En Venezuela, cada vez es mayor el número de niños que sufren desnutrición como consecuencia de la prolongada crisis económica y financiera que vive el país desde el año 2012, advierte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
De acuerdo con informes realizados por Unicef, aseguran que en el país no hay cifras exactas por la falta de información oficial sobre salud y nutrición.
La situación de emergencia sanitaria por Covid-19 ha profundizado la vulnerabilidad de las niñas y los niños venezolanos, desde diferentes ángulos es posible ver señales claras de que la crisis está limitando a los niños a contar con la asistencia médica, alimentos y medicinas. Por tal motivo, desde el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia sugieren agilizar la puesta en marcha de una respuesta sistematizada contra la desnutrición, basada en la información desglosada y coordinada entre el Gobierno y sus aliados.
“La alimentación saludable es un derecho humano de carácter universal que se concentra en el acceso económico a ingresos o recursos para la producción de alimentos. Además, aborda las obligaciones y responsabilidades de todos los titulares del deber”, indica Unicef.
La sociedad civil apoya a las familias más vulnerables del país
La Asociación Civil Otro Enfoque brinda apoyo a las familias vulnerables de la Cota 905, que comprende las parroquias La Vega, El Paraíso y Santa Rosalía en el municipio Libertador al oeste de Caracas.
En conversaciones para el Diario 2001 Online, la coordinadora comunitaria de la mencionada organización, Ingrid Rodríguez, comentó su trabajo se centra en “trabajar con la comunidad de la Cota 905, especialmente estamos enfocados en los niños más vulnerables, por la difícil situación que vive el país con el déficit alimentario, donde la mayoría de los padres trabajan por cuenta propia y no están percibiendo dinero en este momento, es por ello que nos dedicamos apoyar a estas familias”.
Otro Enfoque “se encarga de entregar alimentos aproximadamente a 40 familias que hacen un total de 182 personas entre adultos y niños, el núcleo familiar en su mayoría está conformado por 4 o 5 personas”, aseguró Rodríguez.
Actualmente la organización no está recibiendo los alimentos suficientes para atender a la comunidad, pero con lo que pueden conseguir, muchas familias solventan, “quizás no es todo lo que necesitan, pero les ayuda en algo”, señaló.
El kit de alimentos está constituido por granos, harina de maíz, proteínas, lácteos y azúcar “esto les llega de manera mensual desde hace 3 meses para que medio solucionen la falta de alimentos”, comentó la coordinadora comunitaria de Otro Enfoque.
En el sector Cruz Verde de la Cota 905, la ONG realizó un censo de 210 niños aproximadamente, pero solo un grupo pequeño de ellos reciben bolsas de alimentos, debido a los recursos limitados que posee la organización.
En su opinión, considera que los alimentos que llegan en las cajas Clap no cumplen con los estándares nutricionales que necesitan los niños, niñas y adolescentes para su óptimo desarrollo. “…A veces tenemos algunos casos donde las familias no tienen ni para comerse una arepa y con lo que les entregamos es mucho lo que se ayudan”, señaló Rodríguez.
Cáritas de Venezuela ofrece un “Gesto de Solidaridad” a los más necesitados durante la Pandemia por Covid-19, la misma consiste en entregar una ayuda compuesta por alimentos a personas vulnerables en todo el país. Estas entregas se desarrollan en las sedes de Cáritas diocesanas, quienes, a su vez, sondean las parroquias para identificar a las personas y grupos familiares más necesitados, de manera que la ayuda llegue directamente a sus hogares.
Del mismo modo la Fundación de Atención Integral Juvenil, Fundainil, realiza la entrega de bolsas de alimentos a los representantes de los niños del programa “Todos Pueden”, con apoyo de Unicef Venezuela, el Instituto Autónomo Consejo Municipal de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes; y la Alcaldía de Baruta.
Desnutrición en cifras
Según la información publicada en la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de los venezolanos (Encovi), versión 2019-2020, los resultadossobre la situación nutricional de los niños menores de cinco años, de acuerdo con el indicador peso-edad, revelan que alrededor de 21% se encuentra en riesgo de desnutrición y 8% está desnutrido.
Este nivel se distancia considerablemente del registro en Colombia (3,4%), Perú (3,2%) o Chile (0,5%). Igualmente, según el indicador talla-edad, se ha estimado que 30% de quienes se encuentran en desnutrición crónica tienen menos de 5 años de edad, exactamente 639 mil niños y niñas.
La inseguridad alimentaria en el hogar inicia con ansiedad y preocupación por la provisión de alimentos, continúa con ajustes en el presupuesto familiar para adquirir los productos, los adultos limitan la calidad y cantidad de la ingesta de alimentos que termina por afectar a los más pequeños.
En el 2019, de cada 10 hogares solamente uno se categoriza como “sin inseguridad alimentaria” y según la última medición (ETA 2020) habría solamente 3% en esa condición. De cada 4 hogares en al menos uno la inseguridad alimentaria es severa.
De acuerdo al estudio realizado por Encovi el 79,3% de los venezolanos no tienen cómo cubrir la canasta de alimentos. La intensidad de la pobreza continuó su tendencia creciente ubicándose en 96% de los hogares que se encuentran en esta situación y 79% se ubica en pobreza extrema; hecho que significa, en último caso, que los ingresos percibidos son insuficientes para cubrir la canasta alimentaria.
