José Roberto Rincón, acusado de blanquear en España parte de la fortuna que presuntamente amasó su familia mediante acuerdos ilegales con PDVSA, desmintió los hechos de corrupción y aseguró que su patrimonio es producto de trabajo y “años de ahorro”.
Durante una entrevista con El Confidencial, el hijo de Roberto Rincón, preso en EEUU por la trama de sobornos en Pdvsa, negó la acusación en su contra utilizar fondos procedentes de la corrupción, de comisiones, de presuntos sobornos, de contratos amañados, para adquirir numerosos bienes en territorio español.
“Eso es totalmente falso. No tiene nada que ver. Es verdad que nunca hemos sido capaces de contrarrestar todo lo que se ha inventado, todo lo que se ha dicho… Y eso ha sido un error. Pero es que nosotros no somos políticos, ni estamos inmersos en una política de bandos”, respondió.
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“Las empresas de mi padre se fundaron en el año 1988 en Venezuela y, lógicamente, como todo negocio, tuvieron una curva de crecimiento. Uno fue el paro petrolero de 2002. El Gobierno nacionalizó la industria petrolera y, a partir de entonces, todas nuestras empresas, que se habían dedicado al petróleo, pasaron obligatoriamente a depender del Estado. Pero eso no quiere decir que nos volviéramos de un bando político. Fue PDVSA la que se convirtió en un músculo político. Nosotros teníamos que trabajar. En nuestro punto más álgido a nivel internacional, entre 2010 y 2012, llegamos a tener 1.500 trabajadores. Había 1.500 familias que dependían de nosotros directamente. Pero mi padre ya tenía una plataforma de servicios en 1994. La primera perforadora horizontal que llegó a Venezuela en el año 94 la llevó mi padre, por ejemplo. No es que a partir de 2002 todo explotara. Ya teníamos mucha actividad antes de que llegara Chávez”, explicó.
Expuso que el dinero con el que ha adquirido todos sus bienes en España son producto de “tanto trabajo de tantos años. Decir que todo el patrimonio de mi padre o los bienes que podamos tener proceden de la corrupción… Todo eso me consume por dentro. Me considero creyente, practicante. Estoy seguro de que Dios permite las cosas por algo y que sabrá colocar las cosas en su sitio. Me gusta España, confío en el sistema español y confío en la Justicia española. Creo en la separación de poderes y que las cosas se van a colocar como se tienen que colocar”.
Con información de Sumarium