3,2 millones de niños necesitan asistencia humanitaria en Venezuela, informó Unicef. Niños a los que está apoyando con tres programas. Iniciativas que no se financian solas. Al menos 200 millones de dólares requiere Unicef para llegar al mayor número posible de niños venezolanos este 2021.
Daniel Gómez-ALnavío
La situación de los niños en Venezuela es una de las que más preocupan a Naciones Unidas. No es casualidad que el Programa Mundial de Alimentos se estrene en el país ofreciendo comida a través de los comedores escolares.
Este jueves, la agencia de la ONU para la infancia, Unicef, informó que 3,2 millones de niños requieren asistencia humanitaria.
También informó que la agencia necesita 201,8 millones de dólares para seguir operando como hasta ahora en el país al menos este 2021.
La financiación, explica, es para “seguir brindando servicios que salvan vidas a mujeres y niños en Venezuela afectados por una triple carga: el contexto socioeconómico y político prolongado, la pandemia y los flujos migratorios mixtos a través de las fronteras internacionales”.
Sin estos fondos, Unicef advierte que “no podrá apoyar actividades críticas como la alimentación escolar, que es clave para la retención y el buen desempeño escolar”.
Además, la agencia requiere fondos extra “para intervenciones destinadas a salvaguardar los servicios de salud esenciales, prevenir y abordar la desnutrición, mitigar y responder a los riesgos de protección y facilitar el acceso al agua potable”.
A pesar de la falta de financiación, Unicef sigue desarrollando sus actividades en Venezuela. Programas que se centran en varios ámbitos: salud, saneamiento, protección, educación y logística. ¿Consiguieron resultados?
Apoyo en el área de salud
El informe de Unicef sólo recopila las acciones de marzo. En ese mes, la agencia apoyó a 155 hospitales, instalaciones de atención ambulatoria y centros comunitarios en ocho estados.
En todas estas instalaciones, desarrollaron programas de nutrición preventiva para niños, así como para mujeres embarazadas y lactantes. También ofrecieron servicios nutricionales de los que se beneficiaron 9.699 niños y 1.899 mujeres embarazadas y lactantes.
Otro de los esfuerzos de Unicef tiene lugar en el área de los diagnósticos. Gracias a eso, 450 niños fueron identificados con desnutrición aguda, 119 con desnutrición aguda severa y 331 con desnutrición aguda moderada.
Resolver el problema del agua
La crisis de Venezuela también ha golpeado los servicios de agua y saneamiento. Aquí Unicef también aporta su granito de arena. Con el apoyo del Ministerio del Agua, han intervenido en cuatro estados del país.
En el estado Zulia están realizando obras en las plantas de tratamiento de agua Wuinpala y Burro Negro, así como en las estaciones de bombeo de apoyo Macanilla y F-7. También se encuentran en ejecución las obras finales en la planta de tratamiento de agua Zamzíbary en la estación de bombeo Puerto Cuervito. Dos infraestructuras que beneficiarán a 1,3 millones de personas.
En el estado Bolívar, Unicef, con el apoyo de su socio Alinca, trabajó en dos comunidades de Ciudad Guayana: 19 de Abril y Cambalache. En ambas restauraron los sistemas de bombeo y almacenamiento de agua, beneficiando a un total de 9.324 personas.
En el estado Delta Amacuro, Unicef ha reforzado su suministro de agua en las plantas de tratamiento de agua Tucupita y San Rafael. Lo ha hecho mediante la instalación de nuevas bombas y reparación de las existentes, beneficiando a un total de 25.001 personas.
En Táchira, se han ejecutado labores para mejorar el acceso al agua potable en la red principal. Se instalaron nuevos sistemas de inyección de cloro en Abejales y plantas de tratamiento de agua en El Mesón, que benefician en total a aproximadamente 100.000 personas
Protección infantil y violencia de género
En al menos 15 estados, también fronterizos, los técnicos de Unicef ejecutaron acciones de protección infantil y contra la violencia de género. Servicios que “se brindaron a adolescentes en conflicto con la ley, niños, niñas y adolescentes sobrevivientes de violencia, incluida la violencia de género, y niños no acompañados y separados en la frontera con Brasil”.
De hecho, gracias al trabajo de Unicef Brasil y otras ONGs de la zona, se resolvieron con éxito en marzo tres casos de reunificación familiar.
Otra acción reseñable es que, en San Antonio, Unicef entregó todo el mobiliario para establecer el primer Juzgado de Violencia de Género ubicado en la zona fronteriza. Una “estrategia para fortalecer la respuesta de protección que brinda el sistema de protección infantil a las sobrevivientes de violencia de género”.
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