Las 19 formas de violar los derechos humanos de las mujeres y niñas, que expone el informe, forman parte de una crisis silenciosa y no visibilizada que pone en juego la vida de las niñas y mujeres del mundo y que podrían agravarse en el contexto actual a causa del Covid-19.
Según el UNFPA, han sido 200 millones de niñas y mujeres a nivel mundial que se han enfrentado a la mutilación genital femenina (MGF), concentrándose mayormente en África. En América Latina, es más común en la comunidad indígena de Colombia.
Otras 650 millones han sido forzadas a casarse sin haber cumplido la mayoría de edad, que a pesar de estar prohibido por la ley, es aprobado por las familias. Y en 2030, podrían registrarse 150 millones más. En la región, de 107 millones de niñas, 60 de ellas contraerán matrimonio antes de los 18 años.
Además, el informe destaca que, al mundo le faltan alrededor de 142 millones de mujeres, puesto que, han sido víctimas de feticidio femenino o desatención alimentaria durante los primeros años de nacidas. Igualmente, indica que 9 de cada 10 personas tienen algún prejuicio contra la mujer.
El matrimonio infantil y femicidios en Venezuela
El representante nacional del UNFPA en Venezuela, Jorge González Caro, comenta que afortunadamente en el país no son comunes las prácticas como la mutilación genital femenina y la preferencia por hijos varones.
“Estudios han revelado que, sin afirmar la ausencia absoluta de estos rituales, su ocurrencia es muy escasa. En nuestro contexto, la práctica más visible resulta el matrimonio temprano y sin consentimiento por parte de las niñas, adolescentes y mujeres, lo que se estima está acentuándose en los tiempos actuales como una estrategia de sobrevivencia de las familias en situación de pobreza para aliviar el peso de la carga económica de los hogares, al igual que el sexo por sobrevivencia, el abuso y la explotación sexual”, dijo González Caro.
Lamentablemente en Venezuela no se cuentan con datos que visibilicen los tipos y frecuencias de las violaciones a mujeres y niñas. Sin embargo, a finales del año pasado, el Ministerio Publico indicó que se atendieron 101. 229 víctimas por violencia de género. Durante este 2020, el Monitor de Femicidios en Venezuela de la Organización Utopix, registra 109 casos y 42 de ellos han sido durante el confinamiento.
González Caro, agregó que el UNFPA en Venezuela ha levantado información en los estados frontera (Bolívar, Zulia, Apure y Táchira) que actualmente concentran población en migración pendular y población retornada. “En estas poblaciones se concentra un mayor riesgo de prácticas como la trata y tráfico sexual, violencia de género, sexo por sobrevivencia y femicidios, todas ellas consecuencias derivadas de los procesos de movilidad de la población femenina en condiciones de gran precariedad y vulnerabilidad de derechos”.
Mayor riesgo durante la cuarentena
Según el representante nacional, esta ha sido la primera advertencia del equipo UNFPA en Venezuela, por ende, en alianza con Min Mujer, el número 911, y sus socios, ha contribuido a fortalecer la respuesta a la violencia de género en tiempos de pandemia.
“Hemos realizado campañas a través de nuestras redes sociales, e importantes alianzas, con Venevisión y la Fundación del basquetbolista profesional, Greivis Vásquez, para profundizar y ampliar el alcance de la Campaña de Prevención y atención de la violencia basada en género en el contexto del Covid-19. Estamos apoyando con kits de dignidad a las mujeres y adolescentes en edad reproductiva que se encuentran retornando por los estados Zulia, Táchira, Bolívar, Apure y también en Miranda y Distrito Capital”, informó Jorge González Caro.
Acciones a tomar para acabar con las prácticas nocivas
Durante la presentación virtual del informe, se expresó que para acabar con estas 19 formas de violación de derechos humanos, se debe aprovechar la comunicación y globalización para la transformación cultural y así, evitar que millones de niñas y mujeres sigan siendo víctimas de un sistema patriarcal y derrumbar la concepción en algunos países de que estas prácticas son naturales.
Igualmente, González Caro indicó que tener leyes, normas y organizaciones no es suficiente, ya que, se necesita hacer un uso más eficiente de las instituciones, ampliar las inversiones tanto en grupos de mujeres como en mecanismos nacionales de igualdad de género para fortalecer su rol de apoyo en las familias y las comunidades, así como en los servicios y las políticas; Respaldar la legislación vigente con presupuestos adecuados, así como medidas eficaces de aplicación y seguimiento para cerrar la brecha entre la norma y la realidad.
También es imprescindible tener los servicios adecuados para prevenir, proteger, atender y empoderar a las niñas y a las mujeres y además, aprovechar el potencial de la próxima generación, especialmente de las jóvenes, que son los defensores más eficaces del abandono de las prácticas nocivas y la eliminación de la discriminación de género para promover cambios en la forma de pensar y con ello transformar vidas.
Aunque el UNFPA no es una organización que preste servicios de manera directa porque su rol es de asistencia técnica y abogacía, la organización trabaja diariamente con un equipo comprometido y socios para asegurar que cada embarazo sea deseado, cada parto sea seguro y cada joven alcance su pleno potencial.
“Trabajamos conjuntamente con el ministerio de la Mujer y con el Inamujer y con las ONGs Aliadas en Cadena, Cesap, Uniandes, Plafam, Codehciu, Niña Madre, Sociedad Wills Wilde, Avesa, Cepaz, CEM-UCV, Mujeres en línea, la coalición de equivalencias en Acción”, informó el representante nacional. Las mujeres que sean víctimas de violencia de género pueden contactarse con alguna de esas organizaciones.
Faltarían 100 años para paliar la desigualdad de género
El Estado de Población Mundial publicó cálculos en los que se estima un siglo para que dentro de la sociedad existan derechos igualitarios, y solo si se conocen los riesgos de forma integral, efectuando acciones e inversiones eficaces, el estimado podría reducirse.
Harold Robinson, director regional para América Latina y el Caribe del UNFPA, sostuvo que “también ayudaría que nosotros como hombres reconozcamos los privilegios de los que gozamos en esta sociedad y renunciemos a ellos”.
Por su parte, Jorge González Caro, dijo que “la búsqueda de la igualdad de género no es una guerra entre los sexos, mujeres contra hombres. La cultura machista disminuye la calidad de vida de mujeres y hombres. Necesitamos empoderar a las mujeres y adolescentes para que conozcan sus derechos y los puedan exigir. Pero del mismo modo, necesitamos trabajar con los niños, adolescentes y hombres esos estereotipos de la masculinidad”.