Guarenas inició un plan de recuperación en los alrededores del casco histórico, que contó con refacciones de fachadas, brocales, aceras y vías. Además de iluminación puntualmente en: la plaza La Candelaria, la zona central y las calles Ayacucho, El Parque, Comercio y Urdaneta.
A propósito del aniversario 400 de la fundación de la ciudad del estado Miranda, el alcalde del municipio Ambrosio Plaza, Luis Figueroa, supervisó la rehabilitación del casco histórico de Guarenas.
Ciudadanos de Guarenas
Gabriel Coll, quien recibe clases en la Pontificia Universidad Católica Santa Rosa, lleva 15 años viviendo en Guarenas, en la urbanización Nueva Casarapa. “Nací en Caracas, pero en el 2006 me mude para acá”, señalo el estudiante de comunicación social.
“Dependiendo de donde estés es un lugar tranquilo para vivir”, admitió Coll, quien cataloga a Guarenas como una ciudad dormitorio. “Aún noto que gran parte de los residentes de esta zona hacen vida en Caracas”, agregó el ucsarista.
En relación a los servicios públicos informó que “ha tenido suerte” debido a que vive en El Fortín y los servicios no fallan tanto aparte del agua. “Solo llega una vez a la semana mientras que la luz no se va tanto. Con el gas no tengo problema ya que es directo”, confirmó el joven.
Además afirmó que otros lugares si se ven más afectados, uno de estos llamado Los Naranjos. “Ahí cortan la luz constantemente, les llega muy poca agua y muchas personas cocinan a leña por falta de gas”, aportó el caraqueño.
Por otro lado, Javier Casas, comerciante de 29 años, tachirense, quien reside en el mencionado sector Los Naranjos, comentó su experiencia en la ciudad del estado Miranda.
Esplendor y armonía
“Guarenas es una ciudad muy bonita. Me mude aquí a los 18 años gracias a una oferta de trabajo.En mis 11 años en este bello lugar he vivido miles de experiencias y me gusta llamarlo mi hogar”, señaló el andino.
Comentó que vive solo porque sus padres se encuentran en su ciudad natal. “Cada oportunidad que tengo me gusta invitar a mis padres y sacarlos a pasear a los museos, si existe la posibilidad los invito a disfrutar de las fiestas patronales”, expresó Casas.
De igual manera manifestó su preocupación en cuanto a la falta de distintos servicios públicos. “En mis años viviendo aquí no me había visto afectado a diferencia de los últimos cinco años, cuando poco a poco servicios vitales han ido decayendo”, dijo el comerciante.
“Sin exageración el agua puede faltar hasta por 20 días y algunos de los vecinos se rebuscan pagando cisternas a altos costos. Pase días sin internet e Intercable”, indicó el entrevistado, quien a su vez aseguró como la falta de transporte publicó lo afectó en cuanto a su ámbito laboral. “Solía trabajar de cocinero en un restaurante al oeste de la capital pero por problemas con el efectivo y el transporte tuve que dejarlo”, confesó Casas.
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