Pareciera que llegó la máxima presión. Aunque siempre puede haber más. La propuesta de Estados Unidos para un gobierno de transición en Venezuela sin Nicolás Maduro y Juan Guaidó y con el arbitrio de la Fuerza Armada, asomaba como un cambio de política, de búsqueda de acuerdo. Pero este miércoles, el gobierno de Donald Trump anunció una operación de la Armada en el Caribe para profundizar la lucha contra el narcotráfico. Los objetivos son los carteles de México y Venezuela.
Por Juan Carlos Zapata / KonZapata
El objetivo político es el régimen de Maduro, que según la administración Trump, se beneficia de los ingresos por narcotráfico mientras hace sufrir al pueblo de Venezuela. La semana pasada, Estados Unidos acusó a Maduro y al grupo que lo respalda en el poder, de narcoterrorista, y puso precio a su cabeza.
La respuesta del régimen era de esperarse. Rechazo total. Resistir. Señalar al imperio de los Estados Unidos como el más sanguinario de la historia. Intervencionismo. Venezuela es independiente y no acepta ninguna especie de tutelaje. En una palabra, el grupo en el poder cierra filas con Maduro. La noche de este miércoles, Diosdado Cabello respondió desde su programa de TV, Con el Mazo Dando. Que Maduro no se va a subordinar a los EEUU. Que no hay pruebas en la acusación de narcotráfico. Que seguirán resistiendo igual que han resistido en todos estos años las amenazas del imperio. ¿Pero es esta amenaza igual que las anteriores? Para Cabello y el régimen la movilización militar en el Caribe en contra del narcotráfico tiene otras intenciones. Y esto es una manera de decir que es contra Maduro y el régimen que ambos encabezan. Estados Unidos también puso precio a la cabeza de Cabello. “Ellos están creyendo que con eso nos van a doblegar a nosotros, le hemos dicho a nuestro pueblo durante años de los ataques del imperio hacia nosotros, y lo que pueden llegar a hacer”, señaló Cabello.
Maduro y Cabello y los jefes de la Fuerza Armada lo dicen en privado y lo han dicho en público. Prefieren resistir a todo evento y con las consecuencias que ello acarree a entregar el poder. En privado, Maduro, delante de testigos internacionales, ha mantenido la posición de desafío. Y estos testigos han llegado a la misma conclusión: Prefieren que los maten.
Lleva un año Estados Unidos intentando que haya una ruptura en la Fuerza Armada y deje solo a Maduro. El plan no ha funcionado. Claro, las condiciones tampoco son las mismas que en 2019. El régimen se quedó sin plata, se le ve más aislado que nunca, y la crisis económica interna se ha profundizado. Pero la coalición sigue estando del lado de Maduro. La coalición de los grupos en el poder, y la coalición que también opera en el seno de la Fuerza Armada. La acusación de narcoterrorismo y lavado de activos contra Maduro y las principales figuras del régimen, es otro factor dentro del escenario. Estados Unidos no acusó a Venezuela de ser un narco-Estado, pero la operación puesta en marcha este martes en el Caribe es un señalamiento en tal sentido.
El chavismo ahora está en la disyuntiva de elegir. Si sigue con Maduro o sacrifica a Maduro. Si se quiere, la pregunta no ha cambiado en todo este año. ¿Dejarán solo a Maduro? La respuesta ha sido negativa, y sigue siendo negativa. Maduro y el régimen han anticipado esta y otras amenazas de parte de los Estados Unidos. Maduro y Cabello y los jefes de la Fuerza Armada lo dicen en privado y lo han dicho en público. Prefieren resistir a todo evento y con las consecuencias que ello acarree a entregar el poder. En privado, Maduro, delante de testigos internacionales, ha mantenido la posición de desafío. Y estos testigos han llegado a la misma conclusión: Prefieren que los maten.
El régimen, es cierto, está constituido por una coalición de grupos. En principio, los civiles y militares se observaban con recelo, y tal vez lo sigan haciendo. Sin embargo, los acontecimientos han hecho que pasaran de la condición de ser reos entre sí, a trabajar unidos en función del poder. La apuesta del quiebre en la Fuerza Armada es la misma apuesta del quiebre en los grupos civiles que tienen el mando. Se apostó a que Cabello diera el paso y dejara a Maduro, y ese plan tampoco funcionó. Numerosas oportunidades tuvo Cabello para abandonar a Maduro y no lo ha hecho. Desde los tempranos tiempos de la sucesión de Hugo Chávez, desde que comenzaron la crisis económica, las sucesivas protestas, la derrota parlamentaria de 2015, el éxodo masivo, los intentos de diálogo con la oposición, y la aparición de Juan Guaidó y la amenaza de intervención militar.
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