El Diputado y Presidente de la Comisión de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional de Venezuela, Marco Bozo, presentó datos acerca del panorama nacional y la calidad de vida de los venezolanos. Además presentó cifras acerca de la condición actual en la que se encuentran los habitantes del municipio Valencia, estado Carabobo, con respecto a los servicios básicos de la ciudad y los costos económicos que tienen que asumir los ciudadanos para hacerles frente.
Denunció que a nivel nacional se están viviendo problemas estructurales severos en las condiciones de vida del venezolano. Denunció y responsabilizó al régimen de Maduro como causante de esto. Entre los datos aportados hizo énfasis en que 1 de cada 4 ciudadanos son los que tienen un servicio completo de agua; la mortalidad infantil se calcula en 26 por cada 1.000 neonatos y que el ingreso diario del venezolano se estima en 72 centavos de dólar, muy por debajo de los 1,90 dólares que establece el margen de ingreso para una persona en condición de pobreza extrema.
Venezuela se encuentra en niveles de comparación igual o peor que los países de África que históricamente han tenido problemas de desarrollo.
Con respecto al servicio de agua en la ciudad de Valencia, este se encuentra limitado a 35 horas a la semana, el 80% del tiempo los ciudadanos deben utilizar reservas domesticas o comprar agua embotellada. En la comunidad de “Trapichito”, al sur de Valencia se surten gracias a un pozo, pero otras comunidades cercanas han recurrido al lugar para abastecerse. La capacidad de almacenamiento doméstico se ubica en los 2,75 días de promedio; sin embargo, se ha constatado que ha habido interrupción del servicio hasta 3,7 días a la semana. 15% de los encuestados afirmaron no tener agua durante toda la semana.
Posteriormente, el diputado hizo referencia al servicio eléctrico en el que destacó que en promedio se viven 45 minutos de corte de electricidad en Valencia. De esta situación se destaca que el 85% de los encuestados afirman tener fuertes bajones eléctricos de manera constante, colocando en riesgo de daño objetos electrónicos.
Con respecto al servicio de gas doméstico, cuya distribución se encuentra controlada, según los ciudadanos encuestados, por los consejos comunales presenta una irregularidad en los tiempos despacho y los lugares de distribución. Los tiempos se ubican entre uno y cuatro meses de espera para la reposición de las bombonas de gas. De acuerdo al 64% de los encuestados, sus comunidades no están en las rutas de distribución y deben cocinar con electricidad, bombonas prestadas o leña.
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