El Cártel Jalisco Nueva Generación se ha establecido rápidamente como una de las organizaciones criminales más poderosas de México.
Por Infobae
Creció sigilosamente mientras los cárteles rivales soportaban la peor parte de la ofensiva del gobierno contra el narcotráfico, pero se convirtió en un objetivo prioritario después de una serie de ataques importantes contra las fuerzas de seguridad del Estado, que incluyen derribar un helicóptero militar y atentar contra el jefe de la policía de la Ciudad de México, Omar García Harfuch.
El CJNG ha logrado expandir rápidamente su imperio criminal a través del uso de la violencia y la corrupción, señaló el gobierno de EEUU. Otra de las causas es que ha logrado coludirse con las autoridades locales en los estados mexicanos donde ha penetrado.
Desde que el Cártel Jalisco Nueva Generación apareció en el 2000, ha utilizado la violencia como método de control y ha retado en diversas ocasiones a las fuerzas del Estado. También ha asesinado de manera violenta a policías estatales de Jalisco —usando mecanismos más violentos y sádicos contra las fuerzas de seguridad—, atentó contra objetivos del Ejército mexicano, derribó helicópteros de la Sedena, y con estos métodos está luchando por obtener nuevas plazas en regiones como Guanajuato, donde se disputa el control con el Cártel de Santa Rosa de Lima.
En la entidad del Bajío no hay un cártel hegemónico, por lo que los distintos grupos criminales —asentados en la zona— se encuentran en un virtual empate técnico.
De acuerdo con la Administración para el Control de Drogas (DEA), la estrategia del CJNG de utilizar la violencia extrema para abrumar a las poblaciones locales, le ha permitido dominar 24 de las 32 entidades de México.
“Acaban de tener esta rápida ascensión debido a que no valoran la vida humana, sin importar quién sea”, suscribió Matthew Dnahue, subdirector de operaciones de la DEA en entrevista con el diario Washington Post.
Este año, a pesar de la epidemia por coronavirus, la violencia ha continuado cerca de máximos históricos. Dieciocho meses después de la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, la violencia homicida se estabiliza a un nivel altísimo. En un informe de la organización Causa en Común se documentó que de diciembre de 2018 a mayo de 2020, se registraron 71 por ciento más asesinatos que en el mismo periodo de la administración de Enrique Peña Nieto (diciembre de 2012 a mayo de 2014).
El documento titulado Registros delictivos: comparativos sexenales a 18 meses de gobierno detalla que, desde el inicio de la actual administración hasta mayo de este año, se iniciaron 45,538 carpetas de investigación por el delito de homicidio, mientras que durante el gobierno del priista Peña Nieto se abrieron 26,663.
La cifra es aún mayor respecto al sexenio del ex presidente, Felipe Calderón, que en los primeros dieciocho meses reportó 16,179 carpetas por asesinato.
Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, jefe del CJNG, continúa evadiendo el arresto, pero muchos de sus compañeros y familiares más cercanos han sido capturados en los últimos meses.
En marzo pasado, la DEA anunció la captura de más de 200 presuntos integrantes de la organización en suelo estadounidense. Al mismo tiempo, el Departamento de Justicia aumentó el monto de la recompensa que ofrece por información del cabecilla del CJNG. A partir de ahora ofrece hasta USD 10 millones.
Las detenciones formaban parte de una operación que se gestó durante los últimos seis meses.
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