El 2017 fue particularmente complicado para un equipo de investigación del Ministerio Público pues liderados por el Fiscal Nacional Pedro Lupera escudriñaron casos muy sensibles para el régimen de Nicolás Maduro y pusieron en peligro a dos de las piezas más importantes de la revolución: Diosdado Cabello y Tarek William Saab.
José Jiménez Galo | Primer Informe
Eso significó la persecución contra el equipo de trabajo de la Fiscalía 55, siendo uno de lo más afectados el fiscal Luis Sánchez quien hasta ahora continua en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) sin haber tenido una audiencia preliminar y acusado con unas pruebas que resultaron tan dudosas, que el régimen se vio obligado a cambiarlas porque no resultaron falsas.
Sanchez fue detenido el jueves 17 de agosto por estar involucrado en una presunta red de corrupción que funcionaba dentro de la Fiscalía. “Tras una orden de allanamiento en la urbanización Altamira se logró la aprehensión del ciudadano Luis Sánchez Rángel, fiscal auxiliar de la fiscalía nacional. Allí la Policía Nacional contra la Corrupción va iniciar una revisión de la vivienda en presencia de un fiscal, que además estaba en casa de una juez. Tendrá que explicar qué hacía allí”, dijo Tarek William Saab cuando anunció la detención de Sánchez.
Desde ese momento han pasado 25 meses en los que ha tenido que luchar contra la soledad, contra el régimen y contra lo que significa estar preso en un sitio que no está preparado para albergar detenidos por tiempos prolongado, sin embargo Sánchez sigue firme, sin amilanarse. Luis Sánchez Rángel habló con Primer Informe y explicó cómo son sus días en una de los centros de detenciones que han albergado a cientos de presos políticos del régimen chavista venezolano.
“Los días en el SEBIN son un trabajo muy duro. Muchos pensarán que es muy fácil pero realmente es una cárcel difícil de llevar ya que esto no fue diseñado en ningún momento para tener a una persona privada de libertad por períodos de tiempo prolongados. Esto fue creado con el antiguo código de enjuiciamiento criminal en donde los lapsos de investigación llevados por el órgano policial eran distintos. Con la entrada en vigencia del COPP (Código Orgánico Procesal Penal) todo cambió y ese cambio fue llevando a convertir a dichas instalaciones en una cárcel en donde muchos pagan condena sin optar por los beneficios procesales en materia de ejecución. En estas instalaciones no hay un patio, no hay una cancha, muchas no tienen ventana en donde puedan ver el sol. La mayoría del tiempo transcurre en tu celda. Ya queda de cada quien aprovechar o no el tiempo de la mejor manera posible, leer, ejercitarse, entre otras cosas”, comentó Luis Sánchez.
Allí le tocó conocer a su segunda hija, pues cuando fue arrestado su esposa estaba embarazada. “Efectivamente mi segunda hija la conocí en una visita familiar que me dieron cuando tenía 2 meses de nacida. No he podido verla desde que se inició la cuarentena por la pandemia. Eso trajo consigo la suspensión de las visitas por parte del Sebin desde mediados del mes de febrero”, resalta Sánchez Rangel.
La Asamblea Constituyente presidida por Diosdado Cabello fue el órgano que empujó la medida ilegal contra el fiscal hoy preso en el SEBIN por investigar casos sensibles de Odebrecht y de irregularidades en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Pruebas cambiadas
Para el caso de Sánchez fueron utilizados como pruebas un par de depósitos bancarios en el UBS Bahamas Ltd. El propio Diosdado Cabello dirigió una denuncia al recién designado por la Asamblea Nacional Constituyente, como Fiscal General, Tarek William Saab, en la que aseguraba que el fiscal Sánchez había hecho depósitos “injustificables, e incluso por montos de asombrosas cuantías (…) todos del banco UBS Bahamas Ltd., todo esto en su condición de titulares de cuentas individuales y mancomunadas”.
En el caso particular de Sánchez, de acuerdo con el documento que suscriben con su firma y cédula los también constituyentes Pedro Carreño, Julio Chávez, Tania Díaz, María Iris Varela y Gerardo Márquez, el joven fiscal habría hecho un primer depósito para abrir una cuenta a su nombre el 5 de abril de 2016, por 669.000 dólares; y un segundo depósito para abrir otra cuenta en el mismo banco a nombre de ambos, por un millón de dólares, el 7 de abril de 2016, reseña el portal de investigación Armando.info.
Para esas fechas, sin embargo, Sánchez no había ingresado a la Fiscalía 55, y se encontraba en la ciudad de Caracas haciendo un curso de legitimación de capitales en el Ministerio Público.
“Requerimos que su competente autoridad proceda de la manera más expedita que le sea posible, solicitar ante los órganos jurisdiccionales competentes la aplicación de la medida privativa de libertad para todos y cada una de las personas involucradas en estos hechos”, decían los constituyentes a Saab, en el tercer punto del petitorio.
“La falsedad de las cuentas que motivaron mi detención por parte del fiscal general Tarek William Saab, quedaron en evidencia luego de un documento debidamente legalizado y apostillado en donde el banco en cuestión señala que las operaciones comerciales de esa entidad cerraron un año antes de la presunta apertura de cuentas de todos los involucrados por la ANC en la presunta red de extorsión del Ministerio Público. En consecuencia materialmente resultaba imposible la apertura de una cuenta bancaria por parte del diputado Germán Ferrer y mi persona en dicha institución bancaria y menos aún por ese monto y con una persona políticamente expuesta”, comentó Sánchez a Primer Informe.
Luis Sánchez de 32 años de edad, asegura que el montaje fue hecho con la finalidad de generar dudas porque “la carta rogatoria dirigida hacia Bahamas nunca sería respondida de manera satisfactoria. Primero por la mala relación del país solicitante y el destinatario, y segundo por la inexistencia de la entidad bancaria en dicha localidad, generando de esta manera un vacío que hasta la fecha no han podido resolver”.
Sin arrepentimientos
Aunque Luis Sánchez fue advertido sobre las intenciones que tenía el régimen en su contra nunca tuvo la idea de irse del país. Tampoco las constantes amenazas en su contra hicieron que huyera hacia otro país como exiliado político.
“Luego de tanto tiempo no puedo hablar de arrepentimiento. Sencillamente el lamentarme no me resuelve ni me ayuda en ninguna situación. Desde hace un tiempo he asumido mi privación de libertad como una manera que el destino me envió, para protegerme de cosas peores. Algo bueno debe salir de todo lo malo, estoy seguro de eso. En prisión el hombre no puede mostrar debilidad, debe asumir con valentía la prueba que debes superar por ti y por tu familia. Decir que me confié, si evidentemente, no pensé que la persecución política podría llegar hasta un servidor público muy lejano de pertenecer a la cadena de mando de una institución tan jerarquizada como el Ministerio Púbico», aseguró Sánchez, quien trata de llevar la vida sin intoxicarse de odio mientras transcurren los días entre cuatro paredes.
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