El presidente venezolano Nicolás Maduro propuso una ley y una instancia de gobierno «contra el fascismo». Analistas dicen que el gobierno busca con esto justificar acciones contra quienes piensan distinto.
El presidente venezolano Nicolás Maduro propuso este fin de semana una ley y una instancia de gobierno contra el “fascismo” para sancionar “hechos de violencia” que, según dijo, promueven los adversarios del chavismo.
Según analistas, se trata de una propuesta que buscaría aumentar “el miedo y la represión” entre sus opositores y justificar acciones gubernamentales contra quienes opinen distinto o se enfrenten al chavismo, en pleno arranque del proceso de elección presidencial, prevista para julio.
El anuncio de que Maduro presentaría el proyecto de ley y crearía una comisión “contra el fascismo y el neofascismo” y sus expresiones “en la política y la vida nacional” se supo este domingo, apenas días antes de que terminara la inscripción de candidatos para la elección presidencial, donde la oposición no pudo inscribir a la ganadora de la primaria, María Corina Machado, ni a su postulada sustituta, Corina Yoris.
Según el gobierno, la iniciativa nació “en atención a los hechos de violencia” en el país en 2014, 2015 y 2017, en referencia a las manifestaciones de calle contra el gobierno que dejaron decenas de fallecidos y que son parte de una investigación de la Corte Penal Internacional sobre crímenes de lesa humanidad.
Maduro y sus principales voceros, entre ellos Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020, suelen llamar “fascistas” a sus opositores, los acusan de promover conspiraciones y prometen que «nunca» volverán a tomar el poder en Venezuela.
En enero, el gobierno denunció que frustró cuatro “conspiraciones” el año anterior, que involucrarían a gobiernos extranjeros, militares y civiles.
Entre febrero y marzo, cuerpos de inteligencia detuvieron a siete dirigentes del partido de Machado, Vente Venezuela, bajo sospechas de involucramientos en otra “trama” para fomentar protestas violentas y ataques contra el gobierno de Maduro, explicó la semana pasada el fiscal general, Tarek William Saab.
Este lunes, en una marcha oficialista para registrar a Maduro como candidato a la reelección, el Partido Socialista Unido de Venezuela informó del arresto de tres hombres que presuntamente buscaban atentar contra el jefe de Estado.
Una «justificación»
El fascismo es un movimiento político referido al “gobierno autoritario” de Benito Mussolini, en Italia, entre 1922 y 1943, y que el alemán Adolf Hitler “imitó” a través del proyecto del nacionalsocialismo a principios del siglo XX, dijo el doctor en historia y analista Georg Eickhoff.
“La izquierda socialista interpretó estos tipos de movimiento político y de gobierno como una expresión de la lucha de clases bajo el capitalismo”, explicó a la Voz de América Eickhoff.
El fascismo se caracteriza entre otros aspectos por el monopolio de la representación política (partido único), el “culto del jefe” y la “eliminación de la oposición por medio del uso de la violencia terrorista”, según el Diccionario de la Política de Norberto Bobbio, Nicola Mateucci y Gianfranco Pasquino.
Este domingo, el general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa venezolano, dijo que “la estabilidad política”, la “recuperación” económica y la paz del país había que cuidarlas “con tino, celo y determinación”.
Según Padrino López, existe “una facción subversiva” que estaría procurando llevar “nuevamente odio y violencia” a Venezuela.
Los anuncios del gobierno sobre el fascismo son “una justificación para aumentar el miedo y la represión” en el país, diagnosticó el historiador y analista político Ángel Lombardi.
“Los sistemas totalitarios siempre crean un enemigo”, comentó a la VOA, mencionando los apodos del chavismo contra opositores durante años, incluyendo “escuálidos, vendepatria, traidores a la patria, extrema derecha o fascistas”.
Lombardi recordó que el presidente ruso Vladimir Putin fundamentó su invasión a Ucrania en la presunta presencia del fascismo.
“El ‘enemigo’ es quien se le oponga, no importa quién sea (…) lo van a llamar fascista”, afirmó Lombardi.
Eickhoff, cuya tesis doctoral analizó varias formas de gobierno autoritario que se han llamado fascistas, valoró por su parte que Maduro “justifica la violencia como forma de hacer política”.
“Aparentemente, la denuncia del adversario como fascista, en los ojos de Maduro, justifica la violencia contra el que piensa distinto”, dijo en su conversación con la VOA.
Según la Misión Independiente para determinación de hechos en Venezuela, enviada por mandato del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el gobierno de Maduro ha cometido crímenes de lesa humanidad y utiliza sus cuerpos de inteligencia para reprimir a la disidencia mediante prácticas que incluyen tortura y violencia sexual.
El gobierno venezolano rechaza esas acusaciones.
El experto de origen alemán explicó que aquellos gobiernos que se describen como “expresión auténtica” del pueblo suelen promover la idea de que los antagonistas del gobierno son los mismos adversarios del pueblo.
Según Eickhoff, así se “justicia la violencia” contra el “enemigo” del gobierno.
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