William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar, afirma que la educación superior en estos momentos no tiene ningún desarrollo académico; tomando en cuenta la parálisis provocada por la pandemia; aparte de que tanto los profesores, como los alumnos tienen demasiadas carencias desde el punto de vista tecnológico, como para llevar a cabo las clases desde la distancia.
Por Enrique Meléndez – La Razón
“Creo que a nivel nacional el deseo del régimen de imponer una educación virtual en Venezuela no se ha podido cumplir en un alto porcentaje”, afirma Anseume.
¿Cómo se está desarrollando, a su modo de ver, el año académico universitario, de acuerdo con la cuarentena decretada por el gobierno, a consecuencia de la pandemia del coronavirus?
-Es un poco complicada la pregunta; porque en este momento algunas universidades no tienen ningún desarrollo académico; tomando en cuenta la parálisis provocada por la pandemia; a propósito de la imposibilidad de moverse, hay una retención de los ciudadanos en sus hogares; cuando el régimen ha tenido especial cuidado en reprimir cualquier salida; cualquier traspaso tanto de los espacios, como de los horarios que sólo están permitidos. Entonces, la mayoría de las universidades venezolanas están comprometidas ahorita, especialmente, en los aspectos, que son concernientes a la docencia en la relación estudiante profesor.
¿Se puede considerar que una gran parte de los profesores están llevando a cabo sus clases desde el punto de vista virtual; vía skipe, por ejemplo?
-No, no es así. Si hablamos a escala nacional no es, exactamente, así. Pocas universidades lo hacen, en especial, las privadas, pero no todas. La Universidad Simón Bolívar ha tenido algún desarrollo de este tema de la virtualización; no obstante, hay universidades en las que eso está, prácticamente, imposibilitado por completo. Hablo de La Universidad del Zulia: sabemos como está su situación en la región en particular; con respecto a la conectividad electrónica, que depende en lo fundamental de la electricidad; además de todas las carencias que, tanto los profesores, como los estudiantes tienen.
-Esto es un tema de mucha importancia; cuando se habla de la virtualización; pues, te repito, tanto la docencia, como el alumnado tienen demasiadas carencias; como para poder enfrentar esto con propiedad. Entonces, bueno, no… Creo que a nivel nacional el deseo del régimen de imponer una educación virtual en Venezuela no se ha podido cumplir en un alto porcentaje.
-Porque ahí, por otra parte, entran temas que son de importancia capital, y que han venido siendo señalados, además de las asociaciones de profesores de nuestras universidades, por organizaciones como la Unesco, cuyo informe es bastante claro, con relación a estos aspectos, y que son de suma importancia para América Latina y el Caribe; pero muy especialmente para Venezuela; un país que sufre todos estos rigores extraños, profundos de crisis en todos los servicios públicos; que excluyen la conectividad, y donde entra el peor Internet del mundo; un sistema nacional de electricidad totalmente deteriorado.
-Entonces, si no se suplen estas necesidades, si no se suplen estas carencias es muy difícil considerar la posibilidad de que la educación a distancia se pueda llevar a cabo, y no hablemos de otro tema de mayor magnitud; como es el de la calidad, que se le está dando a la educación de los muchachos; porque se limita mucho desde la distancia; tomando en cuenta que muchos profesores no estamos preparados para esta emergencia; que está ocurriendo en cuanto al manejo técnico; las posibilidades de la identidad, que el muchacho sea aquél que está recibiendo los cursos; que responda a los exámenes.
-Ya ha habido, por ejemplo, ahí en la Universidad Metropolitana un llamado a través de un comunicado; porque ocurrió un problema, una irregularidad con algunos exámenes, y entonces hay un pronunciamiento al respecto. Son temas muy delicados que, obviamente, atienden una crisis, y lo peor de todo esto es buscar complacer a un régimen que trata de solventar estas necesidades públicas con esta urgencia.
-Por ahí me enteré, recientemente, de la destitución de una viceministra, precisamente, porque se oponía a la posibilidad de dar estos cursos a distancia en las universidades; es decir, la universidad en casa; de modo que nombraron un nuevo viceministro; cosas como éstas debemos tenerlas pendientes. Yo parto del principio, de que lo que es bueno para el enemigo, y el régimen se ha declarado enemigo permanente de las universidades, es malo para mí. Entonces, en ese sentido, la universidad no puede considerar buena la posición en este momento del régimen.
-La universidad debe repensarse, debe reactivarse; justamente, aprovechar esta crisis del coronavirus; esta situación de emergencia mundial, para pensar en otros derroteros, para sus planteamientos educacionales; pero después que se tenga la libertad. No en este momento para complacer a un régimen que trata de imponer esto, es decir, que pide y exige que esto se cumpla a cabalidad.
¿Cómo funciona la educación superior en este instante desde el punto de vista administrativo?
-Desde el punto de vista administrativo funciona mínimamente; como efectuar pagos o cualquier otro tipo de cosa que se puede hacer desde la distancia o con poco personal, en caso de que vaya. Pero como no hay asistencia a las aulas de clases; lo cual implica poca actividad administrativa; como, por supuesto, también de docencia, en ese sentido también las universidades están paralizadas.
¿Aún los profesores no han podido llegar a un acuerdo con el gobierno, a propósito de la homologación de salarios, que están demandando?
-No, eso se ha visto imposibilitado; porque se trata de una cuestión que el régimen no ha propiciado, evidentemente. Los profesores seguimos en una situación de percibir sueldos de pobreza extrema, y de tener una situación muy lamentable, si analizamos el desfalco que padecemos en cuanto a seguridad social. Aquí se perdieron las prestaciones sociales. No han pagado los intereses de las prestaciones, por ejemplo, que antes se hacía a comienzos del año.
-Hay personas que están jubiladas, y pasan después de su jubilación; como es el caso de algunos profesores de la USB, más de diez años, y no perciben el pago de sus prestaciones sociales, a pesar de que es ínfimo el monto a cobrar por parte de ellos, y que la Constitución señala con claridad que es un pago que debe hacerse de inmediato, y que si no, entonces debe generar intereses que corresponden a esas prestaciones; sólo que no se cancelan, como te vengo diciendo.
-Entonces, la situación de los profesores universitarios, sumado a la pandemia, es una situación de hambre, es una situación lamentable, de pobreza extrema, como indican todos los marcadores internacionales, con respecto a este tipo de sueldo, que estamos percibiendo.
¿Cuál debe ser la actitud que debe asumir la comunidad universitaria, en su conjunto, en estos momentos?
-La comunidad universitaria debe atenerse en estos momentos a la realidad, y la realidad es que en Venezuela en estos momentos no estamos preparados, para atender virtualmente la problemática universitaria: la docencia, la gestión administrativa. Eso es sobrevenido, y la realidad se impone; porque se van a profundizar esas carencias, que te dije al comienzo. -Se va profundizar el tema, según lo han dicho los especialistas, del deterioro del sistema eléctrico nacional; se van a profundizar el tema de la imposibilidad de las conexiones; se va a profundizar el tema que tiene que ver con la imposibilidad de reparar los aparatos; en caso de que se dañe alguno de ellos; lo cual va a ser un impedimento mucho mayor para el desenvolvimiento de las clases.
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