Según la periodista Sebastiana Barráez, la detención de José Pinto, líder del Movimiento Tupamaro, fue resultado de una pugna interna impulsada por Tareck El Aissami e Hipólito Abreu.
“Después aparece involucrado en esa situación de la muerte del muchacho. El problema es que Pinto se puso a amenazar con soltar la lengua de los negocios en el Ministerio y por eso lo callaron de una. Imagínate, eso pasa con él que se creía intocable y rodó, pero quedará como un capítulo más de la pauperización de la política venezolana”.
Destaca que “los tupas no son lo de antes” y relata que desde que Alberto El Chino Carías se les abrió, “quedaron sin brazo operativo y con poco poder de fuego”. A juicio de este líder Colectivo “quizá por el tiempo y los años Pinto se dedicó a hacer negocios y se distanciaron de los Colectivos. Se quedaron con pequeños grupos de escoltas”.
Finalmente considera que “su peor error fue que se le entregó al Partido Socialista Unido de Venezuela, distanciándose de los otros partidos que tienen algún peso político y de masas. Lo está pagando caro. De paso están dejándole claro a todos, que el poder es del PSUV y no van a compartir con más nadie”.
El 13 de junio, Pinto Marrero publica: “Es hora para desenmascarar los intentos genocidas del sector de Hipólito Abreu quienes han llegado a los extremos de la derecha desestabilizadora, pido al tribunal disciplinario sacar el audio donde este señor renunció al partido y busca destruirlo”.
Al día siguiente publica: “La intención de los conspiradores es clara, montamos el falso positivo para atacar moral y físicamente, obtener una declaración para judicializar, campaña mediática, nos apoderamos del partido y lo entregamos como franquicia, hay muchos actores en esto y muy pronto saldrá”.
Oswaldo Rivero, alias “Mango”, sale en defensa de Pinto Marrero. Así es como el 15 de junio publica un hilo destacando que son una organización de izquierda, que seguirá luchando junto al pueblo. “No caeremos en la trampa de la derecha infiltrada en este proceso, no podrán ponernos en la acera del frente. Seguiremos luchando contra los poderosos económicos”.
Es por demás bastante significativo el punto cinco: “El movimiento revolucionario no es franquicia de hamburguesa, es una organización revolucionaria, por lo tanto esto no lo decide ni ministerio, ni institución burócrata”. Y finaliza diciendo: “El linchamiento moral contra nuestra organización continuará, lo sabemos vendrán ataques contra el MRT”.
El 17 de junio, contra todo pronóstico, el líder de MRT Pinto Marrero fue detenido. Ante ello alias Mango, mucho más prudente, publica en sus redes sociales que existe un plan, sin atreverse a mencionar ideado por quien, pero que contempla “1- Ir al TSJ, introducir una demanda para apoderarse del partido Tupamaro. 2- Enlodar el nombre de la dirección política del MRT (asesinato, drogas, violación) falso positivo. 3- Linchamiento moral y mediático 4- Inhabilitados por la situación jurídica te quitan el partido”.
Aunque alias Mango no se atreve a explicar a quién se refiere con la “derecha infiltrada” y mucho menos quién quiere apoderarse del partido MRT, es porque no es precisamente al Ministro de Transporte, Hipólito Antonio Abreu Páez, a quien se refiere y quien desde el 14 de junio no aparece a pesar de los feroces ataques que ha recibido de quienes lo consideran traidor por querer apropiarse del MRT, ni se ha pronunciado por la detención de Pinto Marrero. El verdadero cuidado es con El Aissami.
La reacción mayoritaria de la organización ha sido pasar de solicitar a Tarek William Saab, Fiscal General designado por la Asamblea Constituyente, a exigirle respeto a la inmunidad del líder Tupamaro, Diputado al Consejo Legislativo del estado La Guaira, señalándolo de que “enjuicia y condena públicamente, violando la presunción de inocencia, actuando como juez”. MRT apenas está entendiendo que hace mucho rato la administración de justicia en Venezuela no respeta inmunidad alguna.
El 15 de junio, Tarek William Saab informa, a través de un pronunciamiento público: “Hemos solicitado órdenes de aprehensión contra José Pinto Marrero, José Fidel Blanco, Jesús Sánchez Roquett y Jesús Ibarra, por su responsabilidad en la muerte de un adolescente de 16 años, George Soto Berroterán”.
Dijo que las investigaciones determinaron que “la muerte del adolescente George Soto y las lesiones sufridas por Juan Romero fueron ocasionadas por los escoltas de Pinto y pescadores que actuaron premeditadamente bajo sus instrucciones. Esto debido a que todo ocurrió dentro de su propiedad, encontrándose él mismo a escasa distancia de donde se ejecutaban los hechos”.
Explico Saab que el 2 de junio, el pescador Juan Pablo Romero denunció haber sido agredido en la finca La Tupareña, y haber visto cómo golpeaban al adolescente desaparecido. “El 23 de mayo en la noche, José Pinto dio instrucciones a sus escoltas para que agredieran a Juan Romero hasta que éste admitiera haberse apropiado de mercancía y dinero producto de la faena pesquera”.
“Los escoltas sometieron y golpearon a Juan Romero con sus armas y exigieron al resto de los pescadores que también lo golpearan; entre ellos al adolescente George Soto Berroterán, quien se negó a hacerlo, lo que motivó que fuese objeto de golpes por parte de estos ciudadanos, quienes lo señalaron de ser cómplice en el hurto. Juan Romero logró escapar y se internó en la montaña”.
“El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas inició investigaciones y el 12 de junio halló una pequeña fosa sellada con concreto, una osamenta y sobre ésta un bolso con prendas de vestir y documentos personales del adolescente”.
Desde hace muchos años el líder Tupamaro José Pinto era señalado de varios delitos, incluso por el uso de armas de guerra, que en Venezuela sólo le está permitido a la Fuerza Armada Nacional. Jamás fue investigado. Ahora es denunciado, investigado, y detenido; todo en menos de dos semanas.
Con información de Infobae
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