Siete días duró la huelga de hambre protagonizada por más de 800 presos de la Comandancia General de la Policía en San Felipe, estado Yaracuy, situación que fue denunciada en su momento por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Los presos se unieron a la huelga en señal de protesta por el hacinamiento y el retardo procesal, mismo que ha hecho que dentro de los calabozos haya un gran número de penados, quienes ya deberían ser trasladados a centros penitenciarios; otros a quienes les corresponde un beneficio e incluso algunos que han cumplido las penas completas y continúan presos.
Tras un arduo trabajo de campo, el equipo del OVP en Yaracuy determinó que el hacinamiento en dichos calabozos policiales es tan crítico que ha generado una acelerada y preocupante propagación de enfermedades, siendo la tuberculosis la principal patología. En el 2019 durante el mes de julio se registraron 30 casos y en noviembre eran más de 70; mientras que en lo que va de enero del 2020 sobrepasan los 100 casos de tuberculosis en esa comisaría.
Carolina Girón, directora del OVP, advirtió que los presos infectados por tuberculosis deben ser atendidos de inmediato, además de suministrarles el respectivo tratamiento, pues de lo contrario se podría generar una epidemia dentro de los calabozos que acarrearía el contagio de la mayoría de la población, y causaría la muerte a quienes ya se encuentran enfermos y no han recibido atención médica.
Es de resaltar que los familiares de los presos de PoliYaracuy, en vista de que llevaban días en huelga de hambre y no recibían respuestas de la directiva de la comandancia, se trasladaron hasta Caracas para hacer entrega de una carta donde expusieron la problemática de los presos de esa comandancia, así como también solicitan atención médica, traslado a los tribunales y el respeto de sus Derechos Humanos.
La carta fue remitida este lunes 20 de enero a Iris Valera, titular del Ministerio de Servicios Penitenciarios, y con copia al Tribunal Supremo de Justicia, al Fiscal General y a la Defensoría del Pueblo.
El martes 21 de enero los presos levantaron la huelga de hambre, con la promesa de que cada caso sería revisado por el poder judicial del estado Yaracuy y que además recibirían asistencia de la directiva policial.
Escapó un preso con tuberculosis
Asimismo, OVP conoció la fuga de un preso con tuberculosis, hecho ocurrido en el Hospital Victorino Santaella en Los Teques, estado Miranda.
El lunes 20 de enero, Rolando Antony Colmenares Batista, de 22 años de edad, se fugó del centro asistencial. Este muchacho estaba bajo la custodia de la Policía del estado Miranda.
Rolando Antony estaba en los calabozos de PoliMiranda cuando contrajo tuberculosis. Fue allí donde comenzó a complicarse su cuadro de salud, pues presentaba fiebre alta y deficiencia respiratoria, por lo que ameritó su traslado al centro asistencial, donde fue atendido por varias semanas.
Al parecer, el hombre recobró fuerzas y planeó su fuga, sin que los funcionarios policiales pudieron hacer nada para impedirlo.
Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones
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