Tan sólo un vehículo se ha ensamblado en Venezuela en lo que va de 2021, así lo informó Omar Bautista, presidente de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Autopartes (Favenpa). La cifra representa la muerte de un sector de la industria automotriz que se ha contraído sin freno desde 2013. El diagnóstico fue premonitorio en diciembre, cuando el año cerró con 107 automóviles fabricados representando una caída de la producción de 99,9% en comparación a 2001, cuando se ensamblaron 137 mil unidades.
Ana Uzcátegui | La Prensa de Lara
Las nueve ensambladoras del país: Chrysler, Ford, General Motors, Iveco, Mack, Mitsubishi, Hyundai, Toyota y Encava mantienen sus instalaciones en territorio nacional, pero sin actividades activas y algunas hasta cerradas. La pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos, donde cada 9 de 10 personas son pobres aunado a la eliminación del crédito bancario y la paralización de industrias que aportaban la materia prima necesaria para el sector, como el Complejo Siderúrgico Bolivariano (Sidetur), la industria de aluminio Alcasa y el sector petroquímico, forman parte de las principales consecuencias que contribuyeron a la desaparición del sector.
Esta realidad impacta directamente a los fabricantes nacionales de autopartes, cuyo mercado principal eran las ensambladoras. «Actualmente, el mercado que nos queda en el país es el de suministrar repuestos para el mantenimiento de los vehículos, pero los ingresos se ven seriamente comprometidos por la competencia desleal que existe, al haber una importación masiva de repuestos que no están obligados a pagar ningún tipo de impuestos», explicó Omar Bautista, presidente de Favenpa. Esta política incentivada por el Estado afecta a las demás cadenas productivas del país.
La escasez de gasolina y gasoil es otro problema que afecta la venta de autopartes. En Venezuela hay cuatro millones 78 mil vehículos, pero según estimaciones de esta cámara, el combustible distribuido apenas alcanza para atender al 50% del parque automotor.
Bautista precisó que para que el sector se mantenga activo en el país se deben fabricar 100 mil vehículos al año. Las lamentables cifras que hoy registran las ensambladoras, ni siquiera se comparan con el año 1962, cuando arrancaron operaciones, hace 59 años comenzaron produciendo 10 mil vehículos. Actualmente, el país es el último en la lista del continente en producción y ventas de automóviles, una realidad que contrasta con el año 2006, época de boom petrolero cuando la industria llegó a exportar 22 mil vehículos a países como Colombia y Ecuador.
En el año 2007 hubo un pico en la producción de vehículos, donde se fabricaron 172.000 unidades. En ese momento, el Fondo Monetario Internacional (FMI), registró que el ingreso per cápita de los venezolanos era de 8.454,5 dólares, uno de los más altos de Latinoamérica. Las proyecciones cambiaron totalmente para este año, cuando se contabiliza una hiperinflación de 43 meses. El FMI estima que al cierre de 2021, el ingreso per cápita será de 1.541 dólares; es decir, Venezuela será la nación más pobre de Latinoamérica y El Caribe. Así lo reseña una investigación realizada por el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (?Cedice Libertad).
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