Hasta en un 500 % se ha registrado el aumento del expendio clandestino de licores en la entidad, según denunció el presidente de la Cámara de Licoreros en el estado Táchira, Johnson Delgado.
María Vargas Cárdenas | La Prensa del Táchira.
Mencionó el vocero que los vendedores informales, que se concentran en su mayoría en La Concordia y alrededores del terminal de pasajeros de San Cristóbal, exhiben de manera ilegal los productos, lo cual afecta la demanda en establecimientos destinados para tal fin.
«La cerveza la colocan cerca del terminal en los anaqueles los vendedores informales, los clandestinos ponen ahí 20 o 30 cajas a la venta», señaló a manera de ejemplo el vocero para ilustrar la proliferación de ventas informales en la ciudad.
Enfatizó además en la actividad «ilegal» que ejercen empresas cerveceras locales que solo tienen permitido el expendio en establecimientos con permisología para la venta de licores otorgada por la alcaldía.
«Hay compañías cerveceras vendiéndole cerveza a Raimundo y todo el mundo. Esas compañías solo le pueden vender a quien tenga licencia, pero resulta que ahora se meten en los barrios, se paran en una esquina y bajan el camión a vender. Esas compañías han dañado, han prostituido el mercado», puntualizó.
Al problema se suman el contrabando y la entrada al país de licores de manufactura extranjera. «El contrabando sigue operando fuertemente tanto en la frontera del Táchira». Aunado a ello, se suma el ingreso al país de productos de manufactura extranjera que entran por el puerto de La Guaira y Falcón «con la penetración de licores importados que no pagan impuestos».
La pandemia sigue golpeando
Respecto a la actividad actual del sector licorero, Delgado reconoció que no ha sido posible recuperarse del impacto causado por la pandemia desde el año pasado.
Pese a que la situación el país ha afectado al sector comercial en general, Delgado dijo que «antes de la pandemia había más movimiento», pero desde el 2020, cuando se declaró la cuarentena para frenar los contagios por coronavirus se «agudizó» la situación para el sector licorero.
«No hemos conseguido decir que hayamos superado las cifras del año pasado. La pandemia sigue golpeando al sector licorero, la vacunación que se ha venido desarrollando masivamente ha bajado el consumo de licor como tal», indicó.
Sin embargo, reconoció que a través de acuerdos con el llamado Protectorado del Táchira, a cargo entonces del electo gobernador, Freddy Bernal, fue posible reactivar de manera progresiva la actividad licorera en los horarios fijados, lo cual ayudó hasta que fue ampliada la flexibilización de la cuarentena el pasado mes de noviembre. Actualmente, se ha retomado la actividad en los horarios normales permitidos.
Porcentaje de ganancias ha disminuido
El sector licorero, además de la competencia desleal que enfrenta, también está sumergido en la imposición de impuestos que resultan desfavorables.
«Pagábamos el 1.8 y ahora pagamos el 3.5 (de las ventas brutas) y eso no da para mantener un negocio licorero hoy en día. Nosotros nos declaramos en emergencia porque realmente no vislumbra un panorama positivo para el sector licorero por la misma situación».
Al respecto mencionó que, según la resolución nacional, «de cada 100 bolívares, 3,5 se lleva el municipio. Con las ventas brutas no se contemplan los gastos administrativos, ni operativos. Es una ordenanza que tiene que evaluarse», pues, según dijo, afecta de manera considerable al comerciante.
Indicó que, producto del alto costo de aranceles las ganancias han disminuido. «Hoy en día las ganancias son muy bajas, antes de la pandemia podíamos ganar entre un 20 y un 25 % a un producto, ahora apenas un 8 o 10 %. Con eso no aguanta para sostener una nómina, ni para pagar los impuestos».
El llamado a las autoridades
Al respecto, Delgado sugiere que es necesario que las autoridades gubernamentales en la entidad entiendan la posición de los comerciantes del sector licorero y emprendan la revisión y evaluación de la tasa impositiva de actividades económicas.
«Hoy en día la renovación de una licencia está entre 400 y 500 dólares (estadounidenses) y eso es sumamente costoso para un licorero (…).»Debemos cumplir con los compromisos, pero en función de lo que uno pueda. Seguir con estas tasas producirá el cierre masivo de negocios, de licorerías. Es terrible», agregó Delgado.
Manifestó que están dispuestos a trabajar mancomunadamente para el desarrollo local. «San Cristóbal necesita de los comerciantes. Nosotros aún creemos en Venezuela, en Táchira, en San Cristóbal. Estamos deseándole el mejor de los éxitos a las nuevas autoridades y queremos trabajar mancomunadamente con ellos, pero que sintamos también el respaldo para el ejercicio nuestro».
Venta de refrescos colombianos no tiene restricciones
Respecto a la prohibición de ventas de marcas de refresco colombiano en la entidad, anunciada en meses pasados por la Contraloría Sanitaria del estado Táchira, el vocero denunció que la medida no se cumple.
«Del refresco colombiano no hay ningunas restricciones. Aquí el refresco lo están vendiendo en todos lados», dijo.
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