El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que se comprometió con los principios del liberalismo económico al asumir el poder, afirmó este jueves que las empresas estatales «tienen que tener visión social».
«Una estatal, sea la que sea, tiene que tener su visión social. No podemos admitir una estatal, un presidente que no tenga esa visión», dijo el mandatario en una ceremonia en el municipio de Foz do Iguaçu, con motivo de las obras de mejora del sistema que transmite la energía producida por la hidroeléctrica Itaipú.
Bolsonaro pronunció su discurso delante del general Joaquim Silva e Luna, hasta ahora director de la parte brasileña de Itaipú y propuesto por el líder ultraderechista para ser el nuevo presidente de la petrolera estatal Petrobras.
El jefe de Estado optó por ese cambio ante las presiones del sector camionero, hasta ahora un aliado dentro de su base social, por el continuo aumento del precio de la gasolina y el diesel, que acumulan un alza de alrededor del 30 % en lo que va de año.
Bolsonaro anunció el jueves pasado una exención fiscal temporal de los tributos federales aplicados al diesel y el gas, y un día después informó por sorpresa del relevo en el comando de Petrobras, que aún tiene que ser ratificado por los accionistas de la compañía.
Ese movimiento causó grandes pérdidas en las acciones de Petrobras e incertidumbre entre los agentes económicos, que ven en la decisión un intento de «injerencia» del mandatario por cambiar la política de precios de la estatal, que se rige por las leyes del libre mercado.
Este jueves, Bolsonaro insistió en exigir «previsibilidad» a las estatales y garantizó que Silva e Luna, al que dedicó multitud de elogios por su labor en Itaipú, dará «una nueva dinámica» a Petrobras.
«No es fácil buscar y hacer lo adecuado. Siempre es más fácil acomodarse, taparse los ojos y dejar que las cosas pasen», dijo en una crítica velada al presidente saliente de Petrobras, Roberto Castello Branco, a quien días atrás criticó por llevar «once meses» trabajando desde casa como precaución ante el coronavirus.
Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército, institución que históricamente ha tenido un perfil estatalizador, se ganó el crédito del mercado financiero ya en la campaña electoral de 2018, cuando se comprometió con una agenda económica liberal y el ajuste fiscal.
Pero sus últimas decisiones en esa área han hecho que los operadores económicos ahora recelen de él.
Para revertir esa imagen, Bolsonaro entregó personalmente esta semana al Congreso dos proyectos para privatizar Eletrobras, un asunto estancando en el Legislativo desde 2016, y la compañía de Correos. EFE
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