«El problema de salud pública más grave que está afectando a la mayoría de los venezolanos es el hambre, y la consecuente desnutrición, que determina una elevada vulnerabilidad ante diversos patógenos y enfermedades como el brote de coronavirus (COVID-19)», reza el inicio del último comunicado de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales y la Academia de Medicina.
Primer Informe
El comunicado está firmado por la doctora Mireya R. Goldwasser, quien es Presidenta de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales; y por el doctor Leopoldo Briceño-Iragorry Calcaño, Presidente de la Academia Nacional de Medicina.
Según el análisis de las Academias, «la desnutrición en nuestro país está insuficientemente cuantificada por la opacidad de los datos epidemiológicos disponibles. Tanto es así, que ello ha llevado a la presentación de un pronunciamiento de varias ONG, instituciones, sociedades científicas y personalidades ante las agencias internacionales presentes en Venezuela, con la solicitud expresa de ejercer mayores esfuerzos destinados a lograr una comprensión real y actualizada de la situación alimentaria y nutricional del país, calificada por estas mismas organizaciones, entre las emergencias humanitarias más complejas del mundo».
Un informe de la UNICEF para enero de 2018, ya evidenciaba un aumento constante en el número de niños en Venezuela que sufren desnutrición como consecuencia de la prolongada crisis económica y financiera del país.
Aunque sin cifras exactas por la falta de información oficial sobre salud y nutrición, existen señales claras de que la crisis está limitando el acceso de los niños a la asistencia médica, los alimentos y las medicinas, en Venezuela.
El informe sobre las Crisis Alimentarias Mundiales (abril de 2020), estimó que para 2019, Venezuela aportaba 9,3 millones de personas en inseguridad alimentaria aguda y necesidad de asistencia alimentaria urgente, de los 35 millones de personas que en 55 países enfrentaban el hambre en forma aguda.
El informe resalta que en la actualidad Venezuela se ubica en la cuarta posición entre las naciones con peor desempeño alimentario, solo por detrás de Yemen, la República Democrática del Congo y Afganistán.
Las causas de esta situación en Venezuela se reducen a tres:
– El deterioro de la economía nacional, lo cual ha abatido el ingreso real de los venezolanos, incrementando los niveles de pobreza, desempleo y mermando el poder adquisitivo para satisfacer necesidades básicas como la alimentación.
– La escasa oferta interna de alimentos, derivada del gran debilitamiento del sistema agroalimentario como resultado de la aplicación de políticas públicas inadecuadas.
– La situación económica general del país, consecuencia de un modelo político y social que ha resultado nocivo para toda la población.
Ante esto, las Academias hacen un llamado de urgencia al gobierno nacional para promover la consciencia social sobre las consecuencias que trae la desnutrición y por qué esta debe convertirse en lucha prioritaria nacional.
Solicitan con urgencia la ayuda humanitaria internacional para frenar el sufrimiento de la población.
Y, en la solicitud más importante, piden «cambiar el modelo socioeconómico vigente y las políticas concomitantes, para estimular la producción nacional, así como para incrementar la disponibilidad, regularidad y acceso de alimentos para la gran mayoría de la población».
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