A pesar de constantes quejas y críticas, el servicio de la compañía estatal de telecomunicaciones de Venezuela sigue siendo la única opción de muchos que no pueden pagar los altos precios de los servicios privados, o que viven en regiones a donde estos no llegan.
El servicio de la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela, conocida popularmente como CANTV, le cobra a Vale 23 bolívares al mes (2,6 dólares) por su plan ABA, que cuenta con una velocidad de descarga de 4 megas, ni un cuarto de lo prometido. Sin embargo, es lo que puede pagar Vale, retirado de administración de recursos humanos.
La situación de Vale es la de muchos venezolanos que no pueden pagar por servicios privados de internet que cobran hasta 10 veces más que la empresa estatal por planes de igual o mayor velocidad, pero con fibra óptica. En Venezuela, donde los salarios mínimos mensuales y las pensiones apenas rozan los 15 dólares, los planes de CANTV son para muchos la única opción.
En julio del año pasado, CANTV tenía 2.400.000 usuarios suscritos a su servicio de internet, siendo, por mucho, el principal proveedor de internet fijo en Venezuela. Un informe de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones en 2020 precisó que CANTV tenía a su cargo el 53 % de los usuarios de internet en el país.
Aunque la mayoría de las compañías privadas ofrecen paquetes “solidarios”, con bajas velocidades y precios relativamente económicos, CANTV ofrece servicio en sectores donde los privados no llegan o, si lo hacen, cobran tarifas fuera del alcance de la mayoría.
CANTV vende acciones, pero siguen los problemas
Administrada por el gobierno de Nicolás Maduro, CANTV ofrece planes con tecnología Gpon y fibra óptica que dan la imagen de una empresa en constante innovación. Pero muchos usuarios se quejan constantemente de fallas e interrupciones y la empresa se convierte a menudo en tendencia en las redes sociales debido a las quejas y reclamos.
Fundada en 1930 bajo el auspicio del gobierno, la empresa se abrió en la década final del siglo XX a una paulatina privatización para mejorar su rendimiento y calidad de servicios. Sin embargo, cerca de 80% de sus acciones pasaron a manos del Estado en 2007, en medio de una estrategia del expresidente Hugo Chávez de nacionalizar empresas consideradas clave.
Entre denuncias reiteradas de sindicalistas y usuarios de un servicio desafortunado, el mandatario Nicolás Maduro anunció en mayo pasado la venta de entre 5 y 10% de las acciones de CANTV y su filial Movilnet a través de la bolsa de valores de Caracas, argumentando que el gobierno necesitaba capital para comprar tecnologías, abrir “nuevos mercados” y procurar “el desarrollo de todas las empresas públicas”.
Pero la oferta pública de CANTV no ha sido muro de contención para las fallas de sus servicios. El mes pasado se reportó un corte de fibra óptica que dejó sin internet por 15 horas a usuarios de Ciudad Guayana, la sexta ciudad más poblada del país. En agosto, la empresa confirmó la interrupción del servicio en cuatro estados por doble corte de fibra óptica. En julio, la conectividad de CANTV cayó a 46% en todo el país por fallas, según registros del proyecto independiente de monitoreo de tecnología y telecomunicaciones Venezuela Sin Filtro.
La cantidad de usuarios de CANTV es justamente lo que provoca que las fallas causen “un impacto desproporcionado” en la población venezolana, advierte Andrés Azpúrua, director de la ONG Venezuela Inteligente, encargado del proyecto Venezuela Sin Filtro.
“La calidad de sus servicios es realmente triste, sobre todo en los más tradicionales. No hay suficiente desarrollo de las conexiones de fibra óptica por años de abandono absoluto de las políticas. Las fallas son múltiples y afectan muchísimos porcentajes por problemas de mantenimiento, inversión, fallas o robos de cableado”, manifestó a la VOA.
Azpúrua dijo que la empresa anunció “mejoras” pero que estas suponen pagos de “precios prémium” que en Venezuela son inalcanzables para la mayoría.
CANTV comenzó este año a ofrecer servicios de internet con fibra óptica mediante planes piloto llamados Plus en el Distrito Capital y Zulia, en el occidente. Los planes son una combinación de fibra con conexión de cobre y Ultra, exclusivamente de fibra óptica.
Un sindicalista de la compañía estatal dijo bajo condición de anonimato que CANTV se ha esforzado este año en la instalación de internet con fibra en conjuntos residenciales y villas, pero que el servicio en general está operando “muy mal”. Se mantiene la atención solamente a los reportes de avería que se hacen a través de Ven APP, una aplicación ideada este año por el gobierno para estar en contacto con las comunidades y sus problemáticas, indicó.
Entre los reclamos sobre CANTV más frecuentes en esa aplicación y las redes sociales están las constantes fallas de la señal, la lentitud del servicio, problemas para comprar equipos de uso doméstico y atenciones tardías a las averías.
Un usuario, Joel Reyes, dijo esta semana en Twitter que la empresa no había atendido una solicitud de reconexión del servicio que hizo hace más de cinco años.
Otro cliente lamentó que la suspensión de su servicio por dos meses haya sido por una presunta “deuda”, lo cual dijo que era “falso”, escribió en Twitter.
La compañía ha denunciado el robo de cableado en el oriente, centro, occidente, sur y la región andina de Venezuela en numerosas oportunidades. Según declaró en enero el presidente de la compañía, Jesús Aldana, había al menos 475.000 suscriptores afectados por hurto y vandalismo en toda Venezuela.
La empresa no respondió a múltiples llamadas y mensajes de VOA para una solicitud de comentarios.
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