Una explosión y marcadas fluctuaciones de voltaje se produjeron este lunes en la noche en Caracas. Ambos eventos, reportados ampliamente a través por los usuarios, antecedieron un nuevo corte del servicio eléctrico que afectó a varios estados venezolanos.
Por Primer Informe
La nueva ocurrencia de una nueva falla en el Sistema Eléctrico venezolano, mantuvo hasta este martes de la mañana a millones de usuarios en sin acceso a la energía eléctrica.
Al contrario de lo que usualmente sucede, amplios sectores de la capital venezolana amanecían este martes todavía sin electricidad. En Caracas los cortes del servicio eléctrico no son tan frecuentes, ni tan largos, como en el resto del país.
De este a oeste, Venezuela volvió a quedar a oscuras. La interrupción la reportaron usuarios varios estados como Mérida, Lara, Carabobo, Aragua, Anzoátegui y Nueva Esparta.
El evento de anoche activó las alarmas en los venezolanos que todavía tienen fresco en la memoría el recuerdo del apagón nacional ocurrido en marzo de 2019. En esa ocasión, toda Venezuela estuvo sin luz entre cinco y siete días contínuos.
Sistema eléctrico venezolano ha sucumbido también a la corrupción y los malos manejos.
Durante la era Chávez-Maduro, cuantiosos recursos han sido destinados para desarrollar la generación de energía eléctrica en Venezuela. El desarrollo de los proyectos en esa área, quedó truncado por la por corrupción.
Los recuerdos del apagón
La ausencia de electricidad durante el apagón nacional de 2019, tuvo efectos gravísimos en la economía que quedo virtualmente paralizada en su totalidad durante el apagón y días posteriores.
Pero, la incidencia de daños fue particularmente sentida en los hogares de venezolanos. Cientos de miles de familias sufrieron durante días condiciones muy adversas.
En una encuesta realizada por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OSVP) se desprenden algunos datos que son reveladores de lo que sucedió durante esos nefastos días.
La mayoría de los hogares consultados en la encuesta, casi una cuarta parte de los estudiados, reportó que en esos días perdieron toda la comida que tenían almacenadas en los refrigeradores para su conservación.
A todo esto, se sumó que las fluctuaciones eléctricas que se vivieron antes del apagón, como las ocurridas ayer, averiaron los valiosos electrodomésticos de las familias. Con un poder adquisitivo pulverizado por la hiperinflación, a la mayoría de los venezolanos le resulta imposible sustituir, o incluso reparar esos aparatos.
Pero lo más grave fue la carencia de agua . Entonces, según el estudio del OSVP, en Caracas casi un 30% de la población dejó de tener acceso al agua potable.
Las cicatrices del apagón no son solo materiales sino también emocionales. Cerca del 50% de la población vivió entonces episodios de ansiedad y depresión.
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