El Frente Democrático Popular de Venezuela, plataforma que agrupa organizaciones políticas y sociales de izquierda, aseguró este viernes que cualquier proceso de diálogo que se dé en el país debe buscar sanar la «herida» de las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuyo resultado oficial dio la victoria a Nicolás Maduro.
EFE
«Todo diálogo debe buscar, esencialmente, sanar la herida aún viva del 28 de julio. No es posible vivir en la mentira y el engaño», señaló la agrupación en un comunicado publicado en la página web del Partido Comunista de Venezuela (PCV).
El frente señaló que la «herida» del 28 de julio «sigue abierta» porque los poderes públicos siguen en «mora» con el país al no presentar «resultados verificables del pasado proceso electoral, que hasta que no se haga, estará bajo el manto de la duda y la ilegitimidad».
«Mientras este proceso sea cuestionado por espurio e inconcluso por la mayoría del país, el gobierno que de él emerge también estará bajo sospecha. Ignorar esta realidad es imposible», añadió.
Asimismo, saludó el llamado a un diálogo hecho por el presidente del Parlamento, el chavista Jorge Rodríguez, y de Nicolás Maduro, investido como presidente, tras su cuestionada reelección, al tiempo que reafirmó su compromiso con una negociación genuina como único «camino para resolver» las diferencias y lograr una «salida pacífica, democrática y constitucional a la actual crisis política».
«Sin embargo, creemos que el diálogo no debe limitarse únicamente a definir un cronograma electoral. El objetivo del diálogo debe ser restablecer plenamente la Constitución y la democracia», dijo.
A su juicio, esto pasa por discutir la conformación de los poderes públicos, en especial del Consejo Nacional Electoral (CNE), «cuya credibilidad quedó seriamente vulnerada en los últimos comicios».
Igualmente, considera que lejos de hacer una reforma a la Constitución, como ha planteado Maduro en diversas ocasiones, «lo que hay que hacer es aplicarla».
El miércoles, Maduro designó a una comisión nacional para que empiece a trabajar en una propuesta de reforma constitucional que -dijo- busque «ampliar la democracia» y definir el perfil de la sociedad.
Nombró al fiscal general, Tarek William Saab, como presidente de esta comisión, que estará integrada también por la esposa de Maduro, Cilia Flores, la número dos de la Administración chavista, Delcy Rodríguez, así como el diputado oficialista, Hermánn Escarrá.
A continuación el comunicado íntegro:
Desde el Frente Democrático Popular, espacio de confluencia de distintas organizaciones sociales y políticas, queremos expresar:
1. La herida del 28 de julio sigue abierta. Los poderes públicos siguen en mora con el país al no presentar resultados verificables del pasado proceso electoral, que hasta que no se haga estará bajo el manto de la duda y la ilegitimidad. Y mientras este proceso sea cuestionado por espurio e inconcluso por la mayoría del país, el gobierno que de él emerge también estará bajo sospecha. Ignorar esta realidad es imposible. Pretender dejarla de lado no contribuye a la convivencia democrática que se requiere para solucionar los graves problemas que enfrenta el país. Todo diálogo debe buscar esencialmente sanar la herida aún viva del 28 de julio. No es posible vivir en la mentira y el engaño.
2. Saludamos el llamado al diálogo hecho por el presidente de la Asamblea Nacional y por Nicolás Maduro. Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con un diálogo genuino con el pueblo como único camino para resolver nuestras diferencias y lograr una salida pacífica, democrática y constitucional a la actual crisis política, que se profundiza con lo ocurrido el pasado 28 de julio. Sin embargo, creemos que el diálogo no debe limitarse únicamente a definir un cronograma electoral. El objetivo del diálogo debe ser restablecer plenamente la Constitución y la democracia. Esto pasa por discutir la conformación de los poderes públicos, en especial del Consejo Nacional Electoral, cuya credibilidad quedó seriamente vulnerada en los últimos comicios, por acordar el rescate del Estado de derecho, por el respeto a la soberanía nacional, por la restitución de los derechos civiles, políticos y sociales violados sistemáticamente durante los últimos años. Solo así podremos avanzar hacia un futuro más justo y equitativo.
3. Es fundamental que este diálogo no se limite únicamente a los partidos políticos formalmente registrados en el Consejo Nacional Electoral. Debe ser un proceso inclusivo que abarque a toda la sociedad venezolana, reconociendo la diversidad de voces y perspectivas que existen en nuestro país. Solo así podremos construir un consenso genuino y efectivo que refleje las verdaderas necesidades y aspiraciones de todos los ciudadanos, promoviendo la garantía de nuestros derechos políticos y sociales. No puede haber un diálogo de cúpulas, de espaldas, al país que reclama soluciones a sus problemas urgentes.
4. Este diálogo no puede ser una estafa más, un juego de ilusiones que no llegue a nada o, peor aún, que sirva como cortina de humo para más medidas regresivas en el campo social, económico y político. Creemos que la constitución ofrece el marco para un diálogo fructífero y constructivo, y para lograr acuerdos a favor de todos los venezolanos. Lejos de reformar la Constitución, lo que hay que hacer es aplicarla. Pero si aun así se insiste en cambiarla, la reforma constitucional que se propone no puede significar un retroceso en las conquistas de nuestro pueblo, usándola para favorecer privatizaciones, recortes aún mayores de los derechos laborales y sociales, entrega de la soberanía nacional, mayor persecución a la protesta y la disidencia, o el desmontaje de la democracia y la participación popular. No se puede revocar la Constitución para legalizar el despojo de la democracia, de la soberanía nacional y de la destrucción de los derechos.
5. Si el gobierno está genuinamente interesado en un proceso de diálogo democrático e incluyente, debe crear condiciones para el mismo. No puede haber diálogo con miles de presos por disentir, con perseguidos, con un estado de sitio de facto que siembra el miedo entre nuestro pueblo, con despedidos de su trabajo por sus posiciones políticas, con partidos intervenidos judicialmente por no ser genuflexos ante las políticas del gobierno. Un diálogo que se desarrolle en el contexto de persecuciones, restricciones a los derechos políticos y el arresto de líderes y organizaciones por el simple hecho de defender la Constitución y expresar sus opiniones, no puede considerarse un diálogo en igualdad de condiciones. Estas circunstancias crean un ambiente de desconfianza y coacción que impide la construcción de un verdadero entendimiento. Para que el diálogo sea efectivo y legítimo, es imprescindible garantizar un entorno donde todos los actores puedan participar libremente, sin temor a represalias ni limitaciones en sus derechos. Por lo tanto, de acuerdo con lo expuesto anteriormente, es imperativo que se logren las condiciones necesarias y fundamentales para establecer un verdadero diálogo político que esté abierto a toda la sociedad. Este diálogo debe contemplar los aspectos previamente mencionados, garantizando un entorno de igualdad y respeto donde todas las voces sean escuchadas y consideradas.
6. Finalmente, exigimos al gobierno nacional que informe de manera clara si existe o no una orden judicial contra María Alejandra Díaz y Juan Barreto, así como la causa de la detención de Enrique Márquez. Reiteramos nuestra demanda de cese inmediato a la persecución de María Alejandra Díaz y Juan Barreto, y exigimos la libertad inmediata de Enrique Márquez, así como de los dirigentes sindicales Daniel Romero y Juan Valor y de otros muchos detenidos y perseguidos por levantar su voz, garantizando el respeto a los derechos políticos de todos los ciudadanos.
Frente Democrático Popular
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