Este martes, la Policía Nacional Anticorrupción de Venezuela, órgano adscrito al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), ejecutó ayer “aseguramiento” de instalaciones de ALTUM, un restaurante en una plataforma elevada con grúa hasta 50 metros.
“La medida cautelar de aseguramiento de bienes indica que sobre el parapeto y sus dueños existen sospechas de participar en delitos”, explicó La Tabla, canal de propaganda del régimen venezolano.
Por medio de una fuente experta de La Tabla, se detalló que el empresario Rafael Hernández Quintero, capturado por la PNCC hace unos días, fue identificado como el testaferro de Joselit Ramírez (jefe capturado de la SUNACRIP), y hacía parte del negocio del restaurante.
«#ParaQueSepas El aseguramiento de bienes es una medida cautelar que tiene por objeto preservar los bienes relacionados con algún delito, la ejecución de la medida efectuada por la #PNCC nos orienta a que la grúa de Altum es un bien relacionado con un hecho de corrupción».
Altum, con tarifas para cada persona de entre 140 y 180 dólares según el menú, tenía una capacidad para 25 clientes por cada elevación; y que eran atendidos por al menos unos ocho empleados.
#ParaQueSepas El aseguramiento de bienes es una medida cautelar que tiene por objeto preservar los bienes relacionados con algún delito, la ejecución de la medida efectuada por la #PNCC nos orienta a que la grúa de Altum es un bien relacionado con un hecho de corrupción.
— La Tabla (@latablablog) May 16, 2023
Vale acotar que a principios del mes de mayo, el restaurante Altum, cerró sus puertas y ya sus comensales no son elevados a 50 metros de altura para degustar su propuesta gastronómica.
En declaraciones a Unión Radio, el propietario del establecimiento, Nelsy Blanco, atribuyó el aterrizaje forzoso al «miedo a las alturas» de muchos consumidores que consideraban la experiencia incómoda.
«Siempre tuvimos un estimado de 50 personas diarias como mínimo, y en el momento en que mejor estuvimos, iban 13 personas diarias en promedio. Había 20 personas hoy y mañana no había nadie», se queja de la inestabilidad de la demanda.
Igualmente, el empresario de la restauración considera que hay una «sobreoferta» gastronómica en la capital, pero durante los pocos meses de funcionamiento de Altum fueron elevados 250 comensales.
Las promociones
Pasada la excitación propia por la novedad, rápidamente se comenzó a observar una baja de la afluencia, por lo que hubo que recurrir a promociones para tratar de incentivar un mayor consumo, pero parece que los resultados no fueron lo suficientemente robustos como para sostener el restaurante.
«El costo de esta experiencia culinaria en las alturas, inició con un costo de 180 dólares, por un par de semanas, un precio que fue disminuyendo a 140 dólares durante otras semanas, para finalmente, ofrecer tres paquetes de 50, 100 y 140 dólares, por persona», dijo Blanco en la entrevista citada.
La Cámara Nacional de Restaurantes (Canares) ha advertido sobre una tasa de sobrevivencia baja de los nuevos restaurantes; sin embargo, no descarta que se produzcan nuevas aperturas en lo que resta del año, especialmente en los mercados más suculentos, como Caracas y otras capitales del país.
De hecho, el presidente del gremio de restaurantes, Iván Puerta, advirtió, en una entrevista publicada por Banca y Negocios en febrero pasado, que la tasa de mortalidad de los establecimientos durante el denominado «boom» económico en 2022 podría llegar a 60% en el presente año.
El negocio de los restaurantes en Venezuela se ha hecho especialmente volátil, sobre todo porque ha habido una sobreafluencia de inversiones, que no de inversionistas, en el mercado con propuestas dirigidas a consumidores de alto poder adquisitivo, pero se trata de un segmento de clientes muy reducido que fue sometido a una oferta costosa y con poca diversidad de propuestas, indican fuentes del sector consultadas.
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