“Yo llegué a este país en 2006, comencé a gestionar mi marcha después del paro petrolero. Me vine por el futuro de mis tres hijos. Jamás pensé que aquí en los Estados Unidos nos alcanzaría la delincuencia que tanto nos afectó en Venezuela”, cuenta Marisela Castillo * (nombre sugerido) al referirse a las razones de su apoyo a la candidatura de Donald Trump en las elecciones del pasado martes.
Castillo, de 44 años, respalda la promesa de deportación de migrantes en masa que propuso Trump.
“¿Cómo no apoyarla? La administración de Joe Biden dio rienda suelta al caos y al desorden. La inseguridad se disparó en la mayoría de los estados y hasta el Tren de Aragua se enquistó en este país. Necesitamos mano dura contra lo que está pasando”, añade. Y agrega, además un factor crucial en paralelo. “Extraño la economía del primer gobierno de Trump”.
En redes sociales, comentarios como el de Marisela, quien prefiere mantener su nombre bajo reserva por recientes conflictos familiares, abundan. Forma parte de un grueso, no solo de venezolanos que impulsan medidas anti-migratorias severas sino a quienes sostienen las bases de un voto latino que superó el 45 % de respaldo a los anuncios del próximo administrador de la Casa Blanca.
“Emigro, pido comprensión, invoco el sueño americano, denuncio la dictadura de mi país, digo que este es un país de inmigrantes. Cuando tengo mis papeles y me hago americano, me meto a republicano y me anoto en la agenda xenófoba ¡Qué vergüenza es la gente a veces!”, expresa en X, Alonso Moleiro, periodista residente en los Estados Unidos, sobre la posición de quienes ostentan la ciudadanía y muestran una posición radical contra quienes huyen recientemente de Venezuela.
Resentidos, ¿herencia de Chávez?
Marcos Garzón, sociólogo venezolano de la Universidad de Chile y maestrante en Gobierno y dirección pública, reconoce de entrada, como a pesar del tiempo la sociedad venezolana sufre las secuelas de una polarización política que trascendió hasta mutar en resentimiento social.
“Recordemos que toda persona que ingresa por paso no habilitado en algún país de acogida hay que revisar el contexto de por qué está saliendo de su país de origen, en este caso, muchos de los venezolanos que emigran lo hacen de manera forzosa, huyendo del Gobierno de Nicolás Maduro”, plantea.
Si bien entiende que el gobierno de los Estados Unidos aplique cualquier medida para garantizar la paz y la estabilidad dentro de su territorio nacional, cuestiona la segmentación impulsada por algunos connacionales.
“Más allá de si los expulsan o no, dentro de los países de acogida, se ve como una especie de segmentación: el legal y el ilegal o el regular o irregular, pero en el fondo todos somos seres humanos y la diferencia es una condición administrativa o jurídica y eso es distinta. Lo triste es que hay un resentimiento social instalado en cada uno de los venezolanos que promueven el odio, la discriminación, la xenofobia y generan un ambiente hostil y se empeñan en diferenciar a una clase de venezolanos como de primera o de segunda”, advierte.
Para el sociólogo y experto en materia migratoria, al momento de restablecer la democracia en Venezuela el trabajo más difícil de la ciudadanía será poder ver y apreciar los nuevos procesos de composición social porque, en su percepción, la población está fracturada y resentida socialmente.
Garzón recuerda la frase: “Chávez vive” para contextualizar en lo que considera una tragedia.
“Si algo instaló Hugo Chávez y quienes hoy gobiernan Venezuela es la división de la familia por medio del resentimiento: Eso de que tú eres más o eres menos y esa división la hemos ido llevando a los países de acogida. El hecho de que yo te señale porque tu entraste por paso no habilitado no significa que sea más o menos que tú, sino que existen condiciones distintas que se utilizan para excluir y promover el odio”.
Redes que arden
“¿Habrá puertorriqueños que votaron por Trump? ¿Venezolanos, mexicanos, salvadoreños, diciendo: ‘Basta de inmigrantes y de socialismo’, los americanos queremos calidad de vida? Pues sí. Hasta ahí se trepó la estupidez de este mundo”, insiste Moleiro en redes sociales.
