Este martes, más de 230 líderes iberoamericanos le enviaron una carta a la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y al Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la que rechazaron y denunciaron la mediación que actualmente desempeña Josep Borrell, Alto Representante de Asuntos Exteriores para la Unión Europea (UE), y el Gobierno de España en la crisis que actualmente atraviesa Venezuela, con el régimen de Maduro a la cabeza.
“Nos dirigimos a ustedes para denunciar las incongruencias y nefastas consecuencias (…) de las iniciativas políticas promovidas por (…) Josep Borrell, en conjunción con el gobierno del Reino de España, el cual, lamentablemente, ha dejado de ser el legítimo y respetado vocero de los intereses de América Latina ante la comunidad europea (…) y el interlocutor independiente que la Unión Europea necesita para considerar la tragedia venezolana”, dice la misiva.
La dura carta está firmada por líderes de la oposición venezolana como María Corina Machado, Humberto Calderón Berti y Antonio Ledezma, pero también por varios expresidentes latinoamericanos, entre ellos Álvaro Uribe y Andrés Pastrana. También figuras relevantes de las artes latinoamericanas, como el premio nobel de literatura Mario Vargas LLosa, y varios miembros de la derecha española.
El texto se conoce luego de que la UE (con Borrell como interlocutor del bloque europeo) anunció el envío de dos diplomáticos a Venezuela para mediar en las elecciones previstas para el 6 de diciembre y que la comunidad internacional rechaza por no contar con los “requisitos mínimos” para que sean “justas y libres”.
“Desde su posición, el señor Borrell pretende imponer a los venezolanos su peculiar concepción de ‘salida democrática’, caracterizada por el aberrante concepto de obtener unas ‘condiciones mínimas’ para unas elecciones parlamentarias que, según él, deberían llevarse a cabo sin importar que se den en un país devastado, invadido, sin soberanía nacional y sin Estado de Derecho”, explica la carta.
Y agrega: “Es inaceptable mendigar ‘condiciones mínimas’ a un régimen probadamente criminal, cuyos cabecillas están señalados internacionalmente por crímenes de lesa humanidad y por ser parte de una organización criminal transnacional estructurada”.
Además de rechazar el papel que ha jugado Borrell en este episodio de las elecciones del 6 de diciembre en Venezuela, estos líderes iberoamericanos también se manifestaron en contra de la inclusión de Turquía en este proceso.
La misiva dice que Turquía funge como un “mediador parcializado” por ser uno de los actores internacionales que según ellos participa en el saqueo de la nación venezolana y en el esquema “criminal transnacional que encabeza el régimen”.
“La ruta propuesta por el Alto Representante y por el Gobierno del Reino de España, con la facilitación del Gobierno de Turquía, ignora y soslaya intencionalmente tres premisas fundamentales de la tragedia venezolana, que están por encima de cualquier posibilidad de negociar o apoyar algún tipo de condiciones para elecciones con el régimen criminal en el poder”, continúa la carta.
Las tres premisas a las que se refiere la carta son: la sistemática violación de derechos humanos, la ausencia de soberanía en Venezuela (por la presencia de grupos como las Farc, el Eln y Hezbolá) y “la naturaleza criminal del régimen».
Sobre el final de la carta, también se hace una dura acusación en contra del Gobierno de España. “¿Están al tanto los ministros del Consejo Europeo de las inmensas fortunas producto del colosal saqueo a la Nación venezolana que se esconden en España en redes de criminalidad de cuello blanco? ¿Saben los cancilleres de cómo las autoridades españolas permitieron la fuga del narcocriminal y exjefe de inteligencia de la tiranía venezolana General Hugo Carvajal, indiciado internacionalmente como narcotraficante, y del cual todavía se desconoce si aún se encuentra escondido en España?”.
En este punto se refieren a la fuga en noviembre del año pasado, cuando Carvajal, conocido como ‘el Pollo’, se les fugó a las autoridades españolas y quien tenía, en ese momento, una extradición pendiente a Estados Unidos.
Finalmente, las firmantes le pidieron a la UE que se desmarque de las posiciones y los intereses del actual Gobierno español y luego lanzaron una dura acusación sugiriendo que sus “miembros han sido y son aliados ideológicos del régimen” venezolano.
Con información de EL TIEMPO
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