En emergencia se encuentra el sector empresarial en el eje de frontera y resto del estado Táchira, ante la paralización de miles de empresas que en medio de la pandemia exigen trabajar.
Maryerlin Villanueva | La Prensa de Táchira
La llegada del virus, y el cierre de los puentes internacionales, obligó a que los empresarios cesaran sus labores dejando en jaque mate a las múltiples operaciones que se realizaban a diario.
En el municipio Pedro María Ureña, en 2019 laboraban 3 mil empresas, a principios de 2020, cerca 700, en la actualidad, solo funcionan alrededor de 150.
El empresario Álvaro Rodríguez explicó que trabaja en diferentes ramos como, transporte internacional, servicio aduanero, plástico y ferretería, que abarcan 11 empresas, de las cuales solo están funcionando dos hoy día.
«Toda esta situación nos ha golpeado fuertemente en más de 240 días de cuarentena radical, ya que muchos comercios están cerrados y es muy difícil mantener la nómina de los trabajadores» apuntó.
Detalló que sus actividades comerciales se encuentran paralizadas en más del 95 %, pues solo la ferretería y la transformación de bolsas plásticas para alimentos es lo único que está funcionando.
«Esto porque los dos rubros ingresaron en los sectores priorizados, por lo que de 150 trabajadores que teníamos solo están trabajando cerca de 45» expresó.
El empresario lamentó la peregrinación que debe hacer para obtener la materia prima importada desde Estados Unidos, pues los buques que salían anteriormente desde el norte de América hacia el país, ya no lo hacen con la misma frecuencia.
«Ahora tienen dos rutas, que puede generar hasta dos meses para llegar a puerto venezolano, por ello, nosotros planteamos la apertura de los puentes, con el fin de que ingrese la mercancía que llega por Cartagena, lo que demoraría cuatro días en llegar hacia Ureña y San Antonio» acotó.
Recordó que Venezuela tuvo la empresa petroquímica que brindaba ciertos insumos, sin embargo, debido a pésimas política, ésta misma se fue a la quiebra.
«Hasta hace poco despachaban algunas mercancías, pero ya se acabó» apuntó.
A su juicio, los sectores más golpeados son, marroquinerías, vidrios, carrocerías, agroindustrial, mueblerías, mientras que confección y calzado trabajan a «media máquina».
«Es importante que se hagan mesas de trabajo con nosotros, pues la situación es insostenible para nosotros, ya que estamos tratando de sobrevivir en medio de la crisis» añadió.
Que les permitan trabajar
Mónica Ochoa, presidente de la Cámara de Comercio de Ureña, dijo que esta localidad, no goza de la medida de 7×7 anunciada por el Gobierno nacional, lo que restringe la movilidad de materias primas e insumos producidos en esta jurisdicción en el interior del país.
«Esto hace que nuestros productos, no sean competitivos en el mercado nacional, ante esto, desde nuestro gremio, hacemos un llamado al Ejecutivo para que nos incorpore en la Flexibilización del 7×7 y a su vez consideramos viable la reapertura gradual de los puentes binacionales con nuestra hermana República de Colombia» expresó.
Enfatizó que es necesario recuperar la «frontera más viva de Latinoamérica, ya que en Ureña, contamos con empresas que tienen planta física, maquinarías de última tecnología y mano de obra calificada» acotó.
Creció la informalidad
El presidente de Fedecámaras, Maximiliano Vásquez, detalló que desde 2013, ha disminuido la actividad económica, y la pandemia lo agudizó la situación.
«En los últimos cinco años, han cerrado más de 6 mil medianas empresas, y las grandes trabajan en un 10 % de su capacidad, lo que refleja un alto porcentaje de desempleo informal, pues lo único que ha crecido en el estado es la informalidad» aseveró.
Sin embargo, aseguró que un pequeño porcentaje de dueños de comercios apuestan por mantenerse en el país, y espera que prontamente se establezca una relación con el vecino país, para reactivar las actividades del comercio binacional, como se desarrolló en años anteriores.
Wladimir Tovar, miembro del consejo de ramos productivos de la Asociación de Comerciantes en el estado Táchira, dijo que la región, cuenta con diversos sectores como, metalmecánicos, textil, calzado, tabacalero entre otros, quienes no han logrado impulsar sus actividades en medio de la pandemia.
«Estos procesos no se deben interrumpir debido a las líneas de producción, por tanto, todas estas industrias han tenido grandes limitaciones, y hoy día, su actividad no supera el 20 %» puntualizó.
Tovar considera que la flexibilización se hace necesaria para los municipios fronterizos, con el fin que bajo los horarios establecidos se puedan reactivar las labores productivas de las empresas.
«Todos están a la expectativa de la reactivación del comercio binacionales, pues esto va generar un arranque para que en el último trimestre las pequeñas y medianas industrias puedan generar oportunidades de exportación a través de sus operaciones» concluyó.
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