La irrupción de nuevas tecnologías también es aprovechada por los amigos de lo ajeno. Whatsapp se ha covertido en una herramienta útil para comunicarse, pero también en un arma para los delincuentes que buscan extorsionar a los ciudadanos.
El caso del comerciante árabe Tammam Alshaer dejó al descubierto el nuevo modus operandis que están utilizan los choros en Lara. La Prensa logró conocer tras consulta a fuentes policiales y cercanas a la víctima que los secuestradores siempre mantuvieron contacto con los familiares del sirio a través de llamadas por Whatsapp desde un número internacional.
Tras el secuestro y homicidio del comerciante de origen árabe, los funcionarios iniciaron las investigaciones para dar con los responsables, pero detectaron que las negociaciones entre los familiares y los malandros se hacían a través de un número asignado desde Colombia lo que se les hizo casi imposible rastrear el prefijo +57 que usaban los delincuentes.
Un experto del Comando Nacional de Antiextorsión y Secuestro (Conas), cuerpo de seguridad que participa en la investigación del crimen contra Alshaer, explicó que el uso de Whatsapp por parte de las bandas delictivas lo hacen con la intención de hacer difícil su rastreo, técnica que consiste en precisar desde dónde el malandro hace contacto con los familiares de la víctima a través del monitoreo de las ondas telefónicas de las torres de transmisión instaladas a lo largo y ancho del país.
El consultado explica que el uso de un número internacional retarda las pesquisas debido a que deben enviar una solicitud a través de Fiscalía a las empresas de telefonías del país de origen del número y a partir de allí, deben esperar la información necesaria que les permita precisar los datos que los lleve a la captura de los hampones. «Aunque los choros creen que no se pueden ubicar, si se logra rastrearlos» aclara el consultado.
Explica la fuente que ahora los delincuentes usan el «Whatextorsión» para exigir pago de «vacunas» (modus que aplica la delincuencia para exigir dinero a cambio de «seguridad» de que no atenten contra la víctima o sus familiares). Los expertos detallan a LA PRENSA que el hampa obtiene los números internaciones que utilizan son de chips adquiridos en los países que visitan, pero que los más comunes son Colombia, Perú, Chile y Ecuador.
Argumentan que esta nueva modalidad se debe al tránsito migratorio que vive Venezuela donde muchos integrantes de las bandas delictivas se van a otros países para evitar su captura en Venezuela y, presumen, que son ellos mismos quienes les aportan los números a los que aún siguen en Venezuela. Tal es el caso de los privados de libertad que se encuentran en centros penitenciarios en el territorio nacional o cabecillas de grupos delictivos.
«El compinche que este en Colombia le envía el número y el con solo tener un chip Movilnet, Movistar o Digitel que levante datos puede activar el Whatsapp con ese código», comentó una exfuncionaria del Cicpc.
Al obtener el código internacional los cometen sus fechorías sin «temor» a nada, pues según lo que explican fuentes ligadas al Cicpc y Conas es que ellos se sienten seguro de que esos móviles no podrán ser rastreables, pues solo mantienen el Whatsapp.
Con aplicación se asignan números internacionales
Aunque en la mayoría de los casos el delincuente obtiene el número internacional, otra de las modalidades que estarían usando es descargando una aplicación que asigna números sin necesidad de un chip.
Carlos Oropeza, ingeniero en informática, explicó que esta forma es más compleja pues deben ingresar a la aplicación, crear un usuario y a partir de allí obtienen el código. LA PRENSA pudo verificar que apenas la aplicación abre hay un mensaje que dice: «mi número de teléfono internacional anónimo» y sale el móvil con +371, que es un código de Letonia, país báltico de Europa.
«Cuando se tienen el número, deben permanecer con la aplicación activa e ir a Whatsapp para iniciar sesión. Allí pide un código para poder ingresar y te da dos opciones: la primera es mensaje de texto y la otra es llamada. Allí el usuario debe seleccionar la llamada y la recibirás a través de la aplicación, donde la operadora te indica el código que debes ingresar», comentó Oropeza.
La mayoría son números que asigna esta aplicación son de Europa. Una fuente policial, detalló que las personas que son víctimas de «Whatextorsión» deben denunciar, pues así es la forma en la que los hampones dejen de delinquir.
«Ellos con el pago de las extorsiones lo que hacen es comprar municiones y armas. No permitiremos más sangre derramada en el estado ni a nivel nacional», comentó un funcionario del Cicpc.
Fuera del país
Aunque algunas fuentes policiales consultadas por el equipo reporteril han dicho que los hampones manejan sus Whatsapp en Venezuela con números internacionales, hay otro grupo de criminalistas que presumen que los cabecillas de las bandas delictivas, se comunican desde fuera del país para negociar la entrega de dinero.
En los contactos telefónicos con las víctimas, los delincuentes piden transferencia bancarias en moneda extranjera y para tener las cuentas deberían estar en otros piases para chequear si el dinero les llega.
Presumen que muchos de estas bandas han emigrado y comienzan a delinquir en esos países. Recordaron el caso reciente de los más de 130 venezolanos expulsados de Perú, quienes en su mayoría tenían delitos policiales. Dentro del grupo se encuentran los miembros de una banda señalados de participar, supuestamente, en el asesinato de un empresario peruano que estaba próximo a viajar a los Estados Unidos.
Desde la prisión
Reclusos de diferentes penales del país también usan números internacionales para extorsionar y cobrar vacunas a los comerciantes. Caso que es muy recurrente en Zulia.
El 16 de enero, funcionarios del Conas detuvieron en Maracaibo a un hombre cuando estaba cobrando la «vacuna» tras una extorsión a un comerciante. Medios regionales informaron que a la víctima le exigieron, la primera vez, una alta suma en dólares a cambio de no atentar contra su vida y la de su núcleo familiar. Lo llamaron varias veces de números extranjeros y la víctima hizo caso omiso a la exigencia bloqueando sus números telefónicos, pero días después lo volvieron a contactar, de otros números telefónicos de procedencia extranjera.
Fuentes policiales han comentado que la mayoría de este tipo de delitos son planificados, supuestamente, desde el Retén de Marite en Zulia. Explicaron que aun cuando el centro de reclusión está en manos del Ministerio Penitenciario y su nuevo régimen, los reos desde sus calabozos volvieron a cometer sus fechorías a través de llamadas.
Con información de La Prensa de Lara
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