De nada sirvieron las amenazas, las advertencias ni las presiones para que los militares venezolanos regresaran a los cuarteles después de las vacaciones navideñas. Ni siquiera la orden de que los Comandantes de Escuadra fueran hasta la vivienda de los militares y hablaran con sus familiares para que les recordaran la obligación que tenían de reintegrarse, evitaron que miles de ellos prefirieran desertar.
Si algo impresiona en la lista de los desertores es la gran cantidad de mujeres, tanto las de tropa como oficiales, que decidieron abandonar a la institución armada. No era común encontrar femeninas entre quienes se arriesgan a ser calificadas con el delito de la deserción.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana ordenó el 2 de enero, a todos los Comandantes de Unidades, que tendrían quince días para presentar los Informes Administrativos del Personal que se encuentra retardado, “debido a que los Consejos Disciplinarios para darlos de baja se realizarán los últimos 5 días del mes de enero”.
En el caso de la Guardia Nacional, se ordenó que aquel Comandante de Zona “que no cumpla la presente orden en el plazo establecido, se deberá presentar con el Jefe de Personal de su Comando de Zona en la sede de la Comandancia General de la Guardia Nacional, con la finalidad de concluir el Informe que tiene retardado”.
Días antes, a través de un radiograma interno, se les ordena a los Comandantes de Unidades iniciar “una campaña dirigida al personal militar que actualmente se encuentra de permiso navideño, con la finalidad de evitar cualquier tipo de retardo”.
Les dijeron a los Comandantes de Destacamentos, Compañías y Pelotones que debía “valerse de cualquier medio para mantener ubicado al personal bajo su mando”, incluso les indicaron a los Sargentos Comandantes de Escuadras que trataran “en la medida de lo posible visitar, al personal bajo su mando, en su domicilio así como llamar al efectivo militar y a sus familiares (padres, madres, esposas, esposos, entre otros), haciéndoles saber la responsabilidad que tiene el efectivo militar de presentarse en la unidad”.
Debían informarle “que aquel que no cumpla la orden se le abrirá investigación administrativa para separarlo del componente, se pasará a orden de la Fiscalía Militar y será reportado al Sistema de Información Policial (SIPOL) como presunto desertor de la FANB”.
La presión también fue dirigida contra el Comandante de Destacamento, porque aquel que tuviese “personal retardado al momento del retorno del Permiso Navideño, deberá presentarse en la sede de la Comandancia General de la GNB”.
En otro mensaje se les insistió en que “por instrucciones de nuestro Comandante General, el día lunes 20 de enero 2020, es el plazo para consignar ante la División de Disciplina y Justicia del CZGNB-52, los respectivos informes”, acotando que es de “estricto cumplimiento”.
Oficiales desertores
Incluso coroneles
Ya para el 30 de diciembre los comandantes de unidad habían preparado sus informes reflejando la cantidad de subalternos que no se habían presentado, luego de salir de vacaciones navideñas.
El inicio de la investigación la basan en el artículo 101 de la Ley de Disciplina Militar: Artículo 101. Las autoridades militares con facultad para ordenar el inicio del procedimiento son: “El Comandante en Jefe de la de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el Ministro o la Ministra del Poder Popular con competencia en materia de defensa o el o la Comandante General del Ejército Bolivariano, de la Armada Bolivariana, de la Aviación Militar Bolivariana, de la Guardia Nacional Bolivariana, de la Milicia Bolivariana, o su equivalente, o a solicitud por escrito del o la Comandante de la unidad, establecimiento o instalación militar, según corresponda”.
Hacen mención a los artículos 42, 48, 73 y 76 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos (LOPA), relacionados al inicio del procedimiento, los lapsos y la notificación. En este caso, ante la desaparición de casi toda la prensa escrita en el país, a la Fuerza Armada le conviene filtrar el inicio del procedimiento, para cumplir de alguna manera con el artículo 76 de dicha Ley: “Cuando resulte impracticable la notificación en la forma prescrita en el artículo anterior, se procederá a la publicación del acto en un diario de mayor circulación de la entidad territorial donde la autoridad que conoce del asunto tenga su sede y, en este caso, se entenderá notificado el interesado quince (15) días después de la publicación, circunstancia que se advertirá en forma expresa. Parágrafo único: En caso de no existir prensa diaria en la referida entidad territorial, la publicación se hará en un diario de gran circulación de la capital de la República”.
Es así como en el caso del Ejército abren un solo procedimiento disciplinario ordinario, el Nr. IGEB-GTINV-173-19, que refiere a dos Sargentos Mayores de Primera, diez Sargentos Mayores de Segunda, 28 Sargentos Mayores de Tercera, además cientos de Sargentos Segundo.
Pero también oficiales, entre ellos al coronel José Alberto García Cárdenas, a los tenientes coroneles o comandantes Juan Antonio Hurtado Campos, César Ramón Matos Sucre y José Luis Payema. A los mayores Mary Yelizza Ramírez Urbina, Eduardo Antonio Galué Segovia, Ángela María Durán Sánchez, Edward Alejandro Salón Brito, Richard Leonardo Luengo Valbuena, José Gregorio Basantes Márquez y Jorge Enrique García Rojas. También 45 capitanes, un primer teniente y 25 tenientes.
Esa es parte de la lista de los desertores del asueto navideño. A eso debe agregarse los del turno del fin de año
Tropas desertoras en Venezuela
Los ejercicios militares
Los últimos ejercicios militares fue los que Nicolás Maduro había ordenado del 3 al 28 de septiembre en los estados fronterizos Zulia, Táchira, Apure y Amazonas.
Hace unos días dijo que los días 15 y 16 de febrero, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) realizará los primeros ejercicios militares del año 2020, pero esta vez “en Caracas, Maracay, Valencia, Barquisimeto, Maracaibo”.
Ante la situación que está atravesando la institución castrense, esos ejercicios militares tendrán como principal protagonista a la Milicia Nacional Bolivariana, que no es constitucionalmente parte de la FANB, sino que son civiles armados.
Con el argumento de que “vamos a defender la ciudad desde adentro, desde el barrio, desde la montaña, desde el campo», Maduro hizo el anuncio en un acto realizado en la sede de la Academia Militar de Venezuela.
Aunque pareciera irónico Maduro dijo que el país, ante el acoso imperialista, «necesita una FANB unida, cohesionada», lo cual cada día está más lejos de la realidad, no solo por lo vulnerables que son los cuarteles venezolanos, sino por la profunda y cada vez más marcada insatisfacción de los militares para con su institución y el Alto Mando, lo que ha llevado a que la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) esté a reventar de militares detenidos por señalamientos relacionados a Traición a la Patria e Instigación a la Rebelión.
Lo más significativo de lo que Maduro ha dicho sobre la Milicia es que deben estar prestos a morir por la patria. “Dispuesto al martirio si fuera necesario para defender la patria, para defender la independencia». Pero además indicó que “la milicia es el brazo popular y armado del pueblo y de la FANB».
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