En plena pandemia solo 4% de los venezolanos tiene acceso al suministro de agua potable de manera continua y limpia, 21,4% denuncia no contar con el servicio desde hace más de 7 días y 74% de la población no tiene suministro de agua potable de manera regular y la que reciben es de baja calidad. Así lo registró la Encuesta Crisis Venezuela 2020 que adelanta la Comisión de Expertos de la Salud para hacer frente al COVID-19.
Por planpaisvzla.com
Pero la realidad supera esos números. La mayoría de las zonas de la Gran Caracas llevan al menos 10 días sin recibir agua, lo que ha generado un gran número de protestas de calle a pesar de la cuarentena por la pandemia.
Ante este panorama el régimen no tiene idea de la dimensión del problema y por ende tampoco tiene idea de la solución.
Diagnóstico
La mesa técnica de Agua Plan País explica que “la única estación de bombeo que podía alimentar el sistema Tuy II (Taguacita), quedó fuera de servicio por un accidente, dejando a más de media ciudad sin agua, ya que las fuentes alternas a esa estación de bombeo han sido abandonadas y por ende no funcionan”.
Esta realidad se replica a lo largo y ancho del país. “Todas las instalaciones que embalsan, potabilizan o distribuyen el agua en Venezuela son las mismas desde hace 22 años. No se ha incorporado infraestructura nueva y ninguna de las obras que estaban pendientes de entrar en servicio lo han hecho a pesar de que algunas están construidas o medio construidas – como por ejemplo en Caracas Tuy IV que debió estar listo desde hace 5 años pero no existe”.
A la falta de nueva infraestructura necesaria se suma que la existente está deteriorada por no cumplirse con los planes de rehabilitación. Esto se traduce en que cada vez se tiene menos disponibilidad en los equipos que existen y no se cuenta ni con 40% de funcionamiento en la capacidad instalada.
El Recurso Humano
Al tema de falta de nueva infraestructura y déficit en el mantenimiento de la que existe, se suma que “la dirección de las empresas hidrológicas está en manos de gente que no tiene experiencia en el área y que ha habido un deslave del personal – sobre todo técnico y capacitado – por el éxodo de los venezolanos, dejando a una nueva camada de trabajadores que poco saben de esto”.
La falta de recurso humano calificado empeora la situación “cuando tienes problemas operativos tan grandes como los que tenemos en la actualidad y necesitas personal capacitado y con mucha destreza y tecnología para darle agua a tanta gente con tan poco”.
Mal Manejo y opacidad
Si a todo este panorama se suma que las empresas hidrológicas están quebradas el panorama es aún más oscuro. “Estas empresas tienen un dinamismo, que implica hacer miles de cosas todos los días y para ello requieres contar con recursos, pues el mantenimiento debe planificarse con anticipación para solicitar a las empresas internacionales los repuestos a medida; lo cual solo puede hacerse con cartas de crédito en el exterior y eso hoy no es posible.”
“Ante la poca confiabilidad del mundo en el régimen, éste ha decidido sustituir equipos de tecnología europea o norteamericana por equipos iraníes o chinos, y el fracaso ante esto ha sido notable”.
Fracaso que se ha profundizado cuando el régimen en lugar de ocuparse en recuperar el sistema para brindar un óptimo servicio de agua pone todos sus esfuerzos en ocultar el problema.
“Este es un momento muy crítico en el que todos los servicios públicos van en picada, pero en el caso del agua la salud de la gente está en peligro por temas de salubridad y por lo esencial de este líquido para combatir el COVID-19”.
Soluciones Plan País
La mesa técnica de Agua de Plan País considera esencial conformar un Gobierno de Emergencia Nacional para atender el problema de este servicio público. Una vez que ocurra ese cambio se podría ejecutar los primeros pasos que Plan País plantea:
1 Plan rápido para garantizar agua en los principales hospitales del país.
2 Nombrar a profesionales capacitados para dirigir las empresas hidrológicas y el tren ejecutivo, con base en una selección protocolizada, que permita poner a los mejores, con conocimientos que les permita entender cómo funciona una organización de ese tamaño y con esa responsabilidad.
3 Con la poca agua y el sistema deteriorado que se cuenta, hacer las mejores maniobras de distribución para atender el requerimiento de los venezolanos.
4 Ejecutar un plan rápido de recuperación de los puntos neurálgicos o cuellos de botella de los sistemas.
La mesa técnica de Plan País asegura que los resultados en la distribución de agua podrían verse pronto. En seis meses se podría mejorar la calidad si se hacen las cosas bien y se trabaja en mejorar. En dos años se lograría una recuperación primaria y en cinco años se revertiría el sistema al punto en el que estaban antes de la crisis.
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