En una especie de progeria sociodemográfica, la diáspora de los jóvenes ha provocado que el envejecimiento abrupto de la población actualmente haya llegado a niveles de edad que deberíamos haber alcanzado en el año 2040, según la encuesta Encovi 2020.
Giuliana Chiappe | El Estimulo
El éxodo de los jóvenes venezolanos ha traído un envejecimiento muy acelerado de la sociedad, según los resultados de la Encuesta Encovi 2020, realizada por la Universidad Católica Andrés Bello. De golpe, la población envejeció 20 años.
Según la Encovi 2020, la «edad» poblacional de Venezuela llegó a niveles que debió alcanzar en 2040.
Las cifras actualizadas de las Naciones Unidas indican que casi 5 millones de venezolanos han emigrado. De ellos, 2,3 millones se fueron en los últimos tres años. El gran grueso tiene entre 15 y 29 años.
«Durante el último quinquenio se registraron cambios que afectaron el volumen de la población. El fenómeno se aceleró a partir de 2017. Casi un millón de venezolanos por año dejaron el país entre 2017 y 2019», explicó Anitza Freitez, coordinadora general de la encuesta Encovi 2020.
La migración selectiva, compuesta básicamente por personas de menos de 40 años, ha provocado dos grandes desastres. Uno, la población dentro del territorio nacional se redujo en tamaño, pues ahora somos 28 millones en vez de los 32 millones que deberíamos ser.
«El stock de población en Venezuela se estima en 28,4 millones, contrariamente al pronóstico oficial de 32 millones», refieren en los resultados.
Y, en segundo lugar, se aceleró el envejecimiento social.
Esta especie de progeria demográfica se observa en la edad promedio de los jefes de hogar. Según los resultados de la Encovi 2020, un gran porcentaje son personas de la tercera edad.
«Hay muchos hogares compuestos solo por personas mayores de 60 años y nadie más. Ningún otro país se parece a Venezuela en cuanto a envejecimiento acelerado», refirió Freitez.
La vida diaria ratifica cómo la población envejeció bruscamente. Basta salir a la calle y cada vez más se ven ancianos solos, cuando antes solían estar acompañados de un hijo o un nieto. En las salas de espera de las consultas médicas, también se observa esta soledad. Manejan automóviles, hacen las compras y cargan sin ayuda las bolsas, se ocupan de las cuestiones domésticas sin recurrir a nadie de confianza. Los hijos están pero en una pantalla.
A cambio de la partida de sus hijos, que se fueron de Venezuela buscando una mejor calidad de vida, 10 % de los hogares venezolanos reciben remesas, es decir, divisas que les mandan desde el exterior. Sin embargo, siguen siendo pocos las que disponen de esa ayuda. La encuesta Encovi reveló que en 19 % de las casas alguien ha emigrado. Apenas un poco más de la mitad de ellas recibe remesas.
El puesto vacío en la mesa
En 19 % de los hogares venezolanos, casi uno de cada cinco, se ha vivido la tristeza de las despedidas. En todos ellos, al menos un miembro de la familia, y muchas veces más de tres, han partido a otros países a buscar una mejor vida. El objetivo fundamental, en la mayoría de los casos, es encontrar empleo.
«En los últimos tres años han migrado 2,3 millones de venezolanos. En total, se estima que casi 5 millones están fuera. Y solo 4 % de ellos han regresado«, afirma Freitez.
Hay diferencias entre la primera diáspora y la migración masiva de los últimos tres años. Antes, partían más mujeres que hombres. Ahora se ha acentuado la migración masculina. Los que se van siguen siendo muy jóvenes, con edades entre 15 y 29 años, pero aumenta la cantidad de personas que se arriesgan con edades entre 30 y 49 años.
El perfil educativo también ha cambiado. Anteriormente, 60 % de los migrantes se iba con el título universitario enrollado en el morral. Ahora son 3 de cada 10. La diáspora ha «transversalizado el espectro social», según Freitez.
En la mayoría de los hogares son los hijos los que emigran. Muy pocos viajan acompañados. Nuestros jóvenes se están yendo solos a buscar un mejor destino en otros países. Los padres se quedan aquí. Esta es la principal razón por la que envejeció la sociedad.
«Esto ha tenido un gran impacto en la fuerza de trabajo y en la dimensión de la población», completa Freitez.
Una bomba de tiempo
Una población envejecida, y la desproporción entre jóvenes productivos y ancianos, es una de las mayores preocupaciones de los países de todos los continentes.
La Organización Internacional del Trabajo define el envejecimiento de la población «como un proceso que aumenta la proporción de personas de edad avanzada dentro de la población total» y lo considera «uno de los principales problemas de este siglo».
A su juicio, uno de los principales problemas que genera una población como la venezolana que envejeció mucho en pocos años es la incapacidad de los jóvenes que quedan de cubrir las necesidades de las generaciones de más edad.
«El rápido aumento del tamaño de los grupos de mayores se traduce en cambios en las necesidades personales. La tendencia a un deterioro de la salud, por ejemplo, significa un aumento de la demanda de asistencia para estos grupos”, explicó a la OIT, Adriana Scardino, jefa de la Asesoría Económica y Actuarial del Banco de Previsión Social de Uruguay.
Según un trabajo realizado por la entidad española Tu proyecto de vida, las consecuencias de una población envejecida son las siguientes:
Enorme peso de las pensiones. Cada vez son más las personas que requieren del pago de pensión por vejez. En Venezuela, después de los 60 años todos tienen derecho a una jubilación que paga el Estado. Si los jóvenes productivos se marchan, es menor la cantidad de personas que aportarán al Seguro Social, y el gran peso de pagarlas será responsabilidad del gobierno.
Más accidentes de tránsito. Los mayores de 65 y los jóvenes de 25 a 34 años son, según las autoridades de tránsito españolas, los grupos poblacionales con más víctimas en accidentes viales.
Más gasto en salud pública. Las personas mayores requieren de mayor atención médica. Sin ingresos ni ayudas de sus hijos (en Venezuela solo 10 % de los hogares reciben remesas), muchos de ellos deben recurrir a hospitales públicos.
La Encuesta Encovi la realiza la Universidad Católica Andrés Bello con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial. Este año, la muestra incluyó 9.900 hogares de todo el país. El trabajo de campo se realizó entre noviembre de 2019 y marzo de 2020. Los resultados se presentaron formalmente el 7 de julio de 2020.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.