Bromas caribeñas, recuerdos comunes y el amor sin límites a su tierra desde el corazón de Madrid. Treinta venezolanos del exilio y de la diáspora acudieron ayer a la Puerta de Alcalá para responder al llamamiento de EL MUNDO a sólo ocho días de las transcendentales elecciones presidenciales del 28-J. Dirigentes políticos, activistas, luchadores de derechos humanos, emprendedores, periodistas y figuras de la sociedad civil posaron para el fotógrafo unidos por el mismo sentimiento, la esperanza, que como un huracán emocional se ha extendido desde la Venezuela profunda hasta el resto del país.
Pese al océano de por medio, los presentes comparten y apoyan con todas sus fuerzas la causa democrática que encabeza el tándem María Corina Machado/Edmundo González Urrutia. Cada uno a su manera, cada uno con sus propias ideas, cada uno con su bandera nacional: unos la prerrevolucionaria de siete estrellas y otros la actual de ocho, pero repitiendo el estribillo de la canción Por la pequeña Venecia, que acaba de sacar a la luz el rapero Danny Ocean: «Tenía siete estrellas y me quitaste ocho».
Falta mucho, y no saben si llegará, pero una de las preguntas con más difícil respuesta es la que les interrogó sobre el futuro, si volverán o no a la tierra que les vio nacer en el caso de que el régimen bolivariano se rinda ante la evidencia democrática. El corazón está dividido: algunos ya han echado raíces aquí mientras otros ansían que llegue ese día para reconstruir los pedazos rotos dejados por el chavismo.
«La esperanza es que se abra la puerta para regresar a la patria amada, porque ese es el anhelo por el que me despierto todos los días. Voy para siete años en el destierro», recuerda el ex alcalde caraqueño Antonio Ledezma, cuya huida de película desde Caracas le llevó hasta Madrid. «Ahora tengo la vibración que produce el optimismo, la seguridad y la confianza de que vamos a tener un desenlace victorioso», profetiza Ledezma, principal coordinador en Europa del equipo político de María Corina Machado.
MACHADO, LA LIBERTADORA
A la líder opositora le tuvieron que rechinar los oídos durante la madrugada caraqueña, a seis horas de Madrid. Su nombre fue el más repetido durante las dos horas y media de encuentro de una diáspora tan diversa y enriquecedora que ha convertido a la capital española en el Miami del exilio venezolano. «El mismo pueblo le ha endilgado un distintivo, que es el de la libertadora, porque María Corina se ha convertido además en la madre de todos los venezolanos», sentencia Ledezma.
«No exagero en calificar a María Corina como la madre de esta gran victoria y el propio Edmundo González no ha dejado de asignarle esos méritos a María Corina. Y por eso han podido cristalizar la llave de oro que va a abrir las puertas de la paz, de la convivencia de todos los venezolanos», añade el ex edil, que acudió junto a su mujer, Mitzy, quien fue su altavoz en la capital española en los momentos más duros para el político en Venezuela.
«Lo que hará un Gobierno de Edmundo González es levantar de sus cenizas las instituciones, para que sean las instituciones las que se encarguen de impartir justicia, que no volvamos a tener tribunales manipulados por sicarios que hacen el papel de jueces, que nunca más se vuelvan a montar expedientes espurios desde la Fiscalía o la contraloría, que nunca más se detenga a un ciudadano porque su derecho de opinión es trastocado…», detalla Ledezma.
«Es una estadista, se alimenta del amor del pueblo», asegura María Gabriela Olavarría, dirigente de Vente Venezuela, partido de María Corina Machado, y enlace en España con el equipo de campaña. Esta abogada huyó de su país en 2017 para «proteger a mis hijos». Conoce a fondo la profunda herida de la sociedad venezolana, 8,8 millones de emigrantes repartidos por todo el planeta, que ha dado un giro inesperado a las elecciones venezolanas apoyado en una campaña inédita. «Volveré a casa a reconstruir», avizora Olavarría.
De momento el 28-J es más que un sueño. «Es un día histórico, esperado durante muchísimos años, nunca antes habíamos estado tan cerca de desalojar por vía democrática al régimen de Nicolás Maduro. También es un día de libertad, pero de mucha angustia por la represión del régimen a los compañeros que están allá. Sólo estas últimas semanas hubo casi 100 detenidos y no hay indicios de que vayan a bajar la presión», expresó Ramón López, coordinador de la Plataforma Unitaria en España y diputado de la Asamblea Nacional de 2015.
OPORTUNIDAD DE CAMBIO
«Renace la esperanza, estamos a pocos días de una gran oportunidad de cambio, estamos soñando y dibujando una Venezuela libre. Este 28-J es el punto de inicio y la forma de manifestar el descontento popular a 25 años años de oscuridad», subraya Pedro Gil, quien llegó a España en 2015 forzado por la persecución y hostigamiento del régimen contra él y contra su esposa en San Cristóbal, la capital de la fronteriza Táchira, uno de los grandes bastiones opositores.
