Israel recuperó este martes el control de todo su territorio colindante a la Franja de Gaza, donde Hamás dejó un rastro de muerte y sangre; mientras continúa con los intensos bombardeos sobre el enclave y promete una «ofensiva total» en el cuarto día de guerra con las milicias palestinas, con más de 3.300 muertos.
EFE
Las imágenes de los últimos kibutzs y comunidades recuperadas por el Ejército son espeluznantes con cadáveres dispersos, cuerpos mutilados y quemados.
Tropas israelíes liberaron hoy el kibutz de Kfar Aza, una de las comunidades más próximas a Gaza, de tan solo 800 habitantes, y han hallado un horror de cuerpos desmembrados y decapitados, incluidos niños y bebés. Imágenes semejantes se vieron ayer en el kibutz Beeri, donde los servicios de emergencia encontraron más de 100 cuerpos.
Un paramédico que estuvo en esos lugares reveló a EFE, visiblemente conmocionado, que se encontraron con pilas de cuerpos calcinados y mutilados y varios cadáveres de mujeres violadas. Otro miembro de los servicios de emergencia también explicó que se habían encontrado con cadáveres quemados en estas comunidades.
El Ejército no ofreció detalles sobre esos episodios pero señaló a EFE que «lo que pasó en el kibutz Kfar Aza es una masacre en la que mujeres, niños, bebés y ancianos fueron brutalmente masacrados a la manera del Estado Islámico».
La cifra oficial de muertos en Israel supera los 900, aunque los cuerpos encontrados en las zonas liberadas hoy pueden elevar el número, y los heridos superan los 2.900, mientras que los intensos bombardeos sobre la Franja han dejado también 900 muertos y más de 4.500 heridos.
El Ejército asegura que en la contraofensiva ha recuperado los cuerpos de unos 1.500 milicianos de Hamás dentro de su territorio, lo que da una idea de la envergadura del ataque que la milicia inició el sábado y que dio comienzo a esta guerra.
Aunque Israel ha retomado el control de todo su territorio, ha advertido de que todavía pueden quedar «terroristas infiltrados», y de hecho hoy mató al menos a siete miembros de Hamás cuando trataban de infiltrarse.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anunció este martes que el país lanzará «una ofensiva total» contra la Franja de Gaza, que cambiará totalmente la situación sobre el terreno.
«He levantado todas las restricciones. Hemos recuperado el control de la frontera y estamos pasando a una ofensiva total», afirmó Gallant, al reunirse con militares israelíes y combatientes de élite cerca de la frontera de Gaza.
Todavía sigue flotando en el aire la posibilidad de una gran incursión terrestre sobre la Franja, donde las milicias palestinas mantienen secuestrados a más de un centenar de rehenes israelíes, lo que dificulta esa operación.
La aviación israelí ha intensificado sus ataques sobre Gaza y en las últimas 24 horas ha atacado más de 250 objetivos y matado a dos altos cargos de Hamás. Pero desde la Franja, las imágenes de bombardeos indiscriminados sobre infraestructura civil revelan una estela desoladora de destrucción: unos 170 edificios residenciales y 1000 casas han sido derruidas.
Los bombardeos han aniquilado por completo a 22 familias, con un total de 150 individuos, y han obligado a 140.000 ciudadanos a huir de sus casas y alojarse en refugios hacinados o en patios de hospitales, indicó el Ministerio de Sanidad de la Franja.
El barrio de Remal, en la ciudad de Gaza, ha quedado devastado, así como la ciudad de Jan Yunis o el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, el único paso por el que entra ayuda humanitaria. Se teme que cientos de cuerpos estén aún bajo los escombros y varios hospitales han dejado de funcionar.
Mientras tanto han seguido los lanzamientos de cohetes desde Gaza, causando dos muertes, ambos trabajadores extranjeros, en la zona de Eshkol, al sureste de la Franja, y alcanzando incluso la periferia sur de Tel Aviv, aunque sin causar heridos.
Al mismo tiempo que la guerra entre Israel y las milicias palestinas entra en su cuarto día sin visos de final, aumenta la tensión en la frontera norte, donde ya se han evacuado algunas comunidades israelíes ante el temor de que el conflicto abra allá un nuevo frente.
Varios cohetes se lanzaron hoy desde el sur del Líbano hacia Israel y el Ejército israelí respondió atacando dos puestos de observación pertenecientes al grupo chií libanés Hizbulá.
Poco después, el mismo grupo anunció que había destruido un tanque israelí mediante dos misiles teledirigidos, ataque que también fue seguido de un bombardeo israelí sobre otro puesto de observación de la formación.
Además, el Ejército israelí respondió hoy con artillería y morteros al lanzamiento de «una serie de disparos» de proyectiles desde Siria, en el primer ataque desde ese país hacia el Estado judío desde el comienzo el sábado de la guerra entre Israel y las milicias de Gaza.
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