Envases, botellas de refrescos de soda, juguetes y material hospitalario, como inyectadoras, todos manchados de petróleo, están ya dentro de una de las 23 bolsas de desechos recolectados en las costas occidentales del lago de Maracaibo por un grupo de voluntarios.
Por Gustavo Ocando Alex– VOA
Es sábado, cerca del mediodía. Un hombre con sombrero y guantes quirúrgicos hurga entre el contenido, cuidadosamente, sudando bajo una enramada. A unos metros, a sus espaldas, se divisa un cuerpo de agua que se extiende por 13.000 kilómetros cuadrados. Es uno de los lagos más extensos del mundo.
Nicolino Bracho, docente universitario y coordinador de investigación de la fundación El Zulia Recicla, muestra un pedazo de anime impregnado con una sustancia negra y viscosa. Es crudo. “Parte de este material se va fraccionando y se convierte en microplástico. Se mueren todos estos animales por la cantidad de microplástico que confunden con su alimentación”, explica a la Voz de América.
Un informe del Observatorio para la Tierra de la NASA alertó a finales de septiembre sobre los altos niveles de contaminación de ese lago venezolano, también uno de los más antiguos del mundo, debido a la excesiva presencia de algas, las fugas de hidrocarburos y aceites, y la sedimentación de sus ríos.
El reporte denunció que ese estuario del occidente de Venezuela, que conecta en su boca norte con el Mar Caribe, muy cerca de Colombia, se está “asfixiando”.
“Fue alguna vez una fuente de gran abundancia, particularmente de hidrocarburos y peces, para el pueblo de Venezuela. Ahora, el lago de Maracaibo es mayoritariamente abundante en contaminación por fugas de aceites y exceso de nutrientes”, reza el documento de la NASA, titulado ‘Aguas turbulentas’, que se fundamenta en imágenes de su satélite Aqua.
Griselle Mercadante, directora de la fundación El Zulia Recicla, que mensualmente realiza labores de limpieza de esas costas, confirma a la VOA que investigadores locales alertan de niveles “muy altos” de químicos como el mercurio y el cadmio en esas aguas, letales para especies marinas.
Grupos de entre 10 y 60 personas, entre ellos profesores universitarios, ambientalistas y jóvenes estudiantes, han recogido hasta una tonelada de materiales contaminantes en las playas occidentales del lago de Maracaibo, que comparte sus costas con 19 de los municipios del estado venezolano de Zulia.
“En las limpiezas, tenemos rastros de petróleo. Es un tema complejo de atacar, pero hay que hablarlo y buscar las estrategias para minimizar el impacto”, explica Mercadante, mientras Bracho, cerca, sigue escarbando entre la bolsa.
En dos horas y media, los voluntarios recogieron 214 kilos de desechos.
Siga leyendo en VOA
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.