Respondiendo al llamado del Consejo Universitario de la Universidad de Oriente, en atención al informe presentado por los decanos de los diferentes núcleos; profesores y estudiantes hacen de «tripas corazón» para terminar con las asignaturas correspondientes al primer semestre de 2019. Para las materias prácticas, los bachilleres solicitan a las autoridades académicas la extensión del lapso para lograr los objetivos.
En medio de las vicisitudes derivadas por la pandemia de COVID-19, al considerar que no están dadas las condiciones para impartir actividades presenciales y semipresenciales, el Consejo Universitario de la Universidad de Oriente avaló este 14 de octubre la continuación del semestre (I-2019), lapso académico que aún está por concluir en tres de los cinco núcleos del alma mater oriental.
De acuerdo con la resolución del Consejo Universitario udista, solo los núcleos de Bolívar y Nueva Esparta han reportado el final de la programación establecida para el primer semestre de 2019.
Para las sedes de Anzoátegui, Sucre y Monagas, el órgano instó a sus autoridades a contactar a los profesores para que a través de los mecanismos tecnológicos disponibles, se finiquiten aquellas asignaturas que hayan cumplido con 70 % o más del contenido programático.
Aquellas asignaturas que por su condición particular requieran de actividad semipresencial, el Consejo Universitario determinó que la misma se realizará con estricto apego a las normas sanitarias de bioseguridad. El Consejo sugirió la división de cada sección en grupos de no más de ocho estudiantes para su debida atención.
A la par de ello, las autoridades universitarias acordaron que se declararán como no cursadas aquellas asignaturas cuyo contenido programático, a la fecha actual, no haya completado por lo menos 69 % del programa.
Los estudiantes de Medicina de último año del Núcleo Bolívar, que están cursando la última rotación, y a quienes les faltan solamente cinco semanas para culminar su escolaridad, quedaron autorizados para que sean distribuidos en diferentes centros asistenciales de la entidad. La misma medida se determinó para sus pares de Anzoátegui.
La discusión de tesis de pregrado, posgrado y doctorado, seguirán autorizadas en iguales condiciones a lo establecido en la resolución de fecha 16 de abril de 2020. La discusión se podrá hacer semipresencial con un aforo de no más de ocho personas y cumpliendo estrictamente las normas de bioseguridad.
Haciendo de tripas corazón
Para poder cumplir con las instrucciones del Consejo Universitario, tanto profesores como estudiantes han tenido que sortear limitaciones para poder finalmente concluir las asignaturas pendientes.
José Luis Sánchez, profesor de Economía en la Escuela de Administración del Núcleo Sucre, habilitó un terreno en su vivienda, donde recibe a sus alumnos por grupos, y así dictar algunas clases presenciales.
He podido coordinar con los alumnos un intercambio de asistencia presencial para evaluar de manera modular el contenido académico programático pendiente. Por varias situaciones atiendo en mi casa a los alumnos, muchos se han ido del país y por eso el grupo es pequeño y además de eso, buena parte no cuenta con recursos tecnológicos (teléfonos, tabletas, etc) para atender las clases vía online”, dice.
Consejo Universitario
Sánchez es partidario de que el inicio del nuevo periodo académico debe darse cuando todos estén vacunados, pero mientras ese día llega, “hay que lidiar con lo que hay y asegurar las medidas de seguridad sanitaria para evitar posibles contagios”.
Siguen ingeniándoselas
Pese a las limitaciones de conectividad, la tecnología ha sido una aliada para la profesora Blanca Rojas, aunque debe “cuadrar” con sus estudiantes días y horarios en donde todos puedan conectarse porque las condiciones del núcleo de Sucre no les permiten siquiera la opción de impartir clases de forma semipresencial.
El curso de Rojas, quien imparte clases en el departamento de Física, apenas es de seis estudiantes. Refiere que además de recursos como Google Classroom o WhatsApp y Telegram, la parte práctica la desarrollan con un programa llamado Teamviewer que le permite al estudiante conectarse al equipo mientras lo maneja el docente.
Lorena Abadía, profesora de postgrado de la cátedra de Biología Aplicada, afirma que no ha tenido acceso a su laboratorio desde los saqueos a las instalaciones del Instituto de Investigación de Biomedicina y Ciencias Aplicadas (IIBCA UDO) ocurridos en junio pasado, lo que dificulta que sus estudiantes culminen su tesis.
No hay acceso a los laboratorios. Los reactivos se dañaron y no hay posibilidad inmediata de restituir los equipos que fueron violentados”, sostiene.
Abadía sólo tiene tres estudiantes y ha sido cuesta arriba procurarles los medios para culminar satisfactoriamente el contenido académico pendiente. El contacto con ellos ha sido complicado porque no tienen teléfonos.
“El director de IIBCA, Dr. Benjamin Hidalgo, hizo un llamado a los investigadores para que visitaran la sede del instituto y realizaran un inventario del estado de sus laboratorios y equipos, a fin de gestionar unos recursos a través de un plan operativo que permita reponer y realizar las reparaciones más urgentes para habilitar algunos espacios académicos”, comentó.
Posición estudiantil
Estudiantes del núcleo Sucre de la UDO solicitaron al Consejo de Núcleo la extensión del lapso de culminación académica, de manera que a quienes les falta terminar las materias prácticas puedan organizarse —ya que estas son su última carga académica— y puedan graduarse.
Los estudiantes proponen que las materias prácticas de química y bioanálisis sean dictadas en los laboratorios de bioanálisis, ubicados en la sede del Hospital de Cumaná, para que sus compañeros puedan aprobar el 70 % del contenido programático tal y como lo exige el Consejo Universitario, y las mismas no seas declaradas “no cursadas”.
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