La Iglesia católica venezolana adaptó los rituales religiosos para ser aplicados según los protocolos de seguridad que garanticen salud tanto a los representantes del clero como a los fieles devotos.
A continuación parte de las recomendaciones emitidas por la Conferencia Episcopal Venezolana
En las sacristías cuídese con particular atención la higiene ambiental y la conservación de las formas y del vino destinados a la celebración eucarística. Cámbiense y lávense frecuentemente el corporal, la palia y los purificadores. Deberá contarse con un dispensador de jabón líquido o de alcohol y toallas de papel de un solo uso para el lavado de las manos del comienzo de la misa.
1. Celebración de la Santa Misa sin la presencia de pueblo
2. Administración del bautismo
El ministro manténgase a una distancia oportuna del bautizado y de sus padres y padrinos.
Para la unción con el óleo de los catecúmenos y con el santo crisma, el ministro deberá emplear guantes de un solo uso de látex.
Se omitirá la signación en la frente en los ritos de acogida y el rito del effetá.
En casos de particular urgencia o emergencia, considérese la posibilidad de acudir al rito abreviado.
En las situaciones en que la administración del bautismo no pueda ser pospuesta a una fecha posterior al cese de la emergencia sanitaria (por ejemplo, en el caso de niños con enfermedades que entrañen peligro mortal), procédase a la misma según la modalidad vigente en el ritual de bautismos.
3.2. En caso de confesión auricular en el domicilio de un enfermo o de una persona anciana, el sacerdote deberá guardar las mismas precauciones establecidas para la reconciliación en lugares de culto, manteniendo la debida distancia entre él y el penitente. Evítese el apretarse las manos como gesto de despedida del penitente o de saludo a los familiares y otras personas presentes en la casa.
También en este caso, como medio de protección del enfermo o del anciano y propia, el sacerdote deberá utilizar una mascarilla protectora adecuada.
Cuando su administración tenga lugar en lugares de culto, hágase en espacios amplios y aireados.
Durante la escucha de las confesiones habrá de guardarse una distancia de al menos 2 metros entre el confesor y el penitente, solicitando a los otros fieles presentes en el templo que se mantengan alejados con el fin de garantizar la debida reserva y cuidado higiénico. Con el fin de protegerse a sí mismo y al penitente, el sacerdote deberá emplear una mascarilla protectora adecuada.
3.- Administración del sacramento de la reconciliación
4.- El viático en el lecho de los moribundos
4.2. Deberán observarse las mismas precauciones que las ya referidas en los puntos 3.2 y 3.3, teniendo cuidado de no tocar la boca del enfermo mientras se le administra la forma consagrada o un fragmento de esta.
4.1. En la medida de lo posible, el viático -hasta el fin de la emergencia sanitaria- será llevado a los domicilios de los moribundos por un ministro ordenado y no por uno extraordinario.
El sacerdote antes de administrar la comunión al enfermo y, de salir del lugar donde ha llevado el viático, lávese las manos con agua y jabón o con alcohol, y séquelas con toallas de papel de un solo uso (llevarlas con uno al dirigirse a la casa de losenfermos).
El ministro que acuda al domicilio de un enfermo que ha solicitado la unción de los enfermos, deberá llevar consigo un par de guantes de un solo uso de látex.
Antes de iniciar el rito de unción, el ministro se podrá los guantes y administra el óleo con el dedo pulgar, teniendo mucho cuidado de no tocar luego la superficie del guante con los dedos descubiertos.
En la administración de la santa unción se observarán las mismas precauciones ya referidas.
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El médico, enfermero u otra persona que se encuentre al cuidado del enfermo podrá estar presente durante la administración del sacramento, guardando siempre las necesarias cautelas sanitarias y la obligada reserva.
Con respecto a la celebración de las exequias, en donde se permita la capilla ardiente (el velatorio), se deberán cumplir las normas sanitarias estipuladas para estos casos. Los ministros ordenados podrán celebrar las exequias sólo en los lugares donde se estén velando los cadáveres, respetando la distancia de 2 metros entre personas y con respecto al féretro o ataúd, usando los dispositivos de protección necesarios para la celebración de los sacramentos como se ha indicado anteriormente (tapa bocas y guantes delátex).
En ningún caso se celebrarán exequias en lostemplos o capillas. De igual forma no se realizarán novenarios en los templos o capillas, los sacerdotes podrán celebrar las misas exequiales o de novenario sin presencia de pueblo, y los fieles podrán celebrar el tradicional rosario por los difuntos (novenario) en sus casas.
Con información de la Conferencia Episcopal Venezolana
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