Juan René Pérez salió de Tampa este martes, sobre las diez de la mañana, y llegó a Miami pasadas las seis de la tarde. Su madre le dijo que, si no venía para su casa, en Hialeah, ella misma lo iría a buscar. Pérez reside en una de las zonas donde hay orden de evacuación por el huracán Milton.
Normalmente, el viaje a Miami toma unas cuatro horas en automóvil por carretera, pero casi nada es normal en estos momentos, cuando han pasado apenas dos semanas de Helene, y todavía los escombros que dejó atrás se continúan recogiendo de las calles. Los atascos por la masiva evacuación han casi paralizado las autopistas de Florida, hacia el norte y hacia el sur desde la zona de la Bahía de Tampa. Muchas gasolineras han quedado desabastecidas y la desesperación por ponerse a salvo, ante las advertencias y la devastación de Helene aún visible, es palpable.
Las autoridades han pedido a más de 5,5 millones de personas abandonar la costa oeste de Florida, en lo que sería la evacuación más grande en la Florida desde el paso de Irma, en 2017. Los pronósticos advierten de que, por ahí, entre la Bahía de Tampa y Fort Myers, en la madrugada del jueves, tocará tierra uno de los huracanes más intensos que se han reportado en el Atlántico, el Golfo y el Caribe. “Puedo decir sin dramatizar en absoluto: si deciden quedarse en una de esas zonas de evacuación, van a morir”, alertó este lunes la alcaldesa de Tampa, Jane Castor, en entrevista con CNN, y sus palabras no pasaron por alto.
Milton, que ha retornado a la categoría 5 luego de haber bajado a 4, avanza por el Golfo de México a 17 kilómetros por hora y con vientos máximos sostenidos de unos 270 kilómetros por hora; informó el Centro Nacional de Huracanes, en su actualización de las siete de la noche de este martes. “Es probable que haya fluctuaciones en la intensidad mientras Milton se desplaza por el este del Golfo de México, pero se espera que sea un huracán mayor y peligroso cuando llegue a la costa centro-oeste de Florida el miércoles por la noche”, dijo su comunicado.
El meteorólogo Noah Bergren, de FOX 35 Orlando, exhortó en su cuenta en X a no bajar la guardia ante tales fluctuaciones. “He estado clamando por esto en el aire, sí, la categoría bajará, pero centrémonos más en el impacto en este momento. Es engañoso. Katrina y Wilma también hicieron esto con un 5-4-3 y fueron impactos muy importantes. Podría golpear con un 3 o un 4, no tengo idea de cuál. Pero el campo de viento se expandirá significativamente, impactando a más personas al tocar tierra”.
Para ayudar a que entendieran su punto, el científico pidió pensar en un patinador sobre hielo con sus manos cerca de su cuerpo girando muy rápido. “A medida que deja que las manos se extiendan fuera de su cuerpo y disminuye la velocidad, esa es la analogía del campo de viento aquí con Milton. Las ráfagas de viento con fuerza de huracán se extenderán mucho más allá a través de la península de Florida a medida que impacte”.
“Evacúate hoy si te han dicho que debes hacerlo, si dependes médicamente de la energía o vives en un hogar que no puede sostener la fuerza de vientos huracanados”, publicó en X la División de Gestión de Emergencias de Florida, y destacó que existen refugios abiertos en las áreas con órdenes de evacuación, además de transportación gratuita hacia los mismos en varios condados. Asimismo, el Departamento de Autopistas de Florida ha advertido que usará el carril derecho de las carreteras para escoltar a tanques de gasolina para abastecer a los puntos que se han quedado desabastecidos de combustible.
Inundaciones “catastróficas y potencialmente mortales”, lluvias intensas, desbordamientos de ríos y penetración del mar son algunas de las amenazas que enfrentan los residentes en Florida en los próximos días. El Centro Nacional de Huracanes pronostica marejadas ciclónicas con olas grandes y destructivas, que podrían elevar el nivel del agua hasta 15 pies (4.5 metros) en las comunidades situadas en la trayectoria de Milton, así como cantidades de lluvia de seis a 12 pulgadas, con totales localizados de hasta 18 pulgadas en las partes central y norte del Estado. Además, en el centro y sur del territorio, a partir de la noche de este martes y hasta la madrugada del jueves, es posible incluso que ocurran algunos tornados.
De los 67 condados que conforman Florida, 51 se encuentran en estado de emergencia, y 28, en alarma de huracán. El gobernador del Estado, Ron DeSantis, informó este martes que hay 5.000 miembros de la Guardia Nacional en servicio, que aumentarán a 8.000 muy pronto, y múltiples recursos desplegados en posibles lugares de impacto para efectuar operaciones de búsqueda y rescate tan pronto pase el fenómeno climático. “Esta es probablemente la mayor movilización de la Guardia Nacional antes de una tormenta en la historia de Florida”, dijo DeSantis.
Tampa, una ciudad con cerca de 400.000 habitantes, no enfrenta un huracán de semejante magnitud desde 1921. Ninguno de sus habitantes ha visto allí algo similar a lo que podría provocar Milton en las vastas zonas costeras pobladas que definen el paisaje.
Juan Carlos Martínez, quien reside en West Tampa desde hace una década, considera que las declaraciones de la alcaldesa Jane Castor son un poco “alarmistas”, aunque, al mismo tiempo, necesarias para tener en cuenta el peligro. Martínez, sin embargo, sostiene la esperanza de que Milton modifique su ruta. A diferencia de Juan René Pérez, él no vive en un barrio con orden de evacuación obligatoria, y decidió quedarse. “Yo tengo mi propiedad aquí. ¿Quién, mejor que yo, puede cuidarla y estar pendiente, y tomar alguna medida con algo? No es irse y dejarlo todo. Además, mi área es bastante segura, mi casa es bastante segura”, dijo.
Su casa no cuenta con ventanas contra impacto, pero las últimas 24 horas se dedicó a clausurarlas con tablas. Martínez confía en que con eso será suficiente. “Yo vengo de Cuba, qué cubano no se prepara”. Junto a él estará su esposa y su hijo de 22 años. Tiene alimentos, agua, un generador de energía. Ante la pregunta de si está asustado, responde que no, que asustado no, pero sí preocupado. “Uno toma las medidas y no puede hacer otra cosa”.
Juan René Pérez también dejó su vivienda asegurada lo más que pudo antes de viajar a Miami. Su vivienda no es de su propiedad, pero ahí dentro tiene todo cuanto posee. En Hialeah, en la casa de su madre y su padre, permanece pendiente del avance de Milton y con la mente en Tampa.
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