El huracán Fiona tocó tierra el domingo en la costa suroccidental de Puerto Rico, provocando aludes y un apagón generalizado, además de arrancar el asfalto de las carreteras y desperdigar escombros. Este lunes el huracán tocó tierra en República Dominicana.
Los meteorólogos dijeron que la tormenta causaría inundaciones catastróficas y niveles “históricos” de precipitaciones, de incluso 64 centímetros en zonas aisladas.
“Puerto Rico ha sido azotado seriamente por el huracán Fiona y se esperan más lluvias por toda la Isla. El Gobierno está completamente activo y respondiendo a todas las necesidades. Seguimos exhortando a la ciudadanía a permanecer en su casa o en los refugios.”, escribió el gobernador Pedro Pierluisi en su cuenta de Twitter.
En la ciudad norteña de Caguas se reportó al menos un deslave de gran tamaño, en el que el agua pasaba a través de una losa de asfalto rota y caía a una barranca.
La tormenta también arrasó con un puente en Utuado, una localidad de las montañas del centro de la isla. La policía indicó que la Guardia Nacional había instalado el puente después del paso del huracán María en 2017.
El vórtice de Fiona se ubicaba a 85 kilómetros al sureste de Punta Cana, República Dominicana, y tenía vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés). Se desplazaba al noroeste a 15 km/h (9 mph).
Fiona tocó tierra al cumplirse el 33er aniversario del huracán Hugo, que impactó Puerto Rico como una tormenta de categoría 3.
Las nubes del meteoro cubrían toda la isla y los vientos con fuerza de tormenta tropical se extendían hasta a 220 kilómetros del vórtice de Fiona.
El presidente estadounidense Joe Biden declaró un estado de emergencia en Puerto Rico a medida que el ojo de la tormenta se acercaba al extremo suroccidental de la isla.
Luma, la compañía que opera la transmisión y distribución eléctrica del territorio, dijo que el mal clima —que incluía vientos de 128 km/h— había malogrado las líneas de transmisión, provocando “un apagón en toda la isla”.
“Las condiciones del tiempo actuales son extremadamente peligrosas y están dificultando nuestra capacidad de evaluar la situación por completo”, dijo la empresa, y añadió que tomará varios días restaurar la electricidad completamente.
Los centros de salud estaban operando con generadores, y algunos de ellos se habían descompuesto. El secretario de Salud, Carlos Mellado, indicó que las cuadrillas de servicio trabajan para reparar los generadores en un centro para pacientes de cáncer.
Fiona arribó apenas dos días antes del aniversario del huracán María, una tormenta letal de categoría 4 que golpeó la isla el 20 de septiembre de 2017, destruyendo su infraestructura eléctrica y dejando unos 3.000 muertos.
Más de 3.000 viviendas aún tienen una lona que hace las veces de techo, y la infraestructura sigue siendo débil.
“Yo creo que todos los puertorriqueños que vivimos María tenemos ese estrés postraumático de qué va a pasar, cuánto va a durar y qué necesidades podríamos pasar”, dijo Danny Hernández, que trabaja en la capital San Juan, pero tenía previsto pasar la tormenta con sus padres y su familia en Mayagüez.
El ambiente era sombrío en el supermercado donde él y otras personas se aseguraban de tener todo lo necesario antes de que llegara la tormenta, según señaló.
“Cuando María, todos experimentamos hasta cierto punto escasez”, recordó.
Las autoridades reportaron el cierre de varias carreteras en la isla, ya que árboles caídos y pequeños deslaves impedían el acceso.
Más de 780 personas con unas 80 mascotas habían acudido a albergues en toda la isla para el sábado en la noche, la mayoría en la costa sur.
La red eléctrica de Puerto Rico quedó devastada por el paso del huracán María y sigue siendo frágil, pues su reconstrucción se inició apenas recientemente. Prácticamente a diario ocurren apagones.
Además, el huracán Fiona dejó este lunes sin suministro de agua a 750.000 abonados en Puerto Rico, de un total de 1,2 millones, según confirmó la presidenta de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Doriel Pagán.
“Todavía la mayoría de los ríos están demasiado altos”, sostuvo Pagán en entrevista con la radio WKAQ – 580 AM, indicando que la AAA cuenta con 112 plantas de filtración, pero la mayoría se suplen de tomas de ríos.
El personal de la agencia está trabajando para restablecer el suministro de agua, pero debido a las condiciones meteorológicas y el alto caudal de los ríos las labores son peligrosas.
En la mayoría de los casos, la agencia indicó que las plantas no están operando por “obstrucción en la toma de aguas crudas” o por “alta turbidez en las aguas crudas”.
Varios ríos se han desbordado en distintas regiones de la isla por las lluvias de Fiona, un huracán categoría 1 que tocó tierra ayer en el suroeste de Puerto Rico, cerca de Punta Tocón.
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