Los racionamientos en el servicio eléctrico en Lara están causando pérdidas a los comercios de la entidad. Denuncian que, en estas circunstancias, es difícil conservar los productos que necesitan refrigeración.
“Se descongela la nevera. Cuatro horas sin luz es pérdida para mí. He tenido pérdida de alimentos. No cierro, porque es un lugar pequeño”, expresó Iris Romero, dueña de un restaurante en la capital crepuscular.
No solamente el área de alimentos se ve afectado. Aquellos negocios que ofrecen servicios técnicos, tampoco pueden trabajar por los racionamientos como en el caso del comerciante Anderson Sánchez, quien solo puede laborar en horas de la mañana.
Otro de los problemas que reportan en las comunidades son las fallas en los transformadores, sobre todo en el sector Santa Inés 3 en el oeste de la ciudad.
“Hay discapacitados, personas de la tercera edad, con problemas cardíacos… estamos cansados porque tenemos 21 días sin luz”.
La Alcaldía de Iribarren espera dar respuesta a los ciudadanos progresivamente, pues ya adquirieron un lote de transformadores.
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