciente al pasado de Dilma Rouseff, y otros estados».
Asimismo, dijo echar «en falta a un actor primordial en esta escena pública, la Unión Europea».
«En Prisoners Defenders, una entidad que se declara profunda y convencidamente europeísta y defensora de la Unión y los principios de esta basados en los derechos Humanos, no comprendemos el alejamiento de la realidad que hace que su política exterior no se alíe mucho más con los defensores de los derechos humanos en América en cuanto a Cuba», concluyó.
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