La destrucción del aparato productivo y la hiperinflación han causado un grave daño en la seguridad alimentaria del país, cuyas consecuencias pueden seguir presentándose en 2040.
La doctora Marianella Herrera, investigadora de la Universidad Central de Venezuela e integrante de la fundación Bengoa, sostuvo que los 6,8 millones de venezolanos que pasan hambre comprometerá seriamente a las próximas generaciones, pues en ese grupo hay embarazadas, hombres en edad fértil y niños menores de cinco años.
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“Estas consecuencias se van a sentir en el corto, en el mediano y en el largo plazo. En unos 20 años vamos a estar viendo todavía las consecuencias de esto si no se interviene ya. Son las secuelas del hambre. No solamente en la talla baja, sino también en las enfermedades crónicas», expresó al periodista Gabriel Bastidas a infobae.com
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