El cielo nos avisa que se acerca un período complejo. Algunos más que otros, en estos días, deberemos tener cuidado con los cambios imprevistos y confusiones.
Por Patricia Kesselman / Clarín
Es que tendrá lugar uno de los eventos astrológicos más relevantes del mes: el inconstante, vivaz y curioso Mercurio, el planeta de la comunicación y la energía, se pondrá retrógrado -por tercera vez en 2020- este 14 de octubre y así estará hasta el 3 de noviembre.
Este fenómeno, que sucede tres o cuatro veces cada año, es en verdad una ilusión óptica: parece que Mercurio está moviéndose al revés. Sucede cuando el astro pasa entre la Tierra y el Sol para “adelantarse” a nuestro planeta. Eso es Mercurio retrógrado y dura unas tres semanas cada vez.
¿Qué significa que un planeta retrograda?
Cada cierto tiempo, todos los planetas (exceptuando la Luna y el Sol) parecen detener su movimiento en los cielos e ir en retroceso, a esto se le llama movimiento retrógrado.
Este movimiento retrógrado (o apariencia de retroceso) es consecuencia de la diferencia entre las velocidades rotacionales de los planetas al verlos desde un punto también en movimiento, el planeta se ve como si marchara “hacia atrás” en el cielo.
Así, podemos comparar este movimiento con la ilusión que experimentaríamos si estuviésemos en un vehículo que comienza a moverse junto a otro que avanza más lentamente y nos parece que el que está al lado nuestro va retrocediendo, aunque solamente es una ilusión óptica.
Previamente a esto hay un período de “estacionamiento” en el cielo que sucede cuando el planeta pareciera no moverse a causa de que casi no avanza.
Los antiguos le asignaban un mal significado al primer estacionamiento que es el que hace el planeta antes de ponerse retrógrado. “Un planeta en su primer estacionamiento es como un hombre que se halla turbado, sin saber qué hacer de sí mismo y cuyo final es malo”, aseguraban.
En cambio, cuando termina su movimiento retrógrado y se estaciona antes de volverse directo su mirada es más alentadora: “En el segundo estacionamiento es como un hombre que espera algún bien y al final se cumple su esperanza.” Nos trasmite el astrólogo medieval Ben Ezra.
Por lo tanto, los períodos en que más atentos debemos estar es cuando se estaciona antes de cambiar su movimiento a retrógrado y durante la retrogradación misma, especialmente si en esa zona del zodíaco ha sido sensibilizado algún punto de nuestro tema natal.
Mercurio retrógrado en Escorpio
Mercurio, transitando el grado 11 de Escorpio, se pondrá retrogrado el 14 de octubre, retomando su movimiento directo el 3 de noviembre en los últimos grados de Libra.
Cuando Mercurio se pone retrógrado, cualquier circunstancia que comience en esos momentos podrá tener retrasos o no resultar como pensábamos en un principio.
Mercurio retrógrado en el cielo es un muy buen momento para revisar, reordenar, recapitular lo que ya hemos hecho o terminar lo pendiente pero no para comenzar nada.
La retrogradación se produce en los primeros grados de Escorpio con Mercurio opuesto a Urano. Por ello, pueden comenzar momentos errores de juicio, o de comportamiento erróneo.
Este aspecto se relaciona con la imprevisibilidad, con la inmediatez, con la impaciencia, con la necesidad de pensar en cosas nuevas. Desde sentir nerviosismo e intranquilidad hasta acumulación de tensiones: si Mercurio hace conjunción con un planeta o punto sensible de la Carta Natal los efectos pueden ser más notables.
Los efectos sobre cada signo
Como Mercurio está en Escorpio aportará su cuota de carácter detectivesco, psicológico y de naturaleza profunda del hombre, por lo tanto, durante este tiempo será ventajoso bucear y analizar en nuestras emociones más recónditas.
Mercurio en Escorpio, alienta a trabajar en lo profundo de nuestra mente. Será oportuno investigar aquellas cuestiones insondables que nos den curiosidad de conocer para comprender un poco más sobre la naturaleza humana.
Este aspecto de Mercurio influirá hasta el 28 de octubre a los nacidos en los primeros días de los signos Fijos -Leo, Acuario, Tauro, Escorpio- y podemos asociarlo con circunstancias que dan un giro radical de 180°, hechos imprevistos, noticias repentinas que pueden traer inestabilidad o nerviosismo.
En cambio, los que hayan nacido los primeros días de los signos de Virgo y Capricornio, se verán influenciados por ese aspecto de forma más armónica, se trata de un aspecto muy creativo. En su parte positiva este contacto está relacionado también con lo nuevo, creativo y revolucionario. Lo mismo sucede con Cáncer y Piscis.
A partir del 28 de octubre, Mercurio hará su reingreso en el signo de Libra. Desde ese momento y hasta su cambio a movimiento directo, el 3 de noviembre, influenciará en aspecto tenso a los últimos grados de los signos Cardinales -Aries, Cáncer, Libra y Capricornio-, ya que se pondrá en cuadratura a Saturno.
Durante ese período, especialmente el día 2 de noviembre cuando cierren el aspecto exacto, sentirán pesimismo, tensión y tendencia a ver la parte negativa las situaciones. Deberán ser discretos, prudentes y menos críticos.
En cambio, estará en aspecto favorable a quienes tengan puntos sensibles en los signos de Acuario y Géminis pasarán por un buen período para la concentración mental, para fijar la atención en los detalles, lo mismo sucede con Sagitario y Leo.
Cuando Mercurio, que es uno de los planetas que representa a los vientos cambia de dirección, también cambia la dirección de estos. Dice un antiguo texto astrológico “Mercurio: siendo el principal autor de los vientos, por andar cerca del Sol, y en su epiciclo a modo de vara vibrante se mueve con mucha velocidad, percutiendo, y llevando tras de sí el aire con cuyo movimiento causa los vientos».
Por Patricia Kesselman, astróloga y profesora de astrología y tarot. En Instagram: @horoskopo.
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