Con el transcurrir de los días, es común leer alguna información de casos de acoso escolar en los que uno o más niños, niñas y adolescentes, resultan víctimas de este comportamiento ofensivo que los hace sentir mal, desencadenando, en casos extremos, terribles consecuencias y a pesar de que se ha exhortado a la población para que se tomen cartas en el asunto, se trata de un mal ¡Que va en ascenso!.
El pasado 2 de mayo se celebró el Día Internacional contra el Acoso Escolar y gran parte de las acciones que se llevaron a cabo, fue en pro de evitar este comportamiento, que cada vez más afecta a una gran masa poblacional en el mundo entero y Venezuela no escapa de ello, según los reportes de las autoridades de los organismos competentes y de las instituciones educativas.
Vanessa Mijares, psicólogo clínico con vasta experiencia en el tratamiento de casos de acoso escolar en el estado Aragua, acotó que lo primordial es “La prevención”, por ello enfatizó que “las instituciones educativas debería crear campañas para minimizar estos abusos dentro de los colegios, escuelas y demás instituciones educativas”.
Pero el llamado no va solo a estos espacios y sus autoridades, sino también “un llamado prioritario a los padres y representantes, para que estén alerta y atentos de saber el por qué están violentando a sus hijos”, dijo.
¿Cómo se puede detectar?
Mijares, manifiesta que “el acoso escolar empieza como una forma de hostigamiento, de intimidación y de hacer sentir mal a otro compañero… por lo que empiezan a manifestarse situaciones que no son agradables… los niños que están sufriendo bullying, empiezan a aislarse, comienzan con restricciones para no ir a clases, no quieren estar en un área específica de la institución y estos no acuden a sus padres o a los docentes, porque se sienten amedrentados”.
La especialista destacó que entre las características de este hostigamiento está la agresión física, “en la que incluso puede haber abuso sexual y ocurren eventos psicológicos que los hace sentir rechazados”. Asimismo, se puede presentar la violencia psicológica “que los hace sentir rechazados y no permiten que estos niños estén en grupo y ocasiona una afectación… ese rechazo proviene de los rasgos físicos, de la orientación sexual, de la condición social y esto produce el abuso psicológico”, apuntó.
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