Cuando en la segunda mitad de los años 70 del siglo pasado se comenzó a hablar de los casos de desapariciones forzadas por parte de la Junta Militar en Argentina, en ese país la información se tomó primero con incredulidad y luego no faltaron expresiones de justificación con el “algo habrán hecho”, refiriéndose a las víctimas.
Por: Pedro Benítez | ALnavío
Pero con el paso del tiempo la magnitud de la guerra sucia que esa dictadura había emprendido contra la subversión de izquierda fue documentada; la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) que presidió el escritor Ernesto Sabato cifró en 9.089 el número de desapariciones forzadas entre 1976 y 1983. Las consecuencias políticas todavía pesan hoy, luego de 35 años, no sólo en Argentina sino en el resto del mundo.
Lee también: En Venezuela se intensifican las ejecuciones, torturas y represión mientras languidece la revolución
En Venezuela no ha sido necesaria la salida de Nicolás Maduro y del chavismo del poder para que se empiece a documentar la escala de la represión que han venido efectuando las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) adscritas a la Policía Nacional Bolivariana.
Creadas en 2016 con el propósito (según se afirmó) de combatir el delito y la violencia, las FAES han sido señaladas de gravísimas violaciones a la Derechos Humanos que sorprenden por su dimensión y sevicio.
Para leer la nota completa ingrese a ALnavío