En los últimos dos años la tendencia ascendente de contagios por malaria en Venezuela ha desacelerado, según datos extraoficiales de la Dirección de Salud Ambiental del Ministerio de Salud.
En cifras: 404.027 casos se reportaron en todo el territorio nacional en 2018, 197.466 para 2020 y 150.000 para 2021.
Pero tal disminución no se debe a un mayor control de la epidemia en todo el país. La transmisión sigue activa y descontrolada, advierten los especialistas. Y el estado Bolívar concentra la mayoría de los casos (59%), siendo las parroquias Dalla Costa (en la urbe) y San Isidro del municipio Sifontes, y Pozo Verde del municipio Caroní, los focos más calientes de la epidemia
Especialistas que se han dedicado —desde distintas áreas y organizaciones no gubernamentales— al control de la epidemia en el estado, coinciden en que el descenso percibido se debe al efecto de la pandemia por COVID-19 en la logística sanitaria, la repartición —limitada — de mosquiteros e instalación de mayor cantidad de centros de diagnóstico y tratamiento, especialmente en los municipios mineros de Bolívar.
Señalan que los esfuerzos para controlar la enfermedad seguirán siendo insuficientes en tanto el Estado no invierta recursos en la lucha antimalárica sino que, por el contrario, se mantenga dependiente de la ayuda humanitaria de instituciones como la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) también atribuye la disminución de los casos a las restricciones de movilidad por la pandemia de COVID-19 y escasez de combustible, que complicaron el traslado desde y hacia las minas del sur de la región Guayana.
Malaria en 18 de 23 estados del país
La estrategia de las ONG es controlar la transmisión en las zonas endémicas del sur de Bolívar primero por la cantidad de casos que se registran. Pero la migración interna desde y hacia los yacimientos auríferos, provocó que la malaria se esparciera tanto que actualmente hay nuevos focos de infección en 18 de los 23 estados del país.
El doctor Oletta explicó que se considera descontrolada una epidemia de malaria cuando el Índice Parasitario Anual (IPA), supera las 10 personas infectadas por cada mil habitantes en una zona de alta transmisión.
Venezuela no baja de 10,16 IPA desde 2010. En 2021, año cuando se reportó menor cantidad de casos, el índice se ubicó en 13,39 personas infectadas, por cada mil habitantes en zonas de alta infección.
“Todavía estamos en 13.3. Desde el 2012 hasta este momento la malaria ha estado fuera de control con un máximo pico en 2017. Es cierto, hay una disminución de casos, pero no tenemos el control de la epidemia”, sentenció el experto.
97,1% de los casos de malaria en Venezuela se concentran en Bolívar (mayoritariamente), Sucre, Amazonas, Zulia, Delta Amacuro y Anzoátegui. El abordaje nacional de la malaria es incipiente.
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