Ford dijo este jueves en documentos entregados a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) que le costará 610 millones de dólares reparar los airbag defectuosos en tres millones de vehículos y que fueron fabricados por la ya desaparecida Takata.
EFE
Ford señaló que registrará el costo de la llamada a revisión en los resultados financieros del cuarto trimestre de 2020, que se dará a conocer el próximo 4 de febrero.
Esta semana, la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA) denegó una petición presentada por Ford en 2017 para no tener que llamar a revisión a los tres millones de vehículos (2,7 millones en Estados Unidos y otros 300.000 en Canadá) que fueron producidos entre 2006 y 2012.
En noviembre de 2020, General Motors (GM) se vio obligada a llamar a revisión seis millones de vehículos en Estados Unidos para sustituir los sistemas defectuosos de airbag producidos por Takata después de que NHTSA también rechazase la petición del fabricante de evitar las reparaciones.
GM dijo entonces que la llamada a revisión le supondría hasta 1.200 millones de dólares.
La compañía japonesa Takata, durante décadas uno de los principales proveedores de airbag del mundo, produjo decenas de millones de airbag defectuosos que pueden explotar de forma espontánea en el momento de activación de las bolsas de aire.
El problema es la degradación de los componentes químicos del inflador provocada por la humedad y la temperatura ambiente.
Desde que se descubrió el problema, solo en Estados Unidos, alrededor de 70 millones de airbag de Takata han sido llamados a revisión para reemplazar los componentes defectuosos. En todo el mundo, la cifra ascendería a unos 100 millones de airbag.
Al menos 23 muertes en todo el mundo están relacionadas con los airbag defectuosos de Takata y centenares de personas han resultado lesionadas por su explosión defectuosa.
Tanto GM como Ford habían argumentado que el inflador incluido en los airbag de estas unidades, denominado PSDI-5, es diferente «en diseño y rendimiento de infladores de Takata retirados con antelación».
Ford dijo en los documentos presentados hoy que contrató expertos para estudiar el inflador PSDI-5 que «confirmaron la ausencia de cualquier fallo sobre el terreno de esta familia de infladores» y que este componente «no tenía pruebas de degradación» que pudiese provocar los tipos de problemas que llevarían a su inclusión en una llamada a revisión.
«Nuestra petición fue denegada el 19 de enero de 2021», terminó señalando Ford
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