Para Encovi, “Venezuela se ha alejado considerablemente de sus pares suramericanos, acercándose a la situación que ostentan algunos países del continente africano”, reseña el informe.
La encuesta que realiza Encovi desde el año 2014 recopila datos desde finales del 2019 hasta marzo de este año 2020 en temáticas como la nueva demografía de Venezuela; pobreza y política social; educación y trabajo; situación nutricional y seguridad alimentaria y la migración reciente de venezolanos.
El Proyecto Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de los venezolanos (Encovi),surgió de la preocupación compartida por investigadores de la UCAB, la UCV y la USB, en torno a la necesidad de contar en el país con información pertinente y oportuna, para conocer la situación social de la población venezolana. Puede consultar el informe completo aquí.
El Global Report on Food Crisis 2020 (Reporte Mundial sobre las Crisis Alimentarias), según datos publicados, incluyó a Venezuela como la cuarta peor crisis alimentaria del mundo, ubicándose en un estatus peor que el descrito para Etiopía, Sudán, Nigeria, Siria y Haití. Este informe se ejecuta desde hace 3 años, con la finalidad de conocer la necesidad inminente de ayuda alimentaria para Venezuela. Puedes consultar el informe completo aquí
Consumo actual de alimentos en Venezuela
«Más de 9 millones de venezolanos no pueden acceder a los alimentos, aunque estén disponibles en el país, debido a la hiperinflación. 60% de la población ha tenido que disminuir las porciones de comida», según una encuesta nacional del Programa Mundial de Alimentos.
En la encuesta también se reseña que una de cada tres personas en Venezuela tiene dificultades para llevar comida a la mesa y consumir los mínimos nutricionales necesarios.
El estudio, basado en 8375 cuestionarios, revela que un gran número de venezolanos solo come diariamente cereales, raíces o tubérculos y que la hiperinflación ha hecho que sus salarios no lleguen para comprar los bienes más básicos.
Un total de 9,3 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población, sufre lo que técnicamente se denomina como “inseguridad alimentaria” moderada o grave, dice el Programa Mundial de Alimentos que llevó a cabo el estudio.
«La inseguridad alimentaria se define como la “insuficiente ingestión de alimentos, que puede ser transitoria (cuando ocurre en épocas de crisis), estacional o crónica (cuando sucede de continuo)», refiere Unicef.
El estudio asegura que la falta de alimentos es un problema en todo el país, aunque en algunos estados como Delta Amacuro, Amazonas y Falcón alcanza niveles más altos. Incluso en las regiones con menores índices, incluyendo a Lara, Cojedes y Mérida, se estima que aproximadamente una de cada cinco personas está en inseguridad alimentaria.
El consumo de carne, pescado, huevo, vegetales y frutas está por debajo de los tres días a la semana. El problema no es tanto la disponibilidad de alimentos, sino la dificultad de obtenerlos. Siete de cada diez personas dijeron que siempre hay comida disponible, pero que es difícil comprarla debido al alto precio comparado con sus ingresos, señala el documento.
Las frutas, los tubérculos y las verduras actualmente fueron sustituidos por arroz, harina de maíz precocido, grasas y pasta, según reporta la Fundación Bengoa, donde detectaron que 80% de los hogares venezolanos vive en inseguridad alimentaria por el cierre de establecimientos, la escasez, costos de la comida y las dificultades para cocinar por falta de agua, gas y electricidad.
Factores socioeconómicos que contribuyen a la desnutrición infantil
Aunque normalmente se menciona la pobreza como la causa principal de la desnutrición, existen otras causas tan importantes como esta, tal es el caso de los recién nacidos que no se benefician de la lactancia materna exclusiva; también la presencia de enfermedades comunes como la diarrea y las infecciones respiratorias agudas.
Del mismo modo ocurre con otros elementos socioeconómicos como vivienda, estructura familiar, educación, salud, la ausencia del consumo de suplementos vitamínicos o alimentos fortificados, ingresos y costo de los alimentos. Estos son los detonantes más resaltantes de la desnutrición infantil.
Causas de desnutrición
La desnutrición, especialmente en la infancia es un obstáculo que impide que los individuos, e incluso las sociedades, desarrollen todo su potencial. Una publicación de Unicef, expresa que todos los años nacen en el mundo más de 20 millones de niños y niñas con un peso inferior a los 5.5 libras, lo que equivale al 17% de todos los nacimientos de los países en desarrollo, es decir una tasa que duplica el nivel de los países industrializados que es de 7%.
Para la Fundación Bengoa son múltiples las violaciones al Derecho a la Alimentación en las que incurre el sistema oficial de distribución de los alimentos en Venezuela. Estas van desde la vulneración del derecho a la alimentación por autodeterminación, hasta la de tener que comprarle al Estado una caja de alimentos de la que se desconoce su contenido.
Estos paquetes de alimentos no responden a una focalización clara y han consistido, hasta ahora, en alimentos con un aporte nutricional desequilibrado a expensas de carbohidratos y grasas, ultra procesadas, y muchas veces no consistentes con el patrón alimentario local o con las normas internacionales de protección de la alimentación de lactantes y niños pequeños.
En una familia de cinco miembros, si se preparan tres comidas con estos alimentos, cada persona consumiría unas 1300 Kcal/día y alcanzaría para alimentarse solo cinco días. ¿Cómo se alimentan los demás días? Esta estrategia mantiene a la población vulnerable sumida en hambre crónica, manifestó la fundación.
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