El cese de operaciones de Directv dejó sin señal al 45,32% de usuarios de televisión por suscripción del país. De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel), para 2019, de los 4.399.721 suscriptores en el país, 1.993.789 eran clientes de este proveedor de televisión satelital subsidiaria de la empresa AT&T Inc, cuya directiva anunció el martes la suspensión del servicio.
José Rivas | Correo del Caroní
Un día después, los guayacitanos comenzaron a buscar un emplazo en otras empresas de telecomunicaciones.
La oficina de la compañía SuperCable, ubicada en el Centro Comercial Naraya de Alta Vista estaba cerrada, pero igual recibió la visita de antiguos suscriptores de Directv con la esperanza de encontrar una alternativa. “El que no tiene internet lo único que tiene para informarse es el cable”, dijo uno de las personas que quedó sin servicio.
En TV Zamora, ubicada en Unare, las colas de personas esperando instalar el servicio o que les arreglaran alguna falla técnica alcanzaban alrededor de unos 50 metros. A pesar del aumento en la demanda, Wilfrido Rojas, gerente general de TV Zamora, indicó que desconoce cuántas personas han ido en los últimos dos días buscando tarifas y paquetes luego del cierre de Directv.
El representante del proveedor de telecomunicaciones ve complicado que alguna otra empresa pueda abarcar el espacio que quedó vacío luego del cierre de la filial de AT&T Inc. “No hay manera de cubrir la demanda en este instante”, señaló. Al trabajar con conexión por cable explicó que, a diferencia de la televisión satelital, ellos no pueden llegar a zonas lejanas como Las Amazonas, Core 8, Villa Jade, Terrazas del Atlántico, Chirica, Vista al Sol, cerro El Gallo y Los Alacranes.
Cableras en sobrevivencia
De acuerdo con Rojas expandir la capacidad de oferta no podría darse en el corto plazo porque la importación de los equipos necesarios para el servicio podría tardar hasta 6 meses en llegar debido a la pandemia de COVID-19 y los trámites portuarios que retrasarán los envíos.
Comentó que desde hace 8 años disminuyeron las importaciones de materiales como fibra óptica, conectores y codificadores por lo que cada vez es más complicado atender las necesidades y expandir la atención al público. “Estamos haciendo esfuerzos con muy poca ganancia porque estamos en el límite”, expresó.
A esta situación se suma los costos, calcula que expandir su servicio a zonas que no están siendo atendidas tendría un valor de al menos 100 dólares por cliente solo como inversión, lo que considera es casi imposible de acuerdo a los recursos con los que cuenta la empresa y precio que puedan asumir los clientes.
El gerente de TV Zamora indicó que actualmente no han podido atender a todas las quejas porque, aunque son un sector priorizado para el suministro de combustible, las autoridades de la Zona Operacional de Defensa Integral no les entregaron salvoconducto para abastecer sus unidades.
Una de las personas que hacía cola desde la mañana era Margarita Valderrama, tenía 10 años como cliente de Directv, servicio que consideraba excelente a costos menores de dos dólares. Con el abandono de la empresa se vio obligada a buscar otra opción. Comentó que tanto niños como ancianos son los más afectados por la suspensión del servicio.
Tiene un hijo de 5 años y otra de 18, además vive con su suegra de 69 años, por lo que sostiene es urgente restablecer el servicio de televisión por cable, sobre todo durante la cuarentena que no les permite salir de sus hogares y necesitan un espacio de distracción.
Por otro lado, clientes que iban por fallas o por el pago de la mensualidad manifestaron que el servicio es deficiente. Pueden pasar hasta 15 días sin servicio o haciendo cuatro días de cola esperando que le solucionen sus fallas. Denunciaron que el costo de la mensualidad en el último mes pasó de 400 mil bolívares a casi 700 mil y sin tener mejoras en el producto.
Eleazar Yusef, director de Planet Cable, explicó que el decodificador más económico que puedes encontrar en el mercado asiático está en el orden de los 50 dólares y los suscriptores pagan menos de un dólar por el servicio “¿Cómo tú vas hacer una inversión de 50 dólares para que él vea televisión? pagando un dólar tienen que pasar 5 años para poder sacar la inversión de ese equipo, eso no es negocio”.
Señaló que actualmente las regulaciones aplicadas por Conatel no permiten a las empresas de telecomunicaciones tener una entrada de dinero que ayude a generar la prestación de un servicio óptimo. Estima que en promedio se deberían cobrar 10 dólares al mes, pero que es imposible porque la mayoría de los ciudadanos no tienen ingresos para costear ese monto.
Aseguró que los servicios de televisión por cable son uno de los que peor funcionan actualmente por los robos y los gastos que implican reponer los equipos. “Tenemos muchas limitantes en la parte operativa, no tenemos vehículos, el tema de las baterías, los cauchos, hemos venido adaptándonos a diario”, relató.
En la empresa Planet Cable de los 15 vehículos con los que cubrían Ciudad Guayana en 2008 hoy solo tienen 3. El representante de la compañía de televisión por cable señala que desde hace 8 años su servicio se deterioró por la imposibilidad de lograr mejoras y crecimiento en la empresa. “Tenemos un stock muy mínimo para reponer fallas, solamente mantener nuestras redes”, dijo.
Calcula que tan solo tienen una disponibilidad operativa para unos 300 nuevos clientes al ser poca la capacidad de inventario y las limitantes en red. Yusef, al igual que Fran Monroy, periodista especializado en telecomunicaciones piensan que la salida de Directv complica la operatividad por el aumento en la exigencia de los usuarios que quedaron sin servicio. “Es una dificultad porque 2.4 millones de huérfanos que andan buscando para dónde van y tu red no está capacitada para absorber esa cantidad de gente”, explicó Monroy.
El comunicador indicó que la situación puede generar -a pesar de la ilegalidad- la reventa de decodificadores colombianos en el mercado negro debido a que en zonas de Táchira y el Zulia puede funcionar el servicio desde Colombia. Detalló que Inter no cuenta con los suficientes equipos y tampoco llegan a todas las redes demandadas.
Aparte de las regulaciones económicas impuestas por Conatel que significaron pérdidas y desinversión en las empresas de telecomunicaciones, la emergencia humanitaria compleja alejó a los ciudadanos de bienes y servicios básicos.
Hoy pocos tienen acceso a internet de calidad por lo que la suspensión de Directv los deja aún más alejados de la realidad en plena pandemia.
Los venezolanos con un salario mínimo de 400 mil bolívares (2.2 dólares) difícilmente podían pagar los servicios de telefonía y televisión que ya están regulados, por ello, invertir desde cero en nuevos equipos de otras empresas será más complicado cuando los costos por decodificador pueden alcanzar los 50 dólares.
En Venezuela el acceso a medios informativos es cada vez más limitado y la desconexión total se ha vuelto un riesgo latente mientras el aumento exponencial de cifras por la COVID-19 extiende el confinamiento.
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