La tercera reconversión monetaria llega como consecuencia de más de tres años en hiperinflación y siete años consecutivos en recesión económica. Desde la última reconversión, en agosto de 2018, el dólar paralelo aumentó 5.300.000 %.
A partir de este viernes 1° de octubre la moneda nacional tendrá una nueva reconversión, segunda en tres años, que le restará seis ceros a la expresión monetaria actual y que evidenciará nuevamente las carencias del bolívar como unidad de cuenta y medio de pago, sin confianza por parte de la población y perdiendo cada vez más terreno frente al dólar.
La nueva reconversión monetaria llegará con cinco nuevos billetes y una moneda, que coexistirán con los billetes de Bs. 10.000, Bs. 20.000, Bs. 50.000, Bs. 200.000, Bs. 500.000 y Bs. 1.000.000 hasta que el Banco Central de Venezuela (BCV) considere su salida de circulación y que, ante la falta de monedas y billetes que puedan suplir su valor, servirán teóricamente para dar vueltos.
Al igual que las ampliaciones del cono monetario hechas al entonces denominado “bolívar soberano” (una en 2019 y otra en marzo de este año), la nueva reconversión llega como efecto directo de una hiperinflación que está próxima a cumplir cuatro años consecutivos en el país, aunque expertos afirman que, sin otras medidas económicas, nada podrá hacer para frenar el avance de precios.
Entre agosto de 2018 (mes en el que entró en vigencia la segunda reconversión de la era chavista) y mayo de este año (último mes con datos publicados por el BCV), Venezuela acumula la estratosférica cifra de 20.198.807,28 % de inflación, más del doble que lo que acumuló entre 2008 y 2018 (8.790.482 %).
Es decir, lo que en agosto de 2018 costaba un bolívar, en mayo de este año costaría 200.000 bolívares. Para comprar un dólar en el mercado paralelo, a su vez, el 20 de agosto de 2018 se necesitaban Bs. 59,21, mientras que el 20 de mayo de 2021 la cifra ascendía a Bs. 3.150.000, una variación de 5.300.000 % del tipo de cambio.
Sin embargo, economistas y firmas de análisis financiero coinciden en que, a pesar de que el país se mantiene en espiral hiperinflacionaria, el peor momento de la hiperinflación ya pasó, aunque Ecoanalítica proyecta que, en un escenario hipotético en el que la inflación mensual se mantenga entre 30 % y 50 %, los seis ceros retirados tardarían entre 35 y 55 meses en volver a la nueva escala monetaria.
Las estadísticas del BCV reflejan que hasta mayo Venezuela registró índices mensuales de entre 16 % y 46,6 %, mientras que el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) ubicó entre 6 % y 16 % los de junio a agosto. En escenarios con inflación mensual de entre 10 % y 20 %, el bolívar tardaría alrededor de 15 meses en sumar un cero, 50 meses para tres ceros y 110 meses para sumar los seis que le quitan con esta nueva reconversión.
De manera que, si las autoridades no acompañan la medida con otras políticas macroeconómicas para salir de la hiperinflación, el cambio seguirá siendo meramente contable con el único beneficio de facilitar las transacciones en bolívares, que ya de por sí han mermado frente a las que son en monedas extranjeras, limitadas a operaciones específicas o el menudeo.
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