No sólo Pedro asiste con emoción, vía redes sociales, a las multitudinarias demostraciones del tándem María Corina/Edmundo en sus viajes al interior del país. Abuelos y padres derraman un mar de lágrimas cuando corren detrás del vehículo de los dirigentes opositores o cuando les ven sobre un camión para hablarles. A veces ni les escuchan, porque los policías les roban el sonido, pero no importa. Esos mismos sentimientos se repiten en Madrid y las lágrimas se derraman en paralelo cuando escuchan a los más jóvenes gritar que no se quieren ir del país. Expertos en migración temen que un nuevo fraude del chavismo provoque la salida de entre dos y cuatro millones de venezolanos.
«Tenemos que tener esperanza de que el día del fin de este régimen tiene que llegar«, acota Gustavo Eustache, diputado de la Asamblea de Madrid por el Partido Popular y secretario de los Nuevos Madrileños del PP, espacio creado por la presidenta Isabel Díaz Ayuso para atender a las personas que han llegado de sus países de origen a vivir a la comunidad.
Un fin de ciclo que llena de dudas e interrogantes en parecidas proporciones en Madrid y en Caracas. «Si Maduro no acepta los resultados, ahí es donde empieza a trabajar entonces la presión internacional. Necesitamos que Pedro Sánchez se pronuncie lo más pronto posible como la misma Unión Europea, el Parlamento… Todos los organismos tienen que estar preparados para pronunciarse en las primeras horas si es posible», se adelanta Eustache, ante el temor generalizado de que el chavismo convierta en definitivo el fraude electoral que Maduro aplica a cámara lenta desde hace meses.
UN PUEBLO MOVILIZADO
«La esperanza debe ser administrada, es una moneda con dos caras. Una es la realidad, que el pueblo está movilizado y la gente esperanzada. María Corina ha hecho un cambio importantísimo, la unidad se ha conformado en torno a un objetivo común y Edmundo representa un punto de equilibrio. La otra cara de la moneda es que conocemos la naturaleza de la dictadura, lo cruel que puede ser», pondera Franco Casella, diputado que llegó a Madrid en 2019 tras cuatro meses refugiado en la Embajada de México en Caracas y dos meses en la clandestinidad.
«Estas elecciones son una oportunidad de retomar la senda democrática, el camino del diálogo y el modelo español nos puede ayudar bastante», afirma convencido Juanjo Marcano, dirigente del PSOE de Madrid y actualmente en el gabinete técnico de la Presidencia del Gobierno, en La Moncloa. Su gran añoranza es que Venezuela vuelva a la normalidad democrática.
Cristóbal Fernández Daló cree haber encontrado la solución, la fórmula mágica que daría paso a la democracia tras 25 años de chavismo. Este ex presidente del Senado está convencido de que sí es posible la reconstrucción, porque su país vivió 40 años de estabilidad antes de la irrupción de Hugo Chávez. «Hubo problemas, era una sociedad con problemas como toda sociedad, pero los problemas se debatían y había equilibrio de poderes», recuerda. Y es precisamente en esa «genética» democrática en la que tanto confía, la que obligará a Maduro a ceder y a salir del Gobierno.
En esa misma línea se pronuncia William Cárdenas, presidente del Comité Internacional contra la Impunidad en Venezuela y de la Plataforma Democrática de venezolanos en Madrid: «Siempre hemos tenido la esperanza de que Venezuela va a recuperar su larga vida democrática, más de 40 años, en paz, en libertad y en progreso para todo el pueblo venezolano».
Las dirigentes venezolanas en España viven con alborozo la rebelión que encabezan sus compañeras en el país petrolero, encabezadas por Machado y con unas mujeres rebeldes que plantan cara a Maduro a la cabeza del movimiento de liberación nacional surgido desde las entrañas del pueblo. Delsa Solórzano, María Beatriz Martínez, Corina Yoris, Adriana Pichardo, Andrea Tavares y Deyalitza Aray, entre otras, las representan y de qué forma.
«Nos han querido dividir entre los que estamos fuera y los que estamos dentro. No es verdad que estamos en un exilio dorado, estamos enfrentando unas particularidades muy adversas que tienen que ver con el proceso de migración forzada», explica Estefanía Parra, responsable internacional de Voluntad Popular.
Su reto en la actualidad es dar voz a los millones de venezolanos que no pueden participar tras los obstáculos insalvables que el chavismo instaló para impedir el registro electoral y el voto a al menos cinco millones de personas. Ya preparan la respuesta para que el 28-J se escuchen sus voces.
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