María Corina Machado, dirigente del partido Vente Venezuela, es frontal. En una entrevista vía Zoom con El Pitazo sostiene que la salida del régimen de Nicolás Maduro solo es viable con el uso de la fuerza, cuestiona a quienes piden “condiciones viables” para participar en las elecciones parlamentarias y afirma que no quiere formar parte de ningún gobierno encargado.
Para Machado, en el país está en desarrollo una catástrofe humanitaria, se violan los derechos humanos y se cometen crímenes de lesa humanidad. A su juicio, esas son condiciones suficientes para apelar a una operación internacional, si además se toma en cuenta que el Gobierno representa una amenaza a la seguridad nacional de varios países.
La dirigente destaca que el régimen de Maduro pasó la línea de no retorno con las acusaciones que hizo el gobierno de Estados Unidos y con las violaciones a los derechos humanos reseñadas en el informe Misión de Determinación de Hechos de la ONU. De allí que Machado está convencida de que no queda otra opción que la comunidad internacional acompañe la “operación de paz”.
Cuestiona a quienes hablan de condiciones mínimas para participar en una elección cuando para ella, una condición mínima es que “el voto elija” e insiste en que quienes apoyan esa ruta electoral colaboran en “la consolidación de un sistema criminal”. En relación con la consulta propuesta por el presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado, Juan Guaidó, Machado considera que eso “demuestran desconocimiento de la dirigencia política que no sabe qué es lo que quiere la sociedad”.
—Juan Guaidó ya solicitó el mecanismo de responsabilidad de proteger (R2P) pero usted ha manifestado que no es suficiente. ¿Cuál es la diferencia entre lo que usted propone con respecto a este mecanismo con lo que propuso Guaidó ante la ONU?
—Nosotros estamos de acuerdo con invocar el principio de la responsabilidad para proteger, que es una doctrina de la ONU, pero evidentemente solo con eso no se resuelve el drama venezolano. ¿Por qué? Porque lo que se ha instalado en Venezuela es algo nunca antes visto en nuestra región e, incluso, hay gente que dice que es algo nunca visto en el mundo. La convergencia del crimen organizado internacional con el terrorismo, y amparado además con un soporte geopolítico que involucra regímenes como Irán, Rusia, Siria, Turquía y China, que han encontrado en Venezuela un enclave para expandir este proceso y desestabilizar la región socavando las bases de las democracias liberales del hemisferio occidental.
No estoy hablando solo de América Latina. Lo mismo está ocurriendo en Europa. En Venezuela no hay Estado de Derecho, no hay soberanía nacional y, por lo tanto, pretender que con fórmulas convencionales se puede enfrentar y derrotar un sistema criminal es claramente ingenuo. Peor que ingenuo, yo diría cómplice porque después de 20 años de lucha los venezolanos tenemos muy claro que estos criminales no van a salir ni con farsas electorales, ni con diálogos débiles, y ni siquiera con una insurrección militar; porque han habido ya 16 intentos del núcleo institucional que tiene nuestra Fuerza Armada pero claramente están infiltradas, fragmentadas, y en proceso de disolución. Hay que asumirlo y llamar las cosas por su nombre: este sistema criminal solamente va a salir cuando se le confronte con una fuerza superior a la que ellos le aplican al país y que va a tener un efecto disuasivo.
—Usted habla de un efecto disuasivo, pero ¿cómo lograr que este mecanismo de protección tenga factibilidad? Porque una cosa es que Juan Guaidó lo solicite como presidente encargado y otra cosa es que esto se apruebe por el Consejo de Seguridad entendiendo que Rusia y China podrían utilizar su derecho a veto. ¿Cómo diferencia usted ese efecto disuasivo de una intervención?
—Lo que nosotros hemos pedido no es una invasión, pero sí una intervención y está ocurriendo. En primer lugar, aquí nadie va a pensar que el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia y China no van a ejercer su derecho a veto. Por lo tanto, no es por la vía de la ONU que nosotros creemos que se va a construir la coalición para la liberación de Venezuela. Hemos visto cómo en otras partes del mundo han sido operaciones unilaterales o regionales, en su mayoría. En el caso concreto de Venezuela, nosotros creemos que debe ser fundamentalmente de los países del hemisferio que son los más afectados.
El tema no es si la comunidad internacional quiere o no quiere. Es que lo van a tener que hacer y ese es el mandato que se le dio al gobierno encargado hace más de año y medio. Para eso se reconoció a un gobierno interino y ese era su trabajo y no puede voltearse a decir “es que no quieren”. Hay que conseguir que sí quieran. Ese es el trabajo de una dirección política.
¿Qué es sencillo? Obviamente que no. Para la comunidad internacional sería más fácil que los venezolanos resuelvan sus problemas, pero ya quedó claro que esto no es un problema solo de los venezolanos.
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