Una nueva burbuja económica se está dando en zonas del este en ciudades como Barquisimeto, municipio Iribarren del estado Lara y de urbanismos de Palavecino de la misma entidad, por la cantidad de casas que están siendo compradas, demolidas, algunas remodeladas o ampliadas para uso comercial, violando lo establecido en la Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL) que estipula que las zonas residenciales no pueden ser modificadas porque alteran el normal desarrollo de la ciudad. Expertos en planificación urbana aseguran que se está creando una anarquía en varias comunidades donde ahora proliferan bodegones, abastos, ventas de autopartes, tiendas de electrodomésticos o concesionarios como respuesta a la crisis económica del país, y a la falta de controles gubernamentales.
Ana Uzcátegui | La Prensa de Lara
«Nueva Segovia se está convirtiendo en la nueva Mercedes que en la década de 1970 surgió en Caracas. Eran residencias conformadas por quintas que con los años se convirtieron en grandes comercios», soltó Eldi Montero, presidente de la Cámara de Comercio de Lara, al analizar lo que está ocurriendo en la zona este.
La aparición de bodegones se da por la flexibilización económica que ha decretado el gobierno para importar productos terminados sin pagar aranceles de importación o Impuesto al Valor Agregado (I.V.A), ha hecho que desde 2019 zonas enteras de la parroquia Santa Rosa en Iribarren se estén transformando. A finales de 2020 en plena pandemia se vio también el surgimiento de estos comercios en Cabudare.
«Se ha evaluado que estos nuevos bodegones son, en la mayoría de los casos, propiedad de venezolanos que habían migrado y por la pandemia retornaron invirtiendo en inventario importado por las facilidades que hay. No necesariamente son enchufados, muchos son emprendedores que están ganando grandes sueldos a través de las ventas en dólares», apuntó. Este sector no activa el aparato económico del país. Según estimaciones del Observatorio de Finanzas de la Asamblea Nacional electa en 2015. Quienes pueden comprar en estos establecimientos son apenas el 6% de los venezolanos que tienen un sueldo en dólares, o patrimonio en divisas extranjeras.
Anivett Reyes, arquitecto y directora de Planificación y Control Urbano (PDCU) de la Alcaldía de Iribarren, informó que zonas como Los Cardones, adyacente al parque el Cardenalito del Este, Fundalara, Nueva Segovia y algunas casas en Santa Elena, han sido transformadas para colocar estos negocios. Afirma que en aquellas donde solo se hacen remodelaciones, el 95% de los casos no cumple con los permisos municipales para construir, violando las variables urbanas establecidas en el PDUL.
«Se ha evaluado que estos nuevos bodegones son, en la mayoría de los casos, propiedad de venezolanos que habían migrado y por la pandemia retornaron invirtiendo en inventario importado por las facilidades que hay. No necesariamente son enchufados, muchos son emprendedores que están ganando grandes sueldos a través de las ventas en dólares», apuntó. Este sector no activa el aparato económico del país. Según estimaciones del Observatorio de Finanzas de la Asamblea Nacional electa en 2015. Quienes pueden comprar en estos establecimientos son apenas el 6% de los venezolanos que tienen un sueldo en dólares, o patrimonio en divisas extranjeras.
«Todas estas zonas del este de la ciudad están establecidas como uso residencial en el PDUL. Iribarren sólo tiene como uso exclusivo comercial las zonas industriales, porque el centro de la ciudad es de uso combinado entre comercial y residencial. Las demás zonas son exclusivamente de uso residencial, pero lo que pasa es que muchas se construyen porque los consejos comunales lo permiten. Hay una herramienta en el PDUL que permite hacer esa consulta a los consejos comunales, pero lo que ignoran es que igual para construir hasta un baño dentro de una vivienda, deben solicitar los permisos en la Dirección de Planificación Urbano, para determinar si esa construcción no atenta contra la vivienda del vecino», explicó.
Entre los permisos que se deben solicitar está el ampliaciones, de acuerdo al PDUL de Iribarren se debe respetar una distancia determinada para no atentar contra la vialidad. Posteriormente se debe hacer una consulta de las variables urbanas, para determinar la zonificación, cumplir con los retiros de frente, lateral, y de fondo de la obra. El tercer es presentar el proyecto ante el DPCU. «Se otorgan los permisos de construcción solamente si el dueño presenta los documentos de propiedad», resaltó Reyes.
Para leer la nota completa, pulsa aquí
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.