Las reacciones llegan en cadena.
“Que equivocado estás Alonso… las ideas progres o woke ya tienen cansados a muchos… y si basta de inmigrantes ilegales que estropean la situación de migrantes legales con años en procesos para vivir en Estados Unido. Disculpa, pero la izquierda en el mundo tuvo su oportunidad”, le contesta @lasister73, quien sostiene que Kamala Harris, como vicepresidenta de Biden no hizo nada, ni por el rescate de la economía, ni para evitar el colapso ocasionado por el ingreso de irregulares.
Marisela insiste que cuando Trump fue presidente la economía estadounidense destacó por su solidez. Y actualmente se encuentra en declive.
José Pérez, zuliano que atravesó la selva del Darién con su esposa y su hijo y trata de poner su documentación en regla en Houston, rompió toda relación con dos primos que si bien no tienen ciudadanía están cerca de obtenerla, y a cuatro vientos, criminalizaron a los migrantes que entraron al país en los últimos cuatro años.
“Subieron unas historias. ‘Se les acabó la comiquita a todos. Pronto estarán en un avión de regreso”. Eso fue una semana antes de las elecciones, entre otros mensajes que le resultaron dolorosos.
Pérez sintió desprecio. Reconoce que no eran cercanos, pero llegaron a compartir varias vacaciones en su niñez.
“Me dieron náuseas y sudor frío y sí, se me salió una lágrima. Si no nos veníamos como lo hicimos creo que Santiago (su hijo de 9 años) se me iba a enfermar porque no estábamos comiendo bien. Podrán criticarnos, pero por él me la jugué”, sostiene.
Pérez es comunicador y aunque comprende la posición de Trump lo que le duele es la etiqueta que emanan quienes pensó al menos entendían lo que millones están viviendo.
¿Trump versus Maduro?
A este factor, Luis Peche Hernández, internacionalista, le agrega uno relacionado con la polarización entre nuestros connacionales y asocia a esta posición de un sector pro-Trump, más allá de su oferta de expulsión masiva de migrantes, al tema político venezolano.
“Trump es visto como un líder que podría tener más mano dura contra Nicolás Maduro y mucho más luego de lo sucedido el 28 de julio, aunque no haya certezas hasta sobre lo que será su postura”, explica y condimenta su análisis el sacudón estadístico que dejó el voto latino.
Si no me equivoco de 30 puntos porcentuales más en esta elección con relación a la de 2020. Creo que fue el cambio más importante del panorama político de los Estados Unidos. Eso puede tener que ver con razones económicas más que cualquier otra cosa. Trump fue visualizado como un mejor gestor de este tema y Kamala por ser vicepresidenta de Biden no logra escapar de este vínculo”.
Castillo se circunscribe a ese círculo que cuestiona fuertemente al actual gobierno por acciones relacionadas con el factor político. Y recuerda con vehemencia: “Biden soltó a los sobrinos de Cilia y a Alex Saab. También disminuyó las sanciones dándole poder al gobierno venezolano”.
Y sobre el tema migratorio explaya sus vísceras: “Lo otro es que nos guste o no, el Presidente debe enfocarse en el bienestar de su país y no en cómo salvar a venezolanos”.
Entretanto en X, Alonso Moleiro batalla en rechazo de la posición de quienes lograron embarcarse antes en el Titanic y ahora empuja al resto.
Luis Márquez @60Luismarquez le riposta: “Hermano, ¿Cómo empieza la mayoría de los choferes de plaza? Te digo, empiezan como piratas (así se les dice a los choferes que no pertenecen a líneas registradas). Luego de entrar a una línea de transparente legal los ves luchando en contra de los piratas. ¡Fuera los piratas!”.
Moleiro destaca lo que considera como “oportunismo mediocre” y sin interés en lo que le suceda a terceros. Y así le contesta: “Sí, por eso es que tenemos una sociedad descompuesta, egoísta y sin valores”.
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