Exdirigentes del chavismo emitieron un comunicado en el que se plantan frente al gobierno de Nicolás Maduro, reniegan de la revolución, rechazan violación de DDHH y llaman a volver a la Constitución y anular la política «bipolar»
Un grupo de exdirigentes del chavismo emitió un manifiesto a través del cual se deslindan del proceso político que ha imperado en Venezuela por 22 años, y anuncia que hará esfuerzos por impulsar la participación del electorado en las elecciones regionales del 21 de noviembre, así como por un referendo revocatorio contra Nicolás Maduro en 2022.
Ex ministros, gobernadores, alcaldes y dirigentes en general durante diferentes etapas de la administración del chavismo, se pronunciaron contra los abusos del gobierno, la política bipolar y la violación de DDHH.
Entre los nombres que suscriben el documento figuran la exgoberndora del estado Portuguesa Antonia Muñoz el exministro de Comunicaciones Andrés Izarra, el exgobernador del estado Mérida Florencio Porras, la exministra de Economía Popular Oly Millán, y los exdiputados Luis Robles y Julio Moreno, así como ex concejales, militares retirados y activistas de gremios profesionales y técnicos.
Chavismo disidente asegura que la crisis actual favorece la muerte
En el documento divulgado este martes 22 de junio, se expresa que la crisis que vive el país ha llevado a la inmensa mayoría del pueblo al límite de la subsistencia y condena a miles de personas a una muerte lenta.
Se señala también la desaparición progresiva del Estado de derecho, de las instituciones y de la gobernabilidad, frente a los intereses y feudos de cada sector gobernante, lo que significa la muerte de la República.
De igual manera se hace referencia a la destrucción del tejido social acumulado durante años, que le había garantizado al pueblo el ejercicio de su soberanía y el mantenimiento de las conquistas sociales.
Ya no hay revolución, advierten disidentes del chavismo
«Los sueños de cambiar en una sociedad realidad de injusticia, pobreza y autoritarismo, siempre serán el motor para grandes transformaciones sociales. Las revoluciones, si son motivadas por deseos de justicia y equidad social, procuran un cambio positivo en la vida de las grandes mayorías y en esto tienen su legitimidad», expresa el comunicado.
Advierte seguidamente el documento que, si luego de años en el poder, de políticas erradas, descomposición interna e ineficiencia, se tiene como saldo el deterioro de la vida de millones, no como resultado de una agresión aislada y temporal (caso de una guerra), sino como resultado de una crisis estructural y acumulada, sin correcciones, entonces esa revolución dejó de serlo.
Añade que defender ese estado de cosas se convierte en un acto conservador y reaccionario.
DDHH demuestran el fracaso
Los firmantes del documento indican que es muy grave y peligroso que, cuando un gobierno pierde legitimidad y respaldo popular, para mantenerse en el poder a como dé lugar recurra a la trampa y a la violación de las leyes, generar miedo en el pueblo, y lo que es más sintomático, apresar adversarios, violando el debido proceso, el derecho a la legítima defensa y, en algunos casos, llegando hasta la tortura